Cuatro a?os de crisis han fijado tanto el diagn?stico, que nadie compra viviendas ya en China, como el remedio, que las compre el Gobierno. Ya aplic? esa receta Estados Unidos en 2008 para mitigar el colapso de su mercado inmobiliario y le toca ahora a China tras comprobar que la bater?a de medidas de los dos ?ltimos a?os no han devuelto la confianza a su gente. ?Quién va a hipotecarse con cotidianas noticias de proyectos inacabados y procesos de liquidaci?n de las promotoras?
El viceprimer ministro, He Lifeng, convoc? el viernes a los principales actores a una videoconferencia: bancos, inmobiliarias, reguladores y gobiernos locales. All? asumi? el fracaso y anim? a los ?ltimos a comprar “algunas” viviendas a precios “razonables” para destinarlas a alquileres baratos siguiendo una pol?tica de alcance nacional. No detall? cu?ntas ni cu?ndo ni qué entiende por razonable pero el anuncio ha merecido el aplauso de analistas y de un sector necesitado de ox?geno. También les da v?a libre a recomprar los terrenos que hab?an vendido a las inmobiliarias si estas ni siquiera han puesto un ladrillo. Esas ventas han sido la principal v?a de ingresos de los gobiernos locales durante décadas.
El Banco Central, por su parte, ha anunciado pol?ticas fiscales m?s atractivas. Los tipos de interés para préstamos inferiores a cinco a?os han bajado del 2,60 al 2,35% y los superiores, del 3,10 al 2,85%. Los pagos m?nimos para la primera vivienda han ca?do del 20 al 15% y los de la segunda, del 30 al 25%. Nunca los tipos de interés y los dep?sitos iniciales hab?an sido tan bajos en China.
La bater?a de medidas se dej? notar pronto en los principales parqués chinos. El de Shangh?i subi? un 1%, mientras el de Hong Kong se apunt? un 0,8%. El ?ndice de bienes inmuebles se dispar? un 4% y las m?s beneficiadas fueron las que amontonan problemas m?s serios. Las acciones de Evergrande, ep?tome del desaguisado y sobre la que pesa una orden de liquidaci?n, subieron un 18%; las de Vanke, que hab?a anunciado una ca?da de sus beneficios anuales a la mitad, aumentaron un 17%.
Un 40% de casas sin entregar
El Gobierno pretende ponerle suelo a la ca?da. Los precios de la vivienda nueva acumulan ya diez meses de bajadas y la de abril, del 0,6%, es la m?s pronunciada en casi una década. El sector inmobiliario concentr? en sus d?as gloriosos casi un tercio de la econom?a china y hoy la lastra. La deriva dibuja un horizonte preocupante. Durante muchos a?os carecieron los chinos de alternativas inversoras razonables a las viviendas y, con el 70 % de la riqueza urbana en ellas, muchos son hoy m?s pobres. La inquietud es compartida con los que las esperan. Las promotoras s?lo han entregado un 60% de las casas compradas sobre plano entre 2013 y 2020, seg?n un estudio de Nomura. Hay entre 50 y 100 millones de apartamentos vac?os, algunos por finalizar, aseguran estudios s?lidos. La explosi?n de la burbuja inmobiliaria no ha provocado el tsunami social ni el colapso del partido que durante a?os pronosticaron las voces de Occidente, pero s? genera un comprensible descontento y golpea la reputaci?n de un Gobierno paternalista como ning?n otro. Ante cualquier contrariedad buscan los chinos la soluci?n en él y este no siempre puede acudir al rescate. Una década atr?s comprendieron los chinos que la bolsa también bajaba y esa certeza se ha extendido en los ?ltimos a?os al ladrillo.
“Estamos luchando la dura guerra contra el riesgo de las viviendas inacabadas”, ha reconocido He. Son una veintena de millones, seg?n estimaciones s?lidas. Las medidas aprobadas por Pek?n no han sido escasas ni tibias. En marzo destin? créditos inmobiliarios por valor de 200 mil millones de yuanes, casi 26 mil millones de euros, para que entregaran los apartamentos apalabradas. Esa cantidad septuplica la de los rescates anteriores.
El sector cabalg? sin bridas tras la apertura econ?mica a lomos de la nueva clase media y el trasvase masivo del campo a la ciudad. Los promotores levantaban las viviendas con el capital conseguido por las vendidas en plano y la f?rmula funcion? hasta que la deuda elefanti?sica aconsej? restringirles los préstamos. La industria fren? en seco y desde entonces s?lo acumula dramas. En los tribunales hongkoneses se ventilan los procesos de liquidaci?n de Evergrande y Country Garden, los antiguos gigantes del sector, tras su terca incapacidad para satisfacer sus deudas ni presentar un plan viable. No pretende devolverle Pek?n aquel esplendor al sector inmobiliario, volcada ya en esas “nuevas formas productivas de calidad” relacionadas con la tecnolog?a y la innovaci?n, sino que entreguen lo que prometieron.
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