Esta semana, muchos dirigentes del PP explican que lo est?n pasando mal porque est?n reviviendo las lamentables jornadas que acabaron con Pablo Casado hace justo un a?o. Es el primer aniversario de su ca?da, que se produjo en tiempo récord después de que él denunciara p?blicamente que el hermano de Isabel D?az Ayuso hab?a dado un pelotazo en plena pandemia al vender mascarillas al Gobierno de la Comunidad de Madrid. La fiscal?a europea mantiene abiertas las diligencias por malversaci?n y cohecho, entre otros delitos, pero en Espa?a Anticorrupci?n archiv? las suyas.

El 23 de febrero del 2022 el entonces jefe de los populares empez? la jornada despidiéndose del Congreso y acab? el d?a en la sede del PP, cediendo su cargo a Alberto N??ez Feij?o por petici?n de todos sus barones. A la ?nica que no hab?a invitado fue a Ayuso.

Este miércoles Casado y el actual l?der del PP comieron juntos, en un intento de cerrar heridas. La relaci?n entre ellos es cordial aunque todav?a duele. El tiempo todo lo cura, pero solo ha pasado un a?o.

Aqu? esbozamos la situaci?n de cada uno de los protagonistas de aquellas semanas que marcaron la historia del PP.

Casado, voluntariamente desaparecido*

El expresidente del PP Pablo Casado, en una imagen de archivo. | Europa Press
Casado no supo medir sus fuerzas en la batalla que lanz? contra Ayuso, que pas? en unos meses de amiga ?ntima a enemiga p?blica. Las decepciones y traiciones que vivi? en los ?ltimos d?as como presidente del PP empezaron con ella, a la que dio una oportunidad de oro cuando le propuso encabezar la candidatura en Madrid, en las elecciones de 2019, después de que varias personas le hubieran dicho que no.

Cualquiera que viera a Ayuso los d?as posteriores a la noticia (11 de enero) la pudo ver llorando de alegr?a, porque no se lo cre?a: una periodista con escasa experiencia en la administraci?n, al frente de la lista electoral.

Ahora, Casado es asesor de un fondo de inversi?n de EEUU, dedicado a temas de tecnolog?a y defensa, y viaja por todo el mundo. Se fue del barrio de Salamanca, en el centro de Madrid, al oeste de la ciudad, Aravaca, para que sus dos hijos estuvieran m?s cerca del colegio.

Dicen los que hablan con él a menudo que su sue?o es que, dentro de unos a?os, haya espa?oles que no se acuerden de su nombre, que no sepan que él dirigi? el PP. Quiere olvidarse de esa etapa, aunque esa etapa era toda su vida, porque la pol?tica lo ocup? todo desde su primera juventud y hasta febrero de 2022. De las juventudes del partido a la presidencia, su sue?o conseguido y truncado.

Ayuso, tensa por la absoluta

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D?az Ayuso. | COMUNIDAD DE MADRID
En estos meses, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha logrado lo que ansiaba, la presidencia del PP en la regi?n, y se ha volcado en “reordenar”*el partido a nivel auton?mico. Después de la holgada mayor?a que logr? en mayo de 2021, cuando adelant? las elecciones tras expulsar a Ciudadanos del Gobierno, y después de haberse convertido en una pol?tica con mucho tir?n popular, el sentir general en el PP es que en los comicios de este a?o (por Estatuto tiene que volver a convocarlos) iba a arrasar con la absoluta.

En su equipo han empezado a rebajar las expectativas. “Te?imos de azul el mapa en las auton?micas, s?, pero el PSOE tiene mucho poder municipal. Es muy dif?cil que un ciudadano vote en una urna al alcalde socialista y, en otra, cambie al PP para votar a Ayuso”, se?alan en la Puerta del Sol sobre las elecciones del 28 de mayo, d?a en el que se celebran las municipales y auton?micas.*

Ayuso necesita la mayor?a absoluta, no solo para gobernar c?modamente (Vox le ha dejado sin Presupuestos para 2023), sino para no perder autoridad dentro del PP. En estos meses, Juanma Moreno ha logrado ese hito en Andaluc?a y quiere ponerse a su nivel ante lo que pueda pasar.

Moreno, el plan b de Feij?o

Juan Manuel Moreno Bonilla. | EP
Moreno y Feij?o ten?an una buena relaci?n antes de la ca?da de Casado y mejor? a?n m?s al ver la guerra entre el entonces presidente del PP y Ayuso. Ellos dos abrieron un canal de comunicaci?n permanente en aquellos volc?nicos d?as que les llev? a comentar a todas horas la situaci?n y buscar la mejor soluci?n para el partido. La mayor?a de los altos cargos del PP de toda Espa?a les mir? a ellos para ver qué hacer, c?mo reaccionar.

Las llamadas eran continuas. Presidentes auton?micos, provinciales, diputados de todas las comunidades… Sus teléfonos no paraban de sonar. El domingo 20 de febrero, por la noche, Ayuso se puso en contacto con Feij?o para decirle que ella le apoyar?a si decid?a presidir el PP, y ellos dos empezaron a poner en marcha el relevo. Moreno, recuerdan en el equipo de Casado, fue especialmente cuidadoso con las formas, sobre todo en aquella reuni?n de presidentes auton?micos del miércoles*23, en la sede, en la que algunos quer?an su salida inmediata.**

Tras acordar entre todos que Feij?o ten?a que coger las riendas y que las primarias ser?an un mero tr?mite, el entonces presidente de la Xunta y Moreno dedicaron marzo a hablar del futuro equipo. El pol?tico gallego incluy? en puestos relevantes de la c?pula a personas de total confianza de Moreno: El?as Bendodo ser?a el coordinador general y Juan Bravo, el vicesecretario de Econom?a. No meti? a nadie del entorno de Ayuso. Un aviso a la madrile?a desde el minuto cero.*

Entre su mayor?a absoluta, la buena relaci?n con Feij?o y el poder dentro de la c?pula, Moreno es el mejor colocado para hacer lo que toque, cuando toque, en la ‘era post-Feij?o’.

Feij?o, con la vista puesta en la Moncloa

El l?der del Partido Popular, Alberto N??ez Feij?o. | Europa Press
Un mes después de asumir la presidencia del PP, Feij?o dej? en mayo la Xunta de Galicia y aterriz? en Madrid, “el Vietnam de la pol?tica”, seg?n la expresi?n de un ministro de Pedro S?nchez. No es f?cil acostumbrarse a dos o tres polémicas diferentes cada d?a y la presi?n de los medios de comunicaci?n, que tienen los micr?fonos preparados para preguntarle a todas horas. Entre eso y la competici?n con Vox en las derechas, admite que ahora entiende mejor a Casado y esa imagen de inconsistencia que trasladaba en ocasiones.*

Feij?o se busc? un esca?o en el Senado, designado por el Parlamento gallego, para tener un p?lpito al menos desde el que carearse con el jefe del Ejecutivo cada tres o cuatro semanas y empez? a hacerse sus equipos. En general, cree que ha conseguido coser las heridas que se abrieron en el partido. El grupo parlamentario en el Congreso, el del Senado y la c?pula de Génova “trabajan todos a una”, aseguran dos vicesecretarios. Todos han entendido, dicen, que tienen que remontar los traumas de la moci?n de censura y la ca?da de Casado y apretar las filas.*

Ese reto lo ha conseguido, considera. Ahora quiere ir partido a partido. Que el PP saque un buen resultado en las municipales (él también ha empezado a rebajar las expectativas)*y vencer a Pedro S?nchez en las generales, a finales de a?o. Ha insinuado que, si no le gana en votos, dejar? la presidencia del PP. Ya se ver?. Esta vez puede ocurrir que el segundo logre una alianza para ser investido. La pol?tica espa?ola lleva sorprendiéndonos una década ya y todo apunta a que seguir? haciéndolo.



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