Real Madrid TV, la televisi?n oficial del club blanco, es una de las protagonistas de la temporada. Sus incendiarios v?deos en contra de los ?rbitros, impropios de un canal corporativo, buscan condicionarlos y han contribuido decisivamente a que el arbitraje espa?ol se encuentre en una profunda crisis. No es razonable esperar periodismo imparcial de un medio de comunicaci?n (que no de informaci?n) corporativo, pero lo del Real Madrid TV no es forofismo ni propaganda, sino una estrategia comunicativa concebida no s?lo para influir sobre los ?rbitros, sino para crear un estado de opini?n p?blica en el que el Real Madrid siempre gane, o al menos no pierda, suceda lo que suceda en el campo. Real Madrid TV es a la informaci?n deportiva lo que los tuits de Donald Trump fueron a la comunicaci?n pol?tica.

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El trumpismo no se entiende sin Twitter, hoy X. Cuando Trump lanz? su carrera pol?tica, nadie se lo tom? en serio, salvo las televisiones que buscaban sal y pimienta para mejorar los ratings de una campa?a electoral (2016) que se preve?a un aburrido paseo triunfal de una candidata aburrida, Hillary Clinton. Trump, millonario que ejerc?a de buf?n residente en los saraos de ricos de Nueva York, val?a la audiencia que generaban sus titulares escandalosos, al principio formada por ofendidos e indignados. Para ello, Twitter fue su arma de distracci?n masiva. Con la colaboraci?n de las televisiones tradicionales, a golpe de tuit marc? el devenir de la conversaci?n pol?tica. Al principio, el periodismo tradicional le sigui? la corriente por novedad e interés. Cuando se dieron cuenta de que tuit a tuit Trump decid?a los temas de conversaci?n, fue demasiado tarde. ?C?mo no iban a hablar de Trump y de lo que Trump hablaba? Hab?an ca?do en la trampa.

Ya en la Casa Blanca, Trump refin? su poder. Libre de las ataduras y engorros deontol?gicos del periodismo, desde su m?vil cambi? el marco ideol?gico del pa?s hablando directamente a sus seguidores, sin intermediarios que matizaran o mediatizaran su discurso, ya fuera por principios, ya fuera en provecho propio. Sus tuits movieron el péndulo ideol?gico hacia la derecha extrema, y obligaron primero a los tertulianos, después a los medios y finalmente a su propio partido a moverse con él para no perder terreno. Trump marc? los l?mites del terreno de juego, cada vez m?s extremos, y quien quiso continuar siendo de derechas y conservador en EEUU no tuvo m?s remedio que seguirlo hasta la l?nea del c?rner y m?s all?.

La estrategia comunicativa de Real Madrid TV sigue su ejemplo. Al Real Madrid no le faltan precisamente portavoces, informadores y correligionarios en los medios de comunicaci?n, pero a través de los medios el mensaje siempre llega mediatizado a los ciudadanos. Real Madrid TV, y una blancoesfera af?n en las redes, se salta a los intermediarios y con sus cr?ticas feroces a los ?rbitros crea un nuevo terreno de juego en el que el Madrid nunca se equivoca, siempre es la v?ctima y siempre merece ganar.

Con esta visi?n del mundo transmitida sin pa?os calientes de forma directa a los aficionados blancos por el canal corporativo de la propia Casa Blanca (la de Florentino, no la de Trump), los periodistas y medios afines al Real Madrid que buscan la audiencia de seguidores blancos se encuentran con la tesitura de tener que secundar y abrazar estas tesis si no quieren ser considerados tibios por su propia parroquia. El f?tbol, en su vertiente forofa, no sabe de templanzas y no tolera la duda: es una historia de amor, una pasi?n, y, como tal, exige fidelidad ciega, vino y rosas en los buenos tiempos y sangre en los malos. Cuando estos llegan, nada mejor que echar mano de los ?rbitros. As? quedan sepultadas por tibias e incluso antimadridistas las informaciones que hablan de que el Atlético empat? por culpa de la mala planificaci?n de la plantilla que llev? a jugar el derby con Carvajal de central, por poner un ejemplo. Real Madrid TV, prietas las filas, marca el mensaje: la culpa fue de los ?rbitros y del espectro de Negreira. Prohibida la duda.

Real Madrid TV sabe lo que se hace: establece el marco informativo, que equivale a decir el mental, que los hinchas blancos consideran cre?ble y tolerable. Obliga as? a los medios que informan del Madrid a aceptarlo para no correr el riesgo de quedarse en fuera de juego. Y le funciona. Puro trumpismo.



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