"Las sanciones son un veneno de acci?n lenta como los que est?n hechos en base arsénico: tardan en producir sus efectos, pero lo hacen, y lo hacen de una forma irreversible", resum?a esta ?ltima semana el alto representante para la pol?tica exterior y de seguridad com?n de la UE, Josep Borrell, sobre el balance de los nueve paquetes de sanciones contra Rusia -el décimo est? en preparaci?n- aprobados este ?ltimo a?o por los gobiernos de la Uni?n Europea para ahogar la econom?a del Kremlin e impedir que su maquinaria de guerra siga golpeando y destruyendo Ucrania. Aunque el impacto global no ha sido ni inmediato ni el esperado, el golpe no tiene precedentes y la UE conf?a en salir victoria de una batalla coercitiva cuyos resultados solo se podr?n medir a medio/largo plazo.

Adem?s de los 1.386 individuos -desde Vlad?mir Putin hasta su ministro de exteriores Sergei Lavrov, la c?pula pol?tica del Kremlin, propagandistas y multitud de empresarios y oligarcas que arropan los planes de de Mosc?- y las 171 entidades incluidas en la lista de sanciones individuales, la UE ha prohibido este ?ltimo a?o la exportaci?n a Rusia de todo tipo de productos tecnol?gicos, desde ordenadores cu?nticos hasta semiconductores, electr?nica y software de alta gama. También ha prohibido vender a Mosc? bienes y tecnolog?a para el refinado de petr?leo, motores de aeronaves, piezas de repuesto para aviones y helic?pteros, combustible para reactores, tecnolog?a de radiocomunicaci?n y bienes de doble uso, civil y militar, como drones, y software para los aviones no tripulados. En resumen, todo lo que pueda servir para armar al ejército ruso en su guerra contra Ucrania.

Rusia, mientras tanto, tiene prohibido exportar a la UE petr?leo crudo (desde diciembre pasado), productos refinados del petr?leo (desde el pasado 5 de febrero), carb?n y otros combustibles f?siles s?lidos, acero, productos sider?rgicos y hierro, oro, incluidas las joyas, cemento, madera, papel y pl?sticos, marisco y licores (caviar, vodka, etc.) o cigarrillos y cosméticos. A todo esto se a?ade el tope al precio del crudo ruso y sus derivados transportados por mar que obliga a las empresas de reaseguro, financiaci?n o que manejan este tipo de cargamentos a hacerlo solo si el precio m?ximo al que se vende el barril es de 60 d?lares para el crudo.

La estrategia sancionadora va m?s all?, con restricciones en todo tipo en el transporte por carretera, la aviaci?n, el sector mar?timo y el financiero, con la exclusi?n de bancos rusos del sistema de comunicaci?n de pagos Swift, la prohibici?n de transacciones con el Banco Central de Rusia y de Bielorrusia. Adem?s, Mosc? tampoco puede recibir determinados servicios de empresas europeas: consultor?a, asesor?a legal, ingenier?a o contabilidad. Pese al cierre a cal y canto del mercado ruso y a que m?s de un millar de empresas han anunciado su salida de Rusia este a?o todav?a hay quienes siguen operando en el pa?s, seg?n el recuento de la Universidad de Yale.

Mosc? aguanta el golpe

Hace tan solo unos meses, el consenso internacional apuntaba a que el golpe ser?a mortal, con un hundimiento de la econom?a rusa y una regresi?n econ?mica brutal, de la que el Kremlin tardar?a una década en recuperarse. Este colapso econ?mico, sin embargo, no solo no se ha producido sino que organismos como el Fondo Monetario Internacional auguran que la econom?a rusa no solo no retroceder? como sosten?a hace poco (la OCDE preve?a una ca?da del 5,6% en noviembre pasado y del 3,3% el Banco Mundial) sino que crecer? un 0,3% en 2023 y un 2,1% en 2024.

“Las cifras de enero del gasto presupuestario ruso son tan alarmantes que han provocado que se hable del inminente colapso de la econom?a. En el primer mes de 2023, el déficit alcanz? la cifra récord de 1,8 billones de rublos. El gasto creci? un 58% en comparaci?n con enero de 2022, cuando hubo un super?vit presupuestario de 125.000 millones de rublos (25.000 millones de d?lares), mientras que los ingresos cayeron m?s de un tercio. Sin embargo, ser?a prematuro descartar la econom?a rusa bas?ndose en las cifras de un solo mes”, sostiene Alexandra Prokopenko en un an?lisis del think tank Carnegie Europe.

El a?o de la invasi?n fue un a?o extremadamente positivo para la industria de hidrocarburos rusa ya que, pese a vender menos al continente europeo, tras la decisi?n europea de independizarse del gas y petr?leo ruso, Mosc? se benefici? de una escalada de precios “histérica”, seg?n Borrell, que le permitieron ingresar un 28% m?s, seg?n las estimaciones del Gobierno ruso. Solo en los primeros 100 d?as de la guerra ingresaron a cuenta de las exportaciones de carb?n, gas y petr?leo 93.000 millones de euros, de los cu?les 57.000 millones de euros correspondieron a las ventas a la UE, seg?n cifras del Centro de Investigaci?n de Energ?a y Aire Limpio (CREA).

Este escenario, opina la Comisi?n, cambiar? en 2023 como consecuencia de la decisi?n europea de diversificar el suministro y del tope al precio del petr?leo, que est? obligando a Mosc? a vender el oro negro a precios de descuento a China e India. “Putin supuso que nuestro apoyo a Ucrania no durar?a. Pens? que ser?a f?cil mantener secuestrada a Europa, debido a nuestra dependencia del petr?leo y el gas ruso. Pero se equivoc? y hoy, un a?o después de que comenzara la guerra, ya ha perdido la guerra energética que inici?”, dec?a esta semana la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, que cifra en 160 millones de euros los ingresos que el Kremlin deja de obtener cada d?a por el tope al petr?leo.

A enero de 2023 la realidad es que los ingresos rusos se han desplomado casi a la mitad -son un 46% m?s bajos respecto a enero de 2022- y el déficit p?blico se ha disparado. “Es catorce veces m?s alto en enero de 2023 que en enero de 2022”, pon?a como ejemplo Borrell esta semana. También la balanza comercial de Rusia -que en 2022 obtuvo un super?vit comercial debido a una excelente cosecha de trigo- estaba en enero “en su m?nimo hist?rico de la media desde el a?o 2007”. Pese a este bache, Prokopenko considera que la econom?a rusa ha entrado en 2023 con m?s fuerza de lo que cab?a esperar, gracias a los ingresos extraordinarios del a?o pasado y las ventas a los pa?ses asi?ticos, y que el impacto depender? de lo férreos que sean los controles a la exportaci?n europeos. “Cuando el pa?s sancionado dispone de importantes recursos financieros, el efecto de las sanciones s?lo puede ser lento, gradual y acumulativo. Esperar el colapso de una econom?a l?der es una ilusi?n”, estima Agathe Demarais, autora de “Backfire: How Sanctions Reshape the World Against U.S. Interests”.



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