El Tribunal Supremo ha ratificado la suspensi?n de empleo por seis meses impuesta a un guardia civil que ayud? a la alcaldesa de Santa Mar?a de Cay?n (Cantabria), Mar?a Pilar del R?o Ruiz de Prada, a irse de un accidente de tr?fico que hab?a provocado sin que la patrulla de tr?fico que se person? en el lugar para comprobar c?mo se hab?a ocurrido el siniestro pudiera hablar con ella y realizarle los preceptivos test de alcohol y drogas.

La directora general de la Guardia Civil hab?a impuesto inicialmente una suspensi?n de un a?o, pero la ministra de Defensa, Margarita Robles, se la rebaj? a seis meses, pese a seguir consider?ndole autor de una falta muy grave consistente en "el abuso de atribuciones que cause grave da?o a los ciudadanos o la Administraci?n". El guardia civil, sargento primero del instituto armado, recurri? la sanci?n en casaci?n al Supremo.

El expediente que se le abri? declaraba que el accidente se produjo del 6 de noviembre de 2021, a la altura del kil?metro 2 de la CA 142, donde el coche en el que viajaba un matrimonio redujo la marcha para introducirse en su vivienda y fue alcanzado por detr?s por el veh?culo de la alcaldesa. Del R?o Ruiz de Prada llam? al guardia civil sancionado, que se present? en el lugar a los cinco o diez minutos, mientras que la pareja telefoneaba al 112, al presentar ella dolores en distintas partes del cuerpo.

A ra?z de esta llamada, una patrulla del Destacamento de Tr?fico de Santander acudi? también. Primero se acercaron al veh?culo de la alcaldesa y el sargento primero condenado, a quien conoc?an, les dijo que estaba todo arreglado: que se trataba de un peque?o golpe y que har?an un parte. Tras pedirles que esperaran, continuaron hasta el otro coche para hablar con el matrimonio. "Para sorpresa de los agentes", se percataronn de que tanto el sargento como la alcadesa hab?an "abandonado subrepticiamente y sin avisar la escena del accidente".

Con ello el sargento primero suspendido "habr?a favorecido que la responsable del accidente haya abandonado el lugar del mismo sin haber podido tan siquiera identificarla", lo que impidi? "el desarrollo normal de las actuaciones de los agentes de tr?fico", as? como "la posibilidad de someter a dicha conductora a las pericias de detecci?n de alcohol o drogas".

Una vez localizado, el teniente "afe? el comportamiento" al sargento, a lo que este le manifiesta que entend?a lo que quer?a decir, pero que "ten?a que sacar de ah? a la alcaldesa". No se la pudo encontrar y no declar? en dependencias de la Guardia Civil hasta el 15 de noviembre.

Honradez y ejemplaridad

El Supremo declara que "comparte el criterio de que el ahora recurrente (...) no solo hizo un mal uso, abus? de sus atribuciones, sino que adem?s no cabe duda alguna de que con su comportamiento ocasion? un grave da?o a la Administraci?n representada por el Cuerpo de la Guardia Civil, pues tanto si se est? de servicio como si no se est?, su comportamiento debe ser acorde con los valores y principios inspiradores de la Guardia Civil".

De ah? que considere "indudable el grave da?o al crédito de la Instituci?n de la Guardia Civil que supone que uno de sus miembros (...) no solo no cooperase con la patrulla de tr?fico que se person? en el lugar del accidente para tratar de esclarecer lo ocurrido, sino que incluso 'tras indicarle que esperase' mientras iban a ver a los ocupantes de uno de los veh?culos implicados en el accidente, para sorpresa de los agentes y de los ocupantes del otro veh?culo (...) abandonaran 'subrepticiamente y sin avisar la escena del accidente'". Ello impidi? "el desarrollo normal de las actuaciones de los agentes, as? como la posibilidad de someter a dicha conductora a las pericias de detecci?n de alcohol y drogas", lo que "choca gravemente con los principios de objetividad, integridad, responsabilidad, imparcialidad, honradez y ejemplaridad, que en todo momento y circunstancia deben ser observados".

En cuanto a la alegaci?n de falta de proporcionalidad de la sanci?n impuesta, el Supremo destaca que la ministra se la rebaj? a la mitad por su historial de servicios. Considera que "la sanci?n impuesta est? debidamente motivada e individualizada". A?ade que "teniendo en cuenta las sanciones" previstas en el Reglamento de la Guardia Civil "para las faltas muy graves (separaci?n del servicio, suspensi?n de empleo de tres meses y un d?a a tres a?os y pérdida de puestos en el escalaf?n), la sanci?n de suspensi?n de empleo no solo no es la sanci?n m?s grave de las previstas, sino que adem?s le ha sido impuesta pr?cticamente en su m?nima extensi?n".



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