Aunque el 'president' Pere Aragonès reclam? en el pasado pleno a la oposici?n que no hiciera una "guerra del agua" y convoc? a los grupos a una cumbre que se celebrar? el 31 de marzo, las medidas contra la sequ?a forman parte ya del largo historial de reproches al Govern. Tanto es as?, que el decreto de restricciones para hacer frente a la situaci?n que aprob? el Executiu y que deber?a avalar este miércoles el Parlament, pende de un hilo. De hecho, est? a expensas del voto tanto del PSC como de Junts. Ambos esperan que la 'consellera' de Acci? Climàtica, Teresa Jordà, se comprometa a hacer cambios durante el debate si quieren impedir que decaiga.

Los dos principales partidos de la oposici?n, pero también los Comuns, acusan al Govern de haber "gestionado mal" la lucha contra la sequ?a y le afean que se hayan tomado medidas sin haberlas compartido antes. A su juicio, primero deber?a haberse dialogado con los grupos en lugar de convocarse una cumbre 'a posteriori'. A las puertas del inicio del debate, la validaci?n del decreto no est? asegurada y Aragonès corre el riesgo de encajar el golpe que supondr?a que fuera rechazado. El 'president' ha ofrecido, con vocaci?n de salvar la votaci?n, incluir m?s medidas en un nuevo decreto ley que complemente el actual.

"El sentido de voto de Junts depender? de la intervenci?n que haga la 'consellera' Jordà", aseguran desde Junts, que se comprometen a no obstaculizar la validaci?n del decreto si la titular de Acci? Climàtica "se compromete a acordar un decreto nuevo con el mundo local y la resta de actores implicados". Es decir, que supeditan su voto a una recapitulaci?n del departamento. Visiblemente molesto, Aragonès le ha reprochado a Junts que se reunieron para hablar de las medidas sobre la escasez de agua dos semanas antes de la aprobaci?n del decreto, con lo que ha subrayado que no se puede decir que no hablaran previamente.

Los Comuns, a su vez, ya han avanzado que se abstendr?n. El diputado David Cid ha se?alado la "falta de planificaci?n, de di?logo y de negociaci?n" de una ERC que gobierna en minor?a y ha hurgado en la contradicci?n que supone, a su juicio, que se rieguen campos de golf o se llenen de agua cruceros mientras los payeses tienen que dejar de regar. Una vez m?s, han reprochado al Govern que no se desmarque de los macroproyectos en el contexto de sequ?a.

El decreto, aprobado el pasado 28 de febrero por el ejecutivo -y ya en vigor-, restringe el uso del riego agr?cola, industrial y urbano en 224 municipios, donde viven casi seis millones de catalanes. Las zonas afectadas son las cuencas de los r?os Ter y Llobregat (abastecen a varias comarcas de Barcelona y Girona) y del acu?fero Fluvià-Muga (Empordà), que est?n en fase de excepcionalidad, el ?ltimo eslab?n antes de la emergencia.



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