Es sorprendente ver c?mo algunos siguen especulando con el regreso de Leo Messi al Barça. Supongo que la ausencia de noticias ligueras por el par?n de selecciones hace que retomen asuntos muy manidos, y que no tienen ning?n futuro real. Por especular que no quede, dir?n algunos, o “fer buillir l’olla”a?adir?n otros. A lo mejor es que se prefiere fantasear con esto y as? nos evadimos de todos los ?speros asuntos que acechan al club.

Ahora el Barça tiene varios frentes abiertos con los que ha de combatir a brazo partido: por un lado, el envenenado asunto Negreira del que cada d?a nacen nuevas noticias que van en direcciones, a veces opuestas, pero de las que el prestigio del F.C. Barcelona, m?s all? del resultado final, no saldr? de ninguna manera beneficiado. Es inc?modo y preocupante para los socios ver la ambigüedad o el silencio con que el club afronta una situaci?n que todos deseamos que se esclarezca cuanto antes. Esperamos con atenci?n el trabajo de su gabinete jur?dico y confiamos que no vaya m?s all? de una “torpeza” de gesti?n heredada de una presidencia a otra y valorada en algo m?s de 7 millones de euros, que no es poco.

La otra batalla abierta es la de la dichosa masa salarial, que el Barça, seg?n contaba Llu?s Mascar? en su editorial del miércoles pasado, piensa reducir este verano en 200 millones a base de rebajas, ventas de jugadores (algunas de ellas deseadas y otras no tanto) y la contrataci?n de jugadores que marquen la diferencia a precio asequible para unas arcas con muy escasos fondos.

Malos tiempos para un club que deber? sobreponerse del desgaste personal que conlleva todo esto para quienes lo conducen. Como creo en la presunci?n de inocencia de todos quienes han manejado el club en los ?ltimos a?os, debemos, hasta el ?ltimo minuto, defender su honradez, aunque ayudar?a recibir por parte de la directiva alguna informaci?n que justifique todo lo investigado hasta ahora.

Afortunadamente, el equipo de Xavi Hern?ndez parece que ha conseguido aislarse de tanto estruendo y va por la senda del éxito que ha de proporcionarnos una Liga que, seguro, endulzar? la amarga traves?a por la que transita la entidad y que, como socio, deseo que acabe de la mejor manera y con el menor estropicio posible.



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