Entre los a?os 2018 y 2020 la generaci?n de energ?a renovable vivi? un crecimiento imparable con peticiones para engancharse a la red eléctrica que multiplicaban por siete el objetivo a 2030. Muchas de ellas no ten?an otra finalidad que conseguir el permiso de acceso a la red para venderlo m?s adelante, m?s caro. Ese acaparamiento especulativo de licencias sobrevuela de nuevo al sector, pero en el otro extremo de la red: la demanda, con un “crecimiento extraordinariamente r?pido” de las peticiones de acceso que ha alertado al Gobierno, seg?n se desprende del octavo paquete de medidas ‘anticrisis’.

La sospecha del Ejecutivo est? fundamentada en las “cifras” facilitadas por los gestores de las redes de transporte y distribuci?n –esto es, Red Eléctrica y las grandes compa??as (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP)-- al Ministerio para la Transici?n Ecol?gica, aunque ni este ni Red Eléctrica (empresa controlada por el Estado, que posee el 20% de su capital a través de SEPI) ha querido facilitar esos n?meros tras la petici?n de este medio. Esos datos dar?an cuenta de un “fuerte aumento de las peticiones de acceso a las redes para conectar nuevos consumos” a lo largo de los “?ltimos meses”; pero, mientras los proyectos que hay detr?s de esas solicitudes en algunos casos “comienzan a desarrollarse r?pidamente", "en otros no”.

Espa?a cuenta con 45.087 kil?metros de cables eléctricos, que son los encargadas de llevar esta energ?a desde la producci?n hasta el consumo. Hasta ahora, su planificaci?n se realizaba a partir de las necesidades de generaci?n y la estimaci?n sobre la instalaci?n de nuevas renovables o de las necesidades de consumo trasladadas por las compa??as a partir de los h?bitos de sus consumidores. Pero en los ?ltimos meses se ha abierto un nuevo paradigma: el de los grandes consumidores, que quieren conectarse a la red bien por la electrificaci?n del consumo de industrias que ahora utilizan otras fuentes de energ?a (por ejemplo, la qu?mica) o bien por tratarse de nuevos consumidores.

Tres tipos de consumidores

Los temores del Gobierno sobre posible especulaci?n se dirigen hacia estos ?ltimos, pues el crecimiento al que hace referencia se produce fundamentalmente a partir de tres tipos de consumidores que apenas tienen incidencia en el consumo actual: las instalaciones de producci?n de hidr?geno, centros de procesamiento de datos e instalaciones de almacenamiento.

“Este eventual acaparamiento de permisos de acceso a la red para grandes consumos, unido a que los permisos de acceso de consumo no tienen una caducidad claramente definida aconsejan tomar medidas que permitan evitar el acaparamiento especulativo de los mismos por proyectos que no tienen una clara visibilidad para su desarrollo”, justifica el Ejecutivo.

La nueva regulaci?n

En este punto, el Gobierno ha decidido poner en marcha una nueva regulaci?n que establece que, en casos en que exista competencia por el acceso para demanda en un determinado nudo de la red de transporte, su adjudicaci?n se realice “mediante un procedimiento de concurso” en el que se tenga en cuenta “criterios de madurez de los proyectos, volumen de inversiones asociadas y contribuci?n a la descarbonizaci?n de la demanda energética, entre otros”.

Con el mismo fin y un car?cter m?s general, introduce otras dos medidas. Por una parte, el establecimiento de garant?as para los proyectos que se conecten a las redes de tensi?n igual o superior a 36 kilovatios (kV), es decir los grandes proyectos de consumo tendr?n que entregar un dinero que, si no cumplen sus planes, no les ser? devuelto. Y, por otra parte, se establece la caducidad de los permisos de acceso y conexi?n si en el plazo de 5 a?os desde su obtenci?n no se realiza un contrato técnico de acceso por una potencia equivalente de, al menos, el 50 % de la capacidad de acceso del permiso.

Nuevo pinchazo

En el caso de los permisos ya otorgados, el Gobierno establece un periodo transitorio para constituir las garant?as necesarias y los plazos de caducidad comenzar?n a computar desde la entrada en vigor del presente real decreto-ley, este viernes.

De esta forma, trata de frenar una situaci?n parecida a la vivida hace cuatro a?os en la generaci?n renovable. Entonces, el Ministerio para la Transici?n Ecol?gica desarroll? una norma que establec?a un tiempo m?ximo a los promotores desde que ped?an el acceso y conexi?n a la red hasta que lo pon?an en marcha que ascend?a a un m?ximo de cinco a?os, aunque el decreto ‘anticrisis’ ha ampliado este periodo a un m?ximo de ocho a?os ante los cuellos de botella generados en la administraci?n.



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