Cuando el Col.legi Oficial de Infermeres i Infermers de Barcelona contact? conmigo en enero para encargarnos la campa?a de este a?o y empezamos, desde la agencia, a pensar en quién pod?a protagonizarla, no dudé ni un segundo: Aitana Bonmat?.

Ser publicista significa, también, prever y adelantarse a los referentes sociales y a las tendencias que se crear?n de consumo en el futuro, y tuve muy claro que, si eleg?amos trabajar con una futbolista, por personalidad, por imagen y por proyecci?n, solo me interesaba Aitana.

Contacté de salida, y a través de Xavi Puig, con su empresa de representaci?n, un equipo joven, simp?tico y ambicioso que al trasladarme el “caché” de la jugadora (sensiblemente por encima de las posibilidades del presupuesto del colectivo de enfermeras) me hizo dudar de si alcanzar?a o no a poder “jugar con ella”.

No desist?, y recuerdo que gravé un mensaje de voz para que se lo hiciesen llegar donde le explicaba de forma ?ntima y personal el momento de stress post-pandémico de nuestro colectivo profesional y su fr?gil situaci?n laboral y retributiva, pero también la fuerza, la ambici?n y la determinaci?n con la que trabajan las enfermeras y el paralelismo que ve?a con ella, as? como la plena convergencia que pod?amos conseguir si nos un?amos. La reacci?n de Aitana fue inmediata, y mostrando una humanidad que ya present?a, se prest? sin titubear a protagonizar nuestra campa?a por una cantidad excepcional y muy por debajo de la que cab?a suponer.

No la conoc? personalmente hasta coincidir con ella en el rodaje en la Ciutat esportiva. Esperaba encontrar una persona t?mida y prudente y encontré una persona t?mida y prudente, pero también hab?a dado con una mujer con un “?ngel” del todo ins?lito y sorprendente. Aitana goza de un acting singular y ?nico. Aitana te acaricia con la sonrisa y te abraza con la mirada, es fresca, auténtica y gracias a Dios, paciente. Los rodajes son pesados y los publicistas m?s: Repetimos una y mil veces tomas, corregimos dicciones, demandamos sensaciones interpretativas no siempre f?ciles de entender, pero ella, sol?cita y perfeccionista como yo, no dud? en repetir cuanto hiciese falta para conseguir, tenaz y comprometida, el objetivo deseado.

Detr?s de ese aspecto fr?gil, como inseguro, descubr? que en realidad se ocultaba una bestia. Una profesional como la copa de un pino. Un ser humano mucho m?s seguro que muchos de los que opinamos sobre ella, y que, en una anécdota impagable y ante mi petici?n de filmarla dando toques con la cabeza como imagen de recurso, no dud? en soltarme: “Llu?s, déjate de cabecitos, al futbol se juega con los pies”

Palabra de Aitana. Palabra de Dios.



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