"Solo ve?a mucho polvo y sangre, much?sima sangre que me brotaba de la nariz, de la boca… Escuché a un compa?ero pedir auxilio por radio gritando: '?real, real… accidente real!'. Yo estaba temblando, tiritando, sent?a mucho fr?o y pensaba que me iba a morir ah?". El exsoldado Rafael Garc?a Cambr?n recuerda con nitidez cada detalle del accidente que le cambi? la vida y trunc? su prometedora carrera militar aquel 15 de marzo de 2019.

A sus 26 a?os, acababa de iniciar su andadura en el Ejército, donde ingres? con una firme vocaci?n. Apenas llevaba dos meses destinado en el Regimiento de Infanter?a La Reina 2 de la base militar cordobesa de Cerro Muriano, la misma unidad donde perdieron la vida dos militares el pasado diciembre. Como ellos, el soldado Garc?a estuvo sometido a un Per?odo B?sico de Instrucci?n (PBI) en el que deb?a superar diversas maniobras siguiendo las ?rdenes de los mandos de su pelot?n, y ya lo hab?a superado.

El sargento "bipo"

Al soldado Garc?a le toc? formar parte del pelot?n del "sargento bipo": "mis compa?eros me explicaron que era su nombre de guerra, que le llamaban 'bipo' de bipolar. Nada m?s entrar, a los pollos (como se conoce en el Ejército a los soldado de nueva incorporaci?n) nos advirtieron de que era un sargento nuevo, que estaba en su primer destino y que era bastante especial, que no respond?a a ?rdenes de mandos que estaban por encima de él. No tardé en comprobar a qué se refer?an".

Hasta el accidente, el joven nunca hab?a tenido ning?n problema psicol?gico ni psiqui?trico. Pese a ello, la Audiencia Nacional dio la raz?n a Defensa, afirma que su trastorno mental no guarda relaci?n con el siniestro y concluye que "la personalidad" del enfermo "determina la generaci?n de una patolog?a invalidante"







La denuncia presentada por el joven ante el Tribunal Militar, a la que ha accedido el canal de investigaci?n y sucesos de este grupo editorial, relata varios episodios violentos aquellos meses en los que, asegura, el sargento levantaba a los soldados de madrugada y les ordenaba hacer marchas y otros ejercicios contraviniendo las ?rdenes de descanso del teniente al mando, propinaba "pechazos" (golpes en el pecho) al soldado Garc?a, lo cogi? del cuello del uniforme, lo zarande? y lo "humill?" delante de sus compa?eros de pelot?n, durante las maniobras que realizaron tanto en Cerro Muriano como en el Centro Nacional de Adiestramiento de Chinchilla (Albacete).

"A todos nos trataba con dureza, pero a m?... Los dem?s me dec?an: a ti te tiene enfilado. Y yo no dejaba de preguntarme: pero ?por qué?".

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El exmilitar, dentro del TOA (transporte oruga acorazado).
SUCESOS
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El accidente se produjo el ?ltimo d?a de maniobras en Cerro Muriano, el "d?a de guerra": "El ?ltimo ejercicio consist?a en atravesar con el TOA (transporte oruga acorazado) un terreno que la unidad de Zapadores previamente hab?a minado de forma simulada abriendo para ello brechas en el suelo) con el fin de recrear una zona batida por el enemigo. Deb?amos circular hasta llegar a una posici?n segura".

La noche anterior, el sargento "nos tuvo haciendo guardia, con rotaciones cada media hora, para vigilar los veh?culos, a pesar de que el teniente nos hab?a mandado descansar. Adem?s, el sargento le dio instrucciones al conductor para que al d?a siguiente "le diera ca?a al TOA" y le pidi? que condujera por dentro del veh?culo, es decir, sin sacar la cabeza" del tanque", una opci?n que se usa para aprender a protegerse en caso de tiroteo en un conflicto bélico.

"Pese a que el compa?ero advirti? al sargento de que no se sent?a capacitado para llevar as? el TOA (con visi?n desde dentro a través de periscopios), él le respondi?: 'es una orden de tu sargento'".

De tirador, con la ametralladora

El 'd?a de guerra' "yo llevaba toda la semana actuando como top?grafo, el rol que me hab?an asignado, mi funci?n era llevar el mapa durante los ejercicios y guiar al conductor, pero a ?ltima hora el sargento me cambi? de posici?n, me orden? ponerme arriba del TOA, en la ametralladora, y ser el tirador", recuerda el exsoldado Garc?a.

Los cinco soldados se montaron en el carro blindado e iniciaron la maniobra, junto al sargento: "?bamos todos los miembros de la compa??a distribuidos en cinco TOAS, en guerrilla, uno paralelo al otro, pero nosotros éramos los primeros. Entonces, como yo llevaba la cabeza sacada y él no, el sargento empez? a gritarme una y otra cez desde abajo del veh?culo mientras me daba golpes y me tiraba de la rodillera: '?Garc?a, mira para atr?s! ?vienen los dem?s o no?'. Yo iba con mi ametralladora al frente mientras contestaba que s?, pero él no dejaba de darme y desestabilizarme y le gritaba al conductor: '?Dale, dale!', invit?ndole a que fuera m?s r?pido".

"No pod?a respirar"

Y entonces lleg? el impacto: "?bamos a gran velocidad y el conductor no vio el agujero que Zapadores hab?a hecho en el suelo. Al pasar por él, impacté contra la culata de la ametralladora. Me golpeé en la nariz y la boca varias veces, la rodilla la espalda… hab?a sangre hasta en el techo del veh?culo. Me ca? al suelo del TOA y me quedé en blanco. Mis compa?eros me tumbaron, me pusieron en posici?n de seguridad. No pod?a respirar, un compa?ero me cont? después que el sargento me quer?a pinchar algo para frenar la hemorragia, pero que él lo impidi?".

Lo siguiente que recuerda el joven es que "tardaron en atenderme , tuvieron que evacuarme en un todoterreno porque la ambulancia no pod?a subir hasta all?". Una vez en la enfermer?a, "el teniente enfermero se indign? al ver mi estado, dijo que le llegaban muchos soldados reventados y quer?a saber por qué", recuerda el exsoldado, que entre otras lesiones, sufri? rotura de nariz (adem?s de un quiste) y rotura del menisco y tuvo que ser operado varias veces.

Los peritos del Instituto de Medicina Legal de M?laga, donde Garc?a vive desde su accidente, concluyeron en 2021 que el joven sufre varias secuelas f?sicas y psiqui?tricas y le reconocieron una discapacidad del 45% y una incapacidad permanente en grado total. Seg?n su valoraci?n, el exmilitar sufre: alteraci?n de la respiraci?n nasal por deformidad ?sea (insuficiencia ventilatoria), s?ndrome cervical asociado y agravaci?n de artrosis previa y s?ndrome postraum?tico lumbar, dolencias f?sicas "graves pero no incapacitantes". Lo que lo incapacita para la vida militar es "un trastorno mental" derivado del siniestro que el psiquiatra que atiende al joven desde entonces calific? como "trastorno de estrés postraum?tico grave y cr?nico".

"Me culpan de mi trastorno mental"

Ese mismo doctor advirti? en su informe que "existe una indubitable relaci?n de causalidad entre el accidente laboral sufrido por el soldado Garc?a -que hasta el siniestro de Cerro Muriano jam?s hab?a tenido ning?n problema de salud mental- y el desarrollo posterior del trastorno" y que dicha dolencia lo "incapacita de forma permanente para el desempe?o de su actividad militar".

Pese a todo, el Ministerio de Defensa rechaza que la incapacidad psiqui?trica del joven se produjera "en acto de servicio". En su resoluci?n, fechada el 15 de marzo de 2022, declara la "insuficiencia de condiciones psicof?sicas, ajena a acto de servicio" del ya exsoldado y asegura que en lugar de un trastorno de estrés postraum?tico, padece un trastorno de adaptaci?n con alteraci?n mixta de las emociones y la conducta persistente, de etiolog?a predisposicional". En otras palabras, como el joven asegura que le dijeron: "la culpa de mi trastorno es m?a por no haberme adaptado a la vida militar".

Modificaron el diagn?stico

El joven demand? a Defensa en la Audiencia Nacional y logr? que le dieran la raz?n. La sentencia del juzgado central contencioso administrativo 4 recoge que "de los informes obrantes en el expediente y la amplia documentaci?n aportada" por el soldado, "se deduce que la declaraci?n de insuficiencia de condiciones psicof?sicas tiene su origen en el accidente sufrido mientras prestaba servicio como militar realizando maniobras".

El tribunal afea incluso a Defensa que atribuya la patolog?a del joven a "su psicovulnerabilidad" y le recuerda que "si inicialmente el se?or Garc?a presentaba un trastorno de estrés postraum?tico, luego no puede modificarse tal disgn?stico por el de trastorno adaptativo, pues no hay base alguna para tal modificaci?n".

"La personalidad" del enfermo

Sin embargo, Defensa recurri? esa decisi?n y la gan? ante otro tribunal de la misma Audiencia Nacional, que llega a afirmar en su sentencia: "una cosa es el elemento externo desencadenante de la aparici?n de los s?ntomas de la enfermedad mental, y otra que este padecimiento deviene por las especiales condiciones intr?nsecas de la persona que la sufre" y que "la personalidad" del enfermo "determina la generaci?n de una patolog?a invalidante".

Y a?ade: "Es la propia naturaleza del paciente la que determina el origen de la enfermedad, pues otras personas ante similares situaciones estresantes no les produce dicha enfermedad". Para terminar diciendo que "ha de rechazarse una relaci?n causal directa entre la enfermedad psiqui?trica que padece y la prestaci?n del servicio" militar.

Garc?a ha vuelto a vivir con sus padres, cobra una pensi?n de 730 euros y no ha sido indemnizado por el momento. Su sargento sigue en activo, un tribunal militar lo absolvi? de los delitos de abuso de autoridad y contra la eficacia del servicio







La respuesta del exsoldado Garc?a es ilustrativa: "Antes del accidente, nunca tuve ning?n problema psicol?gico, no tengo antecedente psiqui?trico alguno en mi familia. Yo era un joven perfectamente sano, loco por el deporte y con una carrera militar por delante que me ten?a motivado e ilusionado. Después del accidente, estoy enfermo, no duermo, sigo reviviendo en sue?os el accidente y lo que me hizo el sargento... y he perdido mi trabajo, mi profesi?n era mi motor y se par? hace cinco a?os".

El sargento, absuelto

Durante el juicio contra Defensa, acusaron al soldado de quitar los seguros que imped?an que la ametralladora del TOA se moviera durante la maniobra. También de ser "poco maduro emocionalmente".







A sus 31 a?os, Garc?a ha vuelto a vivir con sus padres, cobra una pensi?n de 730 euros y no ha sido indemnizado por el momento. Acaba de cambiar de abogado, ahora est? representado por el letrado Antonio Granados, que también defiende los intereses de la viuda de uno de los dos militares fallecidos durante una maniobra en el lago en Cerro Muriano.

El pr?ximo 17 de junio, Garc?a tiene un juicio en la que se juega la continuidad de su pensi?n. La aseguradora se basa en el criterio de Defensa sobre el accidente. Su sargento sigue en activo, después de que el tribunal militar lo absolviera de varios delitos de abuso de autoridad y de otro contra la eficacia del servivio tras celebrar un juicio "manipulado" en el que acusaron al soldado de quitar los seguros que imped?an que la ametralladora del TOA se moviera durante la maniobra. También de ser "poco maduro emocionalmente".

Digan lo que digan sus exjefes, el exsoldado Garc?a no se quita de la cabeza algo: "las ?rdenes de mi sargento me dejaron secuelas de por vida".



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