Los observadores cient?ficos embarcan en cientos de pesqueros del pa?s para recopilar toda la informaci?n posible. La Asociaci?n Profesional de Observadores Cient?ficos Marinos (Apocm) naci? para intentar dar voz a los profesionales. Hoy son 162 socios, la mayor?a (casi el 60%) mujeres, y su presidenta es Matxalen Pauly, que desgrana en esta entrevista el d?a a d?a de este trabajo y sus reivindicaciones.

La Apocm naci? poco después del accidente del “Villa de Pitanxo”, ?qué les hizo emprender esta asociaci?n?

La verdad es que en a?os anteriores al fat?dico accidente fueron muchos los intentos de crear una asociaci?n. Tanto nacional como internacionalmente. Se intent?, por ejemplo, crear una a nivel europeo, pero debido a a la gran variedad y tipolog?a que existe entre los observadores, las posibilidades de comunicaci?n que hay en el mar y lo dispersado del colectivo a lo largo y ancho de los siete mares… Al final se complicaba todo bastante y qued? en vano. Meses antes del accidente nos juntamos unos cuantos para intentar darle forma a una asociaci?n y el Villa de Pitanxo fue lo que lo aceler?.

En el buque también falleci? el observador, Manuel Navarro.

Si, iba all? a bordo y fue uno de los que no se pudo encontrar el cuerpo. Ya que fue este accidente el detonante o acelerante del nacimiento de la asociaci?n, quisimos nombrarlo miembro honor?fico en su recuerdo y como reconocimiento al papel que juega el observador, que al final nos jugamos la vida como cualquier otro que trabaja en el mar.

Una figura m?s en el sector.

Exacto. Estamos sometidos a los mismo riesgos e inclemencias temporales que cualquier otra persona de la tripulaci?n. Quiz? los observadores no aguantan en el oficio tanto tiempo, porque las condiciones laborales no son muy buenas. Si te juegas la vida por ganar dinero o tener buenas condiciones laborales, pues igual puede compensar, pero para ganar cuatro duros no compensa. Hay mucha gente que al final lo acaba dejando.

?Cu?les son vuestras principales demandas?

Queremos crear una plataforma para poner en com?n la situaci?n el colectivo, tener una voz conjunta. Entre las principales demandas est? la mejora de las condiciones laborales, estableciendo unos m?nimos; equiparar la profesi?n a nivel fiscal y administrativo a las dem?s profesiones de categor?a mar?tima, también reivindicar un estatus marino a todos los efectos, para garantizar un nivel m?nimo de protecci?n. Ah? puede estar, por ejemplo, el coeficiente reductor de la edad de jubilaci?n. También queremos reivindicar la figura de la mujer en el mar en general, dignificar la figura del observador para poner en valor la calidad de los datos que generamos…

?Est?n los buques de pesca preparados para acoger a los observadores?

En lo que respecta a la habitabilidad, normalmente s?, aunque es habitual encontrar todo tipo de casos. Depende mucho de los caladeros y pesquer?as, pero muchas veces las condiciones son pésimas incluso para los propios marineros y a los observadores nos afecta de igual manera, no tenemos una categor?a especial. Nos hemos encontrado con observadores que no tienen donde dormir porque la tripulaci?n supera la capacidad del buque, con gente que tiene que descansar encima de las redes, sobre colchones h?medos, con chinches o directamente jugar a las camas calientes. También aseos en malas condiciones o ausencia de ellos, de hecho, yo misma en mi experiencia he llegado a hacer mis necesidades en un v?ter, en una letrina, en un cubo con agua o incluso en un trapo. Y de la ducha ya no hablamos.

?Cu?nto cobra un observador?

Es dif?cil de establecer, porque estamos contratados a través de empresas intermediarias, ETTs del mar que ganan licitaciones del IEO y depende de la empresa, de la pesquer?a, del tipo de observador que seas... La percepci?n general es que has estudiado durante a?os y te has formado como observador para acabar jug?ndote la salud f?sica y mental, o incluso la vida, por un sueldo miserable. Manu, que perdi? la vida en el Villa de Pitanxo, cobraba 64 euros brutos por d?a embarcado. Lo extrapolas a cuatro meses y piensas: “Me estoy jugando la vida por nada”. Cuando hablas con la tripulaci?n de estos temas te dicen que has hecho mal negocio invirtiendo tanto tiempo, dinero y esfuerzo en estudiar una carrera para acabar trabajando por cuatro duros y llevando una vida de pescador.

?Qué es lo m?s dif?cil de la profesi?n?

La incertidumbre que vivimos sobre nuestra vida laboral, sobre la convivencia a bordo, porque a veces embarcas en barcos diferentes, sobre c?mo estar? el mar… A menudo nos sentimos muy solos como personas y profesionales, porque al aislamiento que padece cualquier persona en el mar hay que sumarle la incomprensi?n que sufrimos, porque a menudo nuestra figura no es bienvenida en el barco, lo que nos deja en una situaci?n muy vulnerable. A veces nos tratan como si fuéramos el enemigo cuando no lo somos. En tierra nos encontramos desperdigados y nos cuesta hacer pi?a como gremio. Al final te juegas la vida en un trabajo mal pagado, sin estabilidad laboral, encadenando contratos temporales uno detr?s de otro y cuando te encuentras con olas de 10 metros te preguntas qué narices estoy haciendo.

En un sector tan masculinizado como la pesca, ?esta realidad que describe es peor para las mujeres?

Respecto a la vulnerabilidad a bordo estamos bastante igualados. En cuanto a condiciones salariales o laborales hay equiparaci?n. Lo que es el papel de la mujer a bordo a veces s? que te encuentras con comentarios y actitudes que no son de tu agrado. A veces se te toman como un eslab?n débil, que vas a dar m?s trabajo o que piensan que el mar no es para mujeres. A menudo son actitudes que a medida que pasan los d?as y ven c?mo trabajas van cambiando. Hay también algunos, pocos, casos de acoso, que te estén “tirando la ca?a” continuamente o situaciones muy inc?modas con las que una observadora tiene que lidiar. Y hay que tener en cuenta que est?s sola en un barco y con un aislamiento respecto a tierra. Desde Apocm estamos intentando recopilar informaci?n detallada al respecto para poder cuantificarlo.



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