Tres meses antes de la matanza de Columbine, la masacre en un instituto de Colorado que hace 25 a?os cambi? para siempre la percepci?n de los tiroteos en Estados Unidos, A.M. Homes se adelant? a la tragedia en ‘M?sica para corazones incendiados’. Con su ?ltima novela, la primera en una década, la escritora ha vuelto a convertirse, a su pesar, en el or?culo de las peores pesadillas norteamericanas demostrando que la mejor ficci?n es capaz de predecir la realidad.
‘La revelaci?n’ (Anagrama) arranca la noche en la que Barack Obama gan? las elecciones en 2008 y narra c?mo la decepci?n entre las filas republicanas muta en una llamada a la acci?n para “recuperar el pa?s”: un golpe de estado liderado por un hortera y fanfarr?n millonario con casa en Palm Springs, dudosos negocios y una mujer florero que ahoga sus penas en vodka. Los parecidos con la realidad (la victoria de Trump, el asalto al Capitolio) son, de nuevo, escalofriantes. “La gente me pregunta: ?qué es lo pr?ximo que vas a escribir? Lo cierto es que no quiero porque tengo demasiado miedo en este momento”, confiesa la autora en el CCCB, donde ha visitado la exposici?n ‘Suburbia’.
?C?mo surgi? la idea de la novela?
El establishment pol?tico estadounidense ha perdido el contacto con el pueblo. Las elecciones se han convertido en un proceso en el importa m?s el dinero involucrado que lo que necesita el pueblo. Cuando Obama gan? hubo una verdadera divisi?n. Muchos lo celebraron como un futuro m?s inclusivo, pero su elecci?n desat? un racismo y sexismo latentes que contin?an floreciendo de forma expansiva, como hemos visto en el retroceso de los derechos de las mujeres. Y todos vemos c?mo las redes sociales se han convertido en un arma de propaganda y mentiras. Cuando hace diez a?os les dije a mis editores que quer?a escribir un libro sobre ello me dijeron que era ciencia ficci?n. Yo les contesté: no creo que lo sea.
No es la primera vez que se adelanta a la realidad, ?qué sinti? cuando Donald Trump gan? las elecciones?
Fue perturbador. No hab?a terminado del todo la novela y no quer?a escribir en reacci?n a él, as? que empujé la trama y los personajes a un sitio m?s surrealista porque la realidad se estaba volviendo muy extra?a por s? sola. Ahora estoy asustada. La gente me pregunta: ?qué es lo pr?ximo que vas a escribir? Lo cierto es que no quiero porque tengo demasiado miedo en este momento. Pero por supuesto que lo acabaré haciendo, es a lo que me dedico.
?C?mo vivi? el asalto al Capitolio?
Por suerte la novela ya estaba terminada. Me hubiera gustado que se hubiera publicado antes, pero probablemente haya sido mejor que apareciera después, porque me habr?a colocado en el centro del hurac?n de nuevo. Los hechos del 6 de enero fueron aterradores. Si hubieran encontrado a Nancy Pelosi o Mike Pence los hubiesen matado.
Usted conoce bien Washington D.C., adem?s.
S?, crec? all? y cuando era joven sol?a ayudar a organizar marchas. A menudo era la responsable de la seguridad. Nos reun?amos con la polic?a de Washington, la del Capitolio, a veces con el Servicio Secreto. Recuerdo una marcha contra la energ?a nuclear, me pidieron una lista de diez personas con derecho a usar los ba?os del Capitolio. Inclu? a Jerry Brown, por entonces el gobernador de California, a Jane Fonda y a mi, jaja. La polic?a del Capitolio es gente gordita que lleva 30 a?os ayudando a los senadores a orientarse por los pasillos. Son muy amables, pero no est?n acostumbrados a que la gente intente matarlos.
?Conoce a millonarios como los de la novela?
Mis padres eran artistas de mentalidad socialista, viv?amos en una casa de cristal de dise?o. En el barrio en el que crec? hab?a gente rica, s?, y posteriormente he conocido a millonarios. Lo que m?s me interesaba del personaje era escribir sobre alguien tan fanfarr?n, que es un imbécil pero tiene una buen?sima opini?n de s? mismo. ?Qué pasa cu?ndo alguien as? se da cuenta de que también tiene defectos?
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La escritora A. M. Homes, retratada en Barcelona.
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?Cu?l dir?a que es el estado de salud del sue?o americano? ??ptimo, roto, en coma?
El sue?o americano surge de una especie de fin del mundo, tras la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo pas? de ser una fantas?a a considerarse un derecho. Definitivamente entre los partidarios de Trump hay una sensaci?n de que éste les ha fallado y de recuperarlo haciendo que ‘América vuelva a ser grande’. Sigue viniendo mucha gente con la esperanza de encontrar una vida mejor. Pero veo a mis alumnos en Nueva York y pienso que no est?n preparados para tener una vida.
?En qué sentido?
Son buenos estudiantes, de la Ivy League, pero ni siquiera sabemos a qué tipo de trabajos acceder?n dentro de 5 o 10 a?os y eso es algo que nunca hab?a pasado. Algunos, con 21 a?os, me explican que quieren ser consultores o trabajar en un banco. Pero en términos de tener un camino o una manera de ver el mundo, de querer ser abogados, médicos, granjeros, lo que sea, no tienen una visi?n. Los j?venes est?n creciendo en medio de una terrible crisis de salud mental. La combinaci?n de la pandemia y Trump gener? mucha ansiedad e incertidumbre, fue aterrador para ellos.
?Cree que Trump volver? a ganar?
Me sorprende y molesta cuando me lo dicen personas cuyas opiniones respeto. ?C?mo es posible? ?Ya nada importa? La raz?n por la que Trump es tan peligroso no es porque no me guste o no esté de acuerdo con él. Es porque solo se preocupa de s? mismo. No le importa el pa?s, la sociedad ni el mundo. Cuatro a?os m?s de Trump nos situar? en peligro como pa?s y al mundo entero. Hablo de peligro f?sico, econ?mico y real. No sé c?mo sobreviviremos si gana y qué mundo quedar? después.
Cada generaci?n piensa que vive la época m?s aterradora, ?no?
S?, pero este es sin duda el momento m?s aterrador de mi vida y recuerdo la guerra de Vietnam, cuando mis padres dec?an: ‘como gane Nixon nos vamos a Canad?’. Lo cual que me recuerda que deber?a empezar a buscar casa ya. Trump es exponencialmente m?s aterrador que Nixon. Hace de Dick y Liz Cheney parezcan un icono de moralidad y resistencia.
La novela est? llena de cameos republicanos, de John McCain a una pizpireta Condolezza Rice o un George Bush en busca de los M&M’s de la Casa Blanca, ?c?mo ve al partido?
La victoria de Trump erosion? a los republicanos, muchos abandonaron la pol?tica. Si vuelve a ganar, el partido que aparece en la novela dejar? de existir. Se est? desvaneciendo, literalmente. Ya ni siquiera hace falta una visi?n de pa?s, la pol?tica se ha convertido en un espect?culo personal. Ni siquiera hace falta saber un poco de historia, puedes invent?rtela.
La palabra feminismo no aparece en la novela, pero la esposa y la hija del protagonista son las que se rebelan contra él y el sistema.
Con mi profesora y amiga Grace Paley sol?amos hablar de c?mo tradicionalmente las autoras hab?a escrito sobre la vida doméstica y escritores como Don DeLillo, Tom Wolfe o Philip Roth se hab?an dedicado a las grandes novelas sociopol?ticas. Yo quer?a juntar las dos cosas en un mismo libro. A las mujeres se nos vendi? que pod?amos ser cualquier cosa, y f?jate en lo que le pas? a Hillary Clinton.
En la novela habla de los “hombres eternos”, la era de los hombres blancos poderosos y de c?mo su reinado parece resquebrajarse, ?lo cree?
Esa generaci?n se est? desvaneciendo. Pero van a retener el dinero, el poder y la influencia durante mucho tiempo, aunque ?ltimamente se les dice, de manera visible y solo en la superficie, que ellos ya no mandan. Lo veo en mis clases, c?mo los hombres blancos sienten que ya no tienen voz. Es interesante ver c?mo luchan contra eso. Pero todav?a controlan las cosas. Estamos al inicio de una larga evoluci?n que est? haciendo surgir simult?neamente el odio.
Usted también fue adoptada, como le sucede a uno de los personajes de la novela.
S?, y también fui adoptada en una familia donde muri? un ni?o. Conté en un libro c?mo mi madre biol?gica me encontr?, algo que obviamente no esperaba y que fue muy salvaje para mi. Mi padre biol?gico era como el protagonista de ‘La revelaci?n’, se ve?a a s? mismo como un gran tipo, ten?a ese tipo de arrogancia, de creerse el due?o del mundo. Recuerdo que un d?a me dijo: ‘Sol?amos poseer gran parte de Washington’ y no sab?a a qué se refer?a.
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