Si Tadej Pogacar fuese un ciclista desconocido, que no lo es, bien podr?a utilizarse un vocablo muy gastado para asegurar que esta temporada promete. Pero cuando ya lleva los ?ltimos tres a?os, y casi cuatro, haciendo lo mismo; es decir ganando desde la primera hasta la ?ltima carrera de la temporada en la que participa, solo se puede confirmar que es un ciclista de otra especie, un corredor irrepetible y que pondr? de nuevo la campa?a ciclista a sus pies o bajo el control de sus pedales.

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En oto?o se despidi? ganando el Giro de Lombard?a. Después se fue de vacaciones a Colombia y sin prisas, dejando pasar el mes de enero, quiso debutar en la Jaén Para?so, una prueba de un d?a que lleg? en 2022 para quedarse, para crecer poco a poco y que ya en la segunda edici?n se la apuntase Pogacar.

Si se repasa su ficha y se mira la fecha de nacimiento se comprobar? que solo tiene 24 a?os y que le quedan todav?a muchos territorios ciclistas para incorporar a su imperio, quien sabe si la Vuelta a Andaluc?a, en la que participa y que empieza este miércoles.

Porque Pogacar, al igual que hizo en su d?a Eddy Merckx, no sabe correr de otra manera que para ganar puesto que para él no existe la f?rmula de entrenar con dorsal, acumular kil?metros para el objetivo del a?o, el de siempre, que es imponerse en el Tour. No lo sabe hacer. Y seguramente -para fortuna del espectador- no lo har? nunca.

Adem?s, cuando gana, por ejemplo, este lunes en tierras de Jaén, lo hace con un ataque lejano. A 43 kil?metros demarr? por primera vez para poner a todos los que iban a su rueda firmes y asfixiados. Y un kil?metro m?s adelante ya no los puso firmes, sino que los revent? para marcharse en solitario y decirles que ya lo saludar?an en la meta; adi?s muy buenas.

Venci? entre olivos de poemas y cuentos. Gan? llevando las ruedas m?s anchas de lo normal, como si fuese en una bici de las de ‘gravel’, de las que ahora est?n de moda entre los cicloturistas, por caminos de tierra, con piedras que se le clavaban en las ruedas -hasta tuvo que reemplazar la bici por aver?a- para fugarse y levantando un polvo que no siquiera llegaron a divisar los que lo persegu?an para luchar por la segunda plaza de la prueba.

Gan? cuando todav?a no ha debutado quien est? llamado a ser su gran rival en el Tour, Jonas Vingegaard, que se estrenar? también en tierras espa?olas, el 23 de febrero, en O Gran Cami?o, otra carrera que vio la luz el a?o pasado, aunque en este caso bajo la modalidad de estar repartida en cuatro etapas. Hasta Bilbao, ya en el Tour, el 1 de julio no volver?n a verse y en este momento -posiblemente igual a principios de julio- resulta muy dif?cil, al margen de simpat?as, decantarse hacia el ciclista esloveno (vencedor en Par?s los a?os 2020 y 2021) o el danés (ganador en 2022).

Habr? que esperar al debut de Vingegaard para ver si se estrena al ataque, como Pogacar, o se coloca una careta m?s conservadora. Pogacar gan? entre los olivos de Jaén, en solitario, como los grandes campeones, para esperar en la meta, en este caso de Baeza, a los adversarios que, como él, hab?an partido desde los cerros de ?beda.



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