Rodrygo Goes ha entrado en una espiral negativa en este primer tercio de la temporada en el que se cuestiona su rendimiento. Sus estad?sticas goleadoras est?n por los suelos, un gol en once partidos que le alejan de la efectividad de Bellingham (10), Joselu (5) o el propio Vinicius, que lleva tres en siete partidos. Rodrygo tiene un problema con Ancelotti, que lo utiliza de comod?n ofensivo y le adjudica tareas que no encajan en su perfil. Necesita m?s apoyo y credibilidad del italiano para ponerlo donde mejor rinde como hace con otros jugadores.

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Rodrygo es uno de los que ha alzado la voz para decir que no le gusta ocupar la posici?n donde le pone Ancelotti, de delantero centro. También lo han hecho Camavinga, Kroos o Tchouameni a los que ha puesto de lateral izquierdo, mediocentro o central, respectivamente. La diferencia es que Rodrygo repite de ariete m?s de lo que a él le gustar?a, y le aleja de las bandas donde se siente m?s a gusto. Sobre todo de la izquierda, su posici?n natural, pero Vinicius le ha cerrado el paso con el benepl?cito del italiano.

IMAGEN CONFORMISTA

Ancelotti tiene fe ciega en las posibilidades de Rodrygo, pero es de los pocos jugadores a los que no concede el beneficio de ponerlo en su h?bitat natural. A cambio, le da libertad de movimientos por todo el frente de ataque salvo alternar la posici?n con Vinicius. Ancelotti lo marea durante los partidos, var?a sus funciones sobre el campo dependiendo de c?mo se desarrolle el encuentro y de lo que necesite el equipo. Eso acaba mareando y descolocando al brasile?o, que se desfonda por cumplir las ?rdenes del técnico en un trabajo sordo que beneficia al colectivo, pero oscurece su potencial.

Rodrygo ha evolucionado desde que lleg? al Madrid. Dej? patente su aportaci?n en la consecuci?n de la decimocuarta, o sus buenas actuaciones del pasado curso. Esta temporada las cosas se han torcido y empieza a ser se?alado. Le queda mucho por crecer, pero Ancelotti no le ayuda en el aspecto individual. Adem?s de gol, se le pide m?s presencia en la creaci?n de jugadas y, sobre todo, m?s contundencia en el cuerpo a cuerpo en los que pierde m?s duelos que gana. Rodrygo proyecta una imagen conformista de s? mismo. No se queja, no se revuelve, no se enfada, no protesta… como hacen otros y eso minimiza sus esfuerzos.

El brasile?o es ahora el eslab?n débil del ataque madridista que le sit?a en una posici?n de desventaja para asegurar su sitio en el equipo. Sus flojas actuaciones le han puesto en el disparadero. Si fichan a Mbappé, con la llegada de Endrick y si se quedan con Joselu, se estrecha su espacio. Bellingham, Brahim y Güler ahogan a?n m?s sus opciones. Tiene un valor de 100 millones de euros y que el United, Liverpool, City o Arsenal pujen por él no es buena noticia si su idea es triunfar en el Real Madrid.



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