Hay unas palabras de Xavi tras el partido de Anoeta que invitan a la reflexi?n: “La derrota del Madrid nos afect? m?s de lo normal y de lo que esper?bamos”. ?C?mo es posible que un resultado adverso puede hacer temblar los cimientos de un proyecto hasta el punto de discutir la continuidad del entrenador (la pregunta a Deco en el documental de Bojan), que afecte la tranquilidad de un presidente (la reacci?n de Laporta en Montjuïc) o la estabilidad de un vestuario (caso Gündogan)? Si todo esto ha pasado, que s?, solo se puede encontrar una raz?n y es que los cimientos del actual proyecto azulgrana no est?n tan bien asentados como parec?a. Y es que, en general, lo inmediato acaba condicionado demasiado el pasado, el presente y el futuro de un club que vive a toda velocidad, sin calma, apretado por las urgencias econ?micas y deportivas. Hay prisa por todo. Demasiada. Y este acompa?ante de viaje acaba siendo un mal socio.

Hay prisa por hacer debutar a Ansu Fati con solo 16 a?os, hay prisa por convertir a Lamine Yamal en el nuevo Messi cuando todav?a no ha hecho nada, hay prisa por otorgar condici?n de estrella a Ferm?n tras marcar solo un par de goles cuando en toda su carrera siempre fue un acompa?ante. Con todos los j?venes hay prisa. Y la prisa es una mala consejera porque estos chicos, por muy buenos que sean, deben vivir un proceso de maduraci?n f?sica y mental que precisa tiempo. Y no se lo damos porque el Barça necesita un relato, nuevos referentes.

Y no solo pasa con los j?venes. Hay prisa por renovar a Joao Félix después de marcar tres goles y dar tres asistencias en los cuatro pimeros partidos, pero después encadena ocho sin tocar bola, con solo dos asistencias y cero goles, protagonizando el peor inicio de Liga de su vida. ?No ser? que era precipitado todo? Cuando hay que recordar que la mejor temporada de su vida fue en categor?a juvenil, en Portugal, y ha acabado saliendo por la puerta trasera del Atlético y Chelsea.

No solo con las promesas hay prisas. Parece que se quiera retirar a Lewandowski cuando sale de una lesi?n y, al no ser joven, le cuesta m?s reencontrarse a s? mismo. Y podr?amos ir relatando caso por caso porque con todos ocurre algo parecido.

Y es que el Barcelona vive apretado en lo econ?mico y en la b?squeda de resultados deportivos y esta urgencia se acaba traslandando a diferentes niveles de la entidad hasta el punto de intoxicarla y provocar que los cimientos de un proyecto se acaben removiendo por un resultado adverso. Encontrar esta estabilidad, esta mayor tranquilidad, es un reto may?sculo porque si no se logra, seguir? traspasando las paredes del vestuario. Y eso condiciona a todos.

Demasiados triunfos por la m?nima

Que al Barça hay que exigirle que juegue mejor es una obviedad. No atraviesa por un buen momento y fruto de ello son los resultados que ha ido cosechando. Hay uno significativo que demuestra que queda camino por construir. Si los resultados de Xavi desde que asumi? el banquillo del Barcelona han sido muy superiores a los que cosech? Koeman, también es cierto que los marcadores no invitan a demostrar que los triunfos llegan con autoridad, con solvencia.

Desde que lleg? Xavi, el Barça ha ganado 19 partidos por la m?nima, por 1-0 siendo el equipo de la LIga que m?s veces ha cosechado este resultado. El segundo es la Real Sociedad (11) y el tercero es el Mallorca y Atlético de Madrid (10). No es lo que el Barcelona nos ten?a acostumbrados en un pasado reciente, cuando nunca hab?a vivido de los servicios m?nimos. Se supone que la vuelta de los lesionados debe ayudar a dar este salto de calidad para que el equipo no sufra tanto y la afici?n disfrute m?s de los goles y del juego del equipo.



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