Que la primera etapa de la Par?s - Niza 2023 acabar?a con un esprint (triunfo del belga Tim Merlier) era un secreto a voces. Lo sab?an hasta en el Paseo de los Ingleses de la capital de la Costa Azul donde el domingo que viene terminar? la prueba.

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Ahora bien, la duda y el aliciente estaban en saber si se iban a mover ya a la primera de cambio Tadej Pogacar o Jonas Vingegaard en este enfrentamiento, como una bendici?n, que ha llegado a las puertas de la primavera, con el mes de julio todav?a muy lejano, pero por carreteras que son comunes en la ronda francesa.

Pues s?, Pogacar no se ha hecho esperar porque sabe que cada segundo vale su peso y porque para placer de todos los aficionados al ciclismo no sabe correr de otra manera.

Lo de ir a rueda, con calma chicha, lo de dejar pasar los kil?metros y esperar solo los repechos marcados en rojo en el libro de ruta que entregan a cada corredor es para otros, para campeones de otros tiempos, cuando la temporada ciclista se resum?a a rodar tranquilo en marzo, hacer una mini exhibici?n en las cl?sicas de abril, descansar en mayo, calentar un poco el cuerpo en el Dauphiné y llegar lo m?s fino posible al Tour para acabar vestido de amarillo en Par?s.

?? @TamauPogi into the white jersey as best young rider and 3rd GC after stage 1 #ParisNice. #WeAreUAE pic.twitter.com/TFzTNmIR9e

— @UAE-TeamEmirates (@TeamEmiratesUAE) 5 de marzo de 2023

Eso ha quedado para la historia porque Pogacar huele el desaf?o y mira en la m?s insignificante etapa, en el min?sculo repecho, en la l?nea blanca trazada en un esprint intermedio la oportunidad para probar a Vingegaard y la ocasi?n para sumar, como este domingo, seis segundos de bonificaci?n que ya lo han situado tercero de la general de la Par?s-Niza.

Y esos seis segundos ganados por el astro esloveno ya los tiene Vingegaard, 33? de la clasificaci?n, como una peque??sima losa que debe contrarrestar, quiz?s el martes en la contrarreloj por equipos donde su Jumbo parece mucho m?s puesto que el Emirates de Pogacar para sacar provecho a la situaci?n.

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A 20 kil?metros de la meta de la primera etapa lleg? una cota de tercera categor?a que se llamaba Milon-La Chapelle. All? Pogacar los puso a todos a rueda y provoc? el primer l?o en el Jumbo que dej? patente que al igual Vingegaard se quedaba muy solo ante una situaci?n complicada en el futuro.

Pero cuando a seis kil?metros se anunci? un esprint bonificado all? se present? Pogacar para esprintar y para tratar de sorprender a Vingegaard, que pas? la l?nea intermedia en cuarta posici?n pero se qued? sin el bonus, como si Pogacar hubiese cantado l?nea en un imaginario cart?n de bingo.

Y hasta se quedaron los dos, en compa??a del francés Pierre Latour, solos por delante al m?s puro estilo de lo que se ha visto en la temporada de ciclocr?s entre Mathieu van der Poel y Wout van Aert. As? rodaron hasta que vieron que seguir por delante era una tonter?a que no conduc?a a nada con un esprint a la vista y sabiendo Pogacar que ya le hab?a tocado un poco la cara a Vingegaard nada m?s empezar la Par?s-Niza.



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