Oviedo fue capital de la paz el 24 de noviembre de 1994, el d?a que el l?der de la OLP, Yaser Arafat, y el primer ministro de Israel, Isaac Rabin, recibieron el Premio Pr?ncipe de Asturias de Cooperaci?n Internacional. El Rey Felipe VI, que siendo Pr?ncipe de Asturias entreg? aquellos galardones, se acord? este viernes pasado, durante su discurso en la ceremonia de los Premios, de aquel momento en el que pareci? posible el entendimiento entre palestinos e israel?es. Los acuerdos de Oslo se hab?an firmado un a?o antes, "siguiendo el proceso iniciado en la Conferencia de Madrid de 1991", record? el Rey, citando el acta de aquel premio, en el que también se expresaba que todos aquellos esfuerzos deb?an "conducir a la pacificaci?n definitiva del Pr?ximo Oriente".

Hoy sabemos que toda aquella esperanza se frustr? poco tiempo después.*La salvaje*campa?a de atentados suicidas de Ham?s, contraria a los acuerdos de Oslo, hizo que Netanyahu y los derechistas israel?es torpedeasen las negociaciones entre Israel y la Autoridad Palestina. Isaac Rabin fue asesinado por la espalda por un extremista israel? el 4 de noviembre de 1995, tras un acto en el que llam? a seguir esforz?ndose por la paz a pesar de «los dolores y la dificultades». El "rais" Arafat termin? bunkerizado en la M?kata de Ramala, de la que solo sali? para morir, tras una agon?a de dos semanas, en Par?s, el 11 de noviembre de 2004.

Diez a?os atr?s, el jurado de los premios Pr?ncipe de Asturias se hab?a adelantado a los Premios Nobel en galardonar a Rabin y Arafat, como ya hab?a ocurrido en el caso de Nelson Mandela y Frederik de Klerk o Camilo José Cela, entre otros. Oviedo se blind? para la ceremonia de entrega. Arafat y Rabin vinieron con sus respectivos servicios de seguridad. Permanecieron en la ciudad nueve horas, durante las cuales les dio tiempo incluso a llegar a un principio de acuerdo para que los palestinos eligiesen su primer parlamento, durante una reuni?n en el Patio de los Gatos del Reconquista.

Ese d?a, Arafat y Rabin llegaron al Aeropuerto de Asturias con diez minutos de diferencia, a eso de las tres de la tarde. A continuaci?n se dirigieron al hotel. Cuando lleg? la hora de la ceremonia, Rabin hizo a pie el camino entre el Reconquista y el Campoamor. Arafat, que al parecer estaba m?s cansado, acudi? al teatro a bordo de un coche. Exhibi? su imagen habitual, con una amplia sonrisa, el uniforme militar y el pa?uelo palestino, la kefia, cubriéndole la cabeza.

En el vest?bulo del Campoamor se dieron la mano y acudieron juntos al escenario. En sus discursos reivindicar?an «la paz de los valientes». Sentado uno junto al otro, compartieron confidencias, como si se tratase de dos amigos m?s.

Durante la recepci?n del Pr?ncipe, Arafat se hizo fotos con quien se le pidi?, mientras Rabin, fumador empedernido, apuraba un cigarrillo. En el c?ctel, Arafat hizo buenas migas con el escritor Gabriel Garc?a M?rquez, que también hab?a recogido su premio ese d?a. Las esposas de ambos, Leah Rabin y Suha Arafat, departieron con la Reina Sof?a, que hab?a comido con ellas el d?a antes en Madrid.

A eso de las nueve y veinte de la tarde, los dos mandatarios pasaron al Patio de los Gatos, donde se reunieron a solas con dos refrescos y un cenicero para que Rabin fumase sus cigarrillos. De aquella reuni?n «muy fruct?fera y positiva», en palabras de Arafat, saldr?a el acuerdo antes citado para que Palestina tuviese un parlamento.

Fuera, el embajador israel? en Espa?a, Yaacov Cohen, abraz? a Abu Rami, representante diplom?tico palestino en Madrid. Los guardaespaldas hebreos también confraternizaron con los ?rabes.

Antes de partir para el aeropuerto –ten?an previsto marcharse a medianoche–, Arafat se fue a su habitaci?n para cenar a base de ensalada y fruta. Rabin, al otro lado de la pared, sigui? con los pitillos. Rabin se march? a Tel Aviv a las doce menos diez en un Boeing de las Fuerzas Aéreas israel?es. Arafat lo hizo en un avi?n militar espa?ol hacia El Cairo, minutos después. El tiempo demostrar?a que aquel remanso de paz que fue Oviedo se qued? en espejismo.



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