En la famosa bronca de Xavi a los jugadores tras la desastrosa primera parte ante el Almer?a, hubo un detalle nada menor. Seg?n han filtrado diversos medios, el entrenador del Barça pas? de una rega?ina genérica a un se?alamiento muy concreto cuando, dirigiéndose expl?citamente a Lewandowski, le espet? esta frase: “?A ver si empiezas a correr de una pu?etera vez!”.

La frase no es balad?, porque la dirige a la te?rica estrella del equipo y porque es un reproche que sugiere que el problema no es de un partido sino que viene de lejos. Lo cierto es que con el rendimiento del delantero polaco hay un antes y un después del Mundial de Qatar, al que lleg? plet?rico, y del que sali? visiblemente pasado de forma. Esta temporada, a pesar de que su media goleadora tampoco es catastr?fica (9 goles en 21 partidos de Liga y Champions y es de lejos el pichichi del equipo), est? muy por debajo de sus registros hist?ricos y su juego es desde hace tiempo una isla desconectada del juego del equipo.

El problema con Lewandowski es que todav?a no se puede dilucidar si su bajo rendimiento es una crisis circunstancial como la que atenaza a veces a los delanteros que no marcan y de la que saldr? pronto cuando recupere su confianza o si puede ser una crisis estructural, que tenga que ver con su f?sico en declive (en agosto cumplir? 36 a?os) o con su motivaci?n, consciente de que est? ya en la recta final de su carrera.

El fichaje del polaco no puede desligarse de la traum?tica marcha de Messi: Laporta lo anunci? a la carrera tras el socav?n emocional que caus? haber despedido por sorpresa y sin previo aviso al mejor jugador de la historia, y con la intenci?n (nunca confesada) de sustituir a uno por otro. Dos a?os y medio después del trauma, ya nadie puede llevarse a ning?n enga?o. La sustituci?n de Messi era emocionalmente y deportivamente una entelequia imposible, no solo porque sus 25-30 goles anuales son irreemplazables sino sobre todo porque no hay ni un solo jugador, tampoco Lewandowski, que pueda ni siquiera recordar su liderazgo social, deportivo y emocional.

Curiosamente, lo ?nico en lo que cada vez se parecen m?s Messi y Lewandowski es en el sueldo: la temporada que viene el polaco cobrar? 32 millones brutos, en virtud de uno de estos contratos ascendentes que tanto se critic?, con raz?n, de la anterior junta directiva. Este es el c?ctel diab?lico que amenaza hoy a Robert Lewandowski: una tensi?n creciente con Xavi, la incapacidad de ser el l?der prometido de esta nueva era post-Messi y por ?ltimo un contrato casi inasumible en un futuro inmediato por muy firmado que esté.

De fondo, no es un asunto menor la relaci?n privilegiada de amistad entre su agente Pini Zahavi y el presidente Laporta. Cierto, en el f?tbol cualquier situaci?n cr?tica se soluciona con goles, y es algo que el futbolista polaco ha demostrado sobradamente que sabe hacer muy bien. Pero si no reacciona r?pido, y teniendo en cuenta que su contrato finaliza en un lejan?simo 2026, disculpen la pregunta, ?pero qué haremos con Robert Lewandowski?



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