El Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a(TSJC) comunicar? este jueves a las 12.00 horas a la presidenta de Junts, Laura Borràs, la sentencia por presuntamente haber fraccionado contratos para favorecer a un amigo, el inform?tico Isa?as Herrero, cuando ella dirig?a la Instituci? de les Lletres Catalanes (ILC), un organismo que depende de la Conselleria de Cultura, seg?n han asegurado fuentes jur?dicas a EL PERI?DICO, del grupo Prensa Ibérica.

La fiscal?a solicita seis a?os de prisi?n, 21 a?os de inhabilitaci?n y multa de 146.000 euros a Borràs por un delito de prevaricaci?n y falsedad documental. Conforme al pacto alcanzado antes del juicio con la defensa de Herrero, la acusaci?n p?blica rebaj? la petici?n de pena para él de seis a?os de c?rcel a dos a?os, m?s inhabilitaci?n por un periodo de seis a?os y cuatro meses y multa de 2.100 euros, y también para el tercer imputado, el empresario Andreu Pujol, que se enfrenta a un a?o y dos meses de prisi?n, inhabilitaci?n de cuatro a?os y tres meses y multa de 2.250 euros. A ambos, se le aplica la atenuante de confesi?n. Sus abogados han avalado esta modificaci?n.

La confesi?n

El juicio estuvo marcado, precisamente, por el acuerdo alcanzado entre los abogados de Herrero y Pujol con la fiscal?a después de que los dos cumplieran con lo acordado y se?alaran directamente a Borràs. El primero admiti? ante el tribunal que la presidenta de Junts "sab?a", le daba instrucciones y se pon?an de acuerdo los dos para fraccionar los contratos por servicios inform?ticos que le iba encargando desde la ILC y que, para ello, presentaba el presupuesto real, que ser?a el que se aprobar?a, y otros dos "comparsas" o falsos. En total, 18 tratos que no deb?an superar los 18.000 euros cada uno, el l?mite para otorgarlos a dedo, y por un importe global de 336.000 euros (324.000+ iva), entre 2013 y 2017. "Acordamos dividir el trabajo en varios contratos", recalc? Herrero durante la vista.

El abogado de la defensa, Gonzalo Boye, desgran? durante el juici sus argumentos sobre la presunta vulneraci?n de derechos fundamentales, como la presunci?n de inocencia o el secreto de las comunicaciones. De esta manera, puso en duda la cadena de custodia de los correos electr?nicos incriminatorios incautados y de la investigaci?n en su conjunto. "Se ha pasado del 'a por ellos', al 'a por ella'", aludi?, poniendo en duda las pesquisas y apoyando la teor?a de la supuesta persecuci?n pol?tica hacia la l?der de Junts. "Hemos pasado de la patada en la puerta, a la patada al servidor", espet?.



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