omo huyendo de su identidad, Agust?n Fern?ndez Mallo (A Coru?a, 1967) era f?sico nuclear hasta que en 2001 se autopublic? un poemario que, por su extraordinaria fuerza, acu?? el término de postpoes?a. Cinco a?os después, su novela Nocilla Dream supuso un giro que bautiz? una nueva generaci?n literaria. Es el ?nico autor espa?ol Premio Europeo de Literatura (2022). Su ?ltimo ensayo, La forma de la multitud (Galaxia Gutenberg), Premio Eugenio Tr?as, mapea nuestra identidad internauta y advierte: no te la creas.
-Ni moral ni ética ni amor ni humanismo, ?nada existe sino la religi?n como c?digo de comportamiento?
La religi?n est? en la base antropol?gica de todo comportamiento humano: establecemos relaciones con entidades que no vemos y adoptamos como creencia o fe, aunque sean laicas.
-Sostiene que el capitalismo es una patolog?a social por cuanto nos hace tener fe en algo que no existe: el dinero sin patr?n oro ni de ning?n tipo. ?Estamos todos locos?
S?, es una suerte de locura controlada y practicada socialmente que no necesariamente nos lleva al desastre, aunque a veces conduzca a situaciones no deseadas. No escribo ni a favor ni en contra del capitalismo, simplemente mapeo una din?mica de comportamiento.
-?Est? seguro de no posicionarse?
Ser?a in?til, porque no hay aparente soluci?n, pero al menos intento saber a qué atenernos. Todo parte de un principio ontol?gico central: entre lo que el ser humano piensa o teoriza y lo que hace, hay un agujero insalvable. El ser humano se empe?a en saltarlo y para ello establece afectos, religiones, teor?as cient?ficas, gobiernos, agendas… pero toda su aspiraci?n, la vida entera, se va por ese agujero.
-Pues vaya plan. De entre todos los capitalismos que cita, ?el emocapitalismo, que apela a nuestras emociones, ser?a el m?s perverso?
El m?s sofisticado. Hasta finales del siglo XX, los poderes p?blicos controlaban a la poblaci?n a través de lo que Foucault llam? “vigilar y castigar”, mandato y coerci?n, pero entonces el mercado y el poder concluyen que lo m?s efectivo es dar al p?blico lo que quiere: satisfaciendo sus deseos consiguen sus réditos monetarios y electorales. La opini?n p?blica se convierte en una religi?n, de nuevo.
-La aceleraci?n de los robots ser?a a su juicio la causa de las ?ltimas crisis financieras. ?Puede definir “aceleraci?n”?
Me refiero solo a la crisis del 2018. El ser humano ha intentado siempre ir contra el 'kronos', todo se hace cada vez m?s r?pido, se produce una aceleraci?n. Al introducir la rob?tica en las redes de control financiero, los bots operan a una velocidad de escala infinitesimal a la que el humano no puede acceder, no ve las operaciones y por tanto no puede pararlas, pero en cambio s? sufre las consecuencias de su aceleraci?n, como fue aquella crisis financiera.
-Agust?n, ?somos pura estad?stica?
Siempre lo hemos sido: toda colectividad intenta organizarse a través de datos que la homogenizan. Ocurre que ahora, a través de mecanismos como el Big Data, de estos datos estad?sticos se extraen comportamientos individuales: los algoritmos crean perfiles estad?sticos y sin embargo particularizados. Y esto es muy perverso, porque conf?an en que el individuo se comportar? de esta u otra manera predicha.
-?Podr?a definir lo que llama “amor estad?stico”?
A partir de nuestros perfiles de internautas aparece una afinidad, una idea de amor, no exclusivamente rom?ntico pero que intenta sustituir al de toda la vida. No digo que esté mal, pero cuando Facebook te dice que tienes un amigo has de saber que es una met?fora fabricada a partir de una estad?stica: no parte de un conocimiento personal sino de unos datos que maneja la red. Solamente advierto que la gente se enamora y vive como si fuera real algo que surge de una estad?stica. Y esto que hace 20 a?os parecer?a un chiste, hoy es casi la norma. No soy cr?tico: si se vive como real, lo es; pero ojo, hay que ser consciente de que es real de otra manera para no llevarse a enga?o.
El f?sico y escritor Agust?n Fern?ndez Mallo, en Barcelona. |
-?Yo soy yo y mis algoritmos?
Lo matizo: los algoritmos que te han sido asignados por alguien que ni has visto ni ver?s nunca. Hasta hace no tanto, la humanidad pod?a se?alar con el dedo aquello que manejaba su vida, un dios, un Estado, una corporaci?n…; pero cuando ya nuestras vidas est?n totalmente imbricadas con estos yoes estad?sticos, procesos no rastreables, no hay a quien echar la culpa. Esto nos lleva a una nueva naturaleza, que es el ?mbito internauta. Nuestra identidad ya no est? creada por cada uno sino por algo que est? ah? afuera y que no podemos controlar ni culpar, y esto cambia el paradigma de pensamiento: ?c?mo juzgar esas conductas derivadas de la identidad estad?stica? ?Hasta qué punto soy responsable de mis actos?
-Y este yo paralelo o estad?stico, ?no ser? m?s real que este otro que cada uno inventa de s? mismo? “La identidad es una alucinaci?n del ego”, sostiene.
Ambas son reales pero tiene m?s fuerza la que se inventan los algoritmos, porque no puedes controlarla y sin embargo funcionan por ti. La identidad siempre ha sido una negociaci?n entre lo que uno cree que es y lo que el exterior percibe. Y esto vale también para la identidad de los pueblos: una alucinaci?n colectiva.
La identidad siempre ha sido una negociaci?n entre lo que uno cree que es y lo que el exterior percibe-Esta noci?n de “ser incompleto”, lo que usted llama 'la Falta', y que es el gran generador de ansiedad, ?es también nuestro motor productivo?
Intentamos humanizar a las mascotas hasta el punto de vestirlas: si los perros de verdad necesitaran ir con chubasquero, la especie canina se hubiera extinguido hace miles de a?os-Seg?n Lacan y Agust?n Fern?ndez Mallo, todo esto se debe a la “imposibilidad de la relaci?n sexual como tal”, como relaci?n entre iguales. ?También es esto lo que genera la adici?n a la Red?
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