El Real Madrid suma y sigue. Ya son 19 las victorias consecutivas en idéntico n?mero de partidos oficiales desde el comienzo de la campa?a, la ?ltima de ellas sin ning?n tipo de miramientos ante un M?naco (91-73) al que pas? por encima liderado por un gran Dzanan Musa (21 puntos y 5 asistencias para 29 de valoraci?n).

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En una semana complicada para los blancos, con cuatro enfrentamientos de m?xima exigencia, el bando monegasco se presentaba como el tercero de la lista tras los triunfos contra el Bilbao B?sket en la Liga Endesa y el Valencia B?sket en la Euroliga. Un plantel peligroso que ya hab?a ganado en el WiZink en su anterior visita, la ?nica vez en seis precedentes oficiales, y que estuvo entre los cuatro mejores del continente el pasado curso. Pero ni por esas.

Los de Chus Mateo no miden la magnitud de quién tienen enfrente. Son el equipo a batir, lo saben y como tal salen todos los partidos a la pista con un alto nivel de autoexigencia. Esta vez no fue la excepci?n y, tras corregir algunos desajustes que acomodaban los lanzamientos exteriores del M?naco, se metieron pronto en faena.

Pese a intentar solo un triple en casi cuatro minutos, fueron sumando lo mismo que su oponente hasta el momento de dar el primer golpe de autoridad. Un parcial de 11-2, con Musa desatado, les ofreci? un colch?n de nueve puntos. Sigui? con su inspiraci?n el bosnio hasta el final del primer acto y se le uni? Walter Tavares, sumando entre ambos hasta 22 de los 30 puntos de un colectivo que termin? con 7 de 8 en lanzamientos de dos.

Tras reponer fuerzas brevemente, comenzaron a llover los triples que antes brillaban por su ausencia de la mano de Sergio Llull. El balear clav? dos seguidos y el postrero de ellos encoleriz? al técnico rival, Sasa Obradovic, que con la cara roja de ira a juego con su corbata se hizo o?r en el tiempo muerto.

No le import? al madridista, que todav?a tuvo tiempo de anotar otro m?s sobre una bocina de posesi?n para situar a los suyos veinte por delante. La insolencia de Llull hizo asomar el orgullo del M?naco, que con un 2-9 favorable termin? poniéndose a menos de quince y arrastr? esa desventaja hasta el intermedio.

La distancia se mantuvo durante el arranque del tercer acto, pero con la sensaci?n de que el Real Madrid todav?a se guardaba algo. Esa energ?a la descarg? con un parcial de 12-2 sostenido en el tiempo, que a falta de un cuarto de hora para la conclusi?n le dio una renta de 23 puntos. El trabajo estaba ya hecho, con mucha antelaci?n y con grandes n?meros: 80 puntos, 28 rebotes defensivos y 23 asistencias al cierre del tercer cuarto.

Convertir en testimoniales los diez minutos decisivos ante un conjunto como el M?naco est? al alcance de pocos equipos europeos. Pero as? fue para el Real Madrid, que alcanzada la barrera de los 30 a favor se limit? a cerrar la velada sin hacer m?s da?o del ya causado y a pensar en su siguiente reto, la visita liguera del Unicaja de M?laga.



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