Investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) han sugerido en un estudio que la "gran diversidad y abundancia" de dinosaurios carn?voros como espinosaurios y carcarodontosaurios impidieron la presencia de tiranosauroides durante el Cret?ceo inferior en la Pen?nsula Ibérica.

La revista 'Historical Biology' ha publicado esta investigaci?n que describe un gran diente asociado a un espinosaurido y dos vértebras caudales atribuidas a un carcaradontosaurio provenientes de la Comunidad Valenciana, informa el ICP en un comunicado este jueves.

Los investigadores han hecho una revisi?n del material hist?rico de excavaciones realizadas en los alrededores de Morella (Castell?n) y han completado la descripci?n de un gran diente y dos vértebras de la cola que pertenecen a dos grupos distintos de dinosaurios ter?podos de hace unos 125 millones de a?os, durante el Cret?ceo inferior.

El diente, de aproximadamente 4 cent?metros de longitud, destaca por su forma c?nica con estr?as longitudinales y sierras s?lo en uno de los m?rgenes, unas caracter?sticas distintivas que ha permitido a los autores asignarlo a la especie de espinosaurido Protathlitis.

Por otro lado, las vértebras de la cola presentan caracter?sticas muy similares a las de los carcarodontosaurios, un grupo que incluye las especies de dinosaurios carn?voros m?s grandes del Cret?ceo inferior.

La gran cantidad de depredadores coexistiendo todos juntos en el mismo espacio y tiempo podr?a haber condicionado la presencia de otro grupo de depredadores que se ha identificado en otras regiones de Europa: los tiranosauroides, los antepasados del Tyrannosaurus rex.



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