Messi, como hace a veces en el terreno de juego, aparentemente inactivo y despistado, observa con cautela los movimientos de Laporta desde Par?s. Primero, los gui?os m?s o menos velados. Ahora, los mensajes directos y contundentes, como el del vicepresidente Yuste el pasado viernes. Leo espera, dec?amos, con un contrato de renovaci?n del PSG sobre la mesa. Listo para estampar la firma con un club en el que sus aficionados recelan de él. El campe?n del mundo observa el documento de reojo, sin prisa, mientras escucha a su padre hablar de Miami, de la atractiva aventura en la MLS. Un f?tbol mucho menos exigente y, probablemente, igual de espléndido en el aspecto econ?mico. Ah, y por si fuera poco, sonr?e de oreja a oreja al saber que en Arabia Saud? le pagar?an m?s que a Cristiano, una cifra que ronda los 350 millones de euros. No es mal panorama para alguien que ya lo ha ganado todo, que ya ha cerrado el c?rculo, como gritaba el gran Lobo Carrasco el d?a que Argentina gan? el Mundial. En el f?tbol, su profesi?n, no puede lograr nada que ya no tenga. Otra cosa es en el plano personal y afectivo.

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A Leo le har?a ilusi?n volver a Barcelona, la ciudad en la que creci?, donde form? una familia y nacieron sus hijos. Al club que, literalmente, se lo ha dado todo. También le gustar?a despedirse de los culés de frente, a la cara, sobre el césped y vestido de azulgrana. Es decir, a lo grande y desde el Camp Nou, nunca desde Montjuic. Eso ser?a imperdonable estéticamente. Laporta har?a todo lo posible por evitarlo. Pero no ser? f?cil. Es m?s, resulta muy complicado imaginarlo a d?a de hoy. No se trata s?lo de un esfuerzo econ?mico por parte de Leo (tendr?a que aceptar una rebaja brutal de emolumentos) o de no saber c?mo acabar? el caso Negreira (puede pasar cualquier cosa), sino de hacer un favor al presidente con el que no se habla desde su triste y polémico adi?s. Messi tiene cuatro opciones para decidir su futuro a partir de junio: seguir en Par?s, irse a Estados Unidos, probar la experiencia en Arabia Saud? o volver a casa. La del Barça, la de su Barça es la opci?n m?s remota. Pero, también, la m?s hermosa.

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Alonso, tres podios en tres carreras. Quién nos lo iba a decir, pero ah? est? Fernando, luchando por todo. L?stima la injusta sanci?n a Sainz en su mejor carrera de la temporada.

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Y de repente, Benzema. Lleva una temporada irregular, pero resurge cuando se decide la Champions…Y la vuelta de Copa en el Camp Nou.

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El Sevilla respira. Echar a Sampaoli era caro, pero necesario. Se necesitaba un especialista en situaciones comprometidas como Mendilibar. Primer partido, tres puntos.

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Contrastes. La Rosaleda del futuro coge forma, espectacular, pero el M?laga lo tiene cada semana m?s complicado para seguir en Segunda. No hay que rendirse.*



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