Espa?a tendr? de nuevo un Mundial de f?tbol 40 a?os después. El momento Naranjito sirvi? entonces para una profunda renovaci?n del parque de estadios nacional con fondos p?blicos, y desde entonces casi todo han sido parches para ir actualizando una oferta que hoy claramente ha quedado desfasada. En ocasiones por falta de recursos, en otras por dejadez de los dirigentes, y muy habitualmente por la falta de entente entre las administraciones y los clubes. Y un Mundial puede resolver especialmente lo primero, ya que el Gobierno estima una inversi?n de 750 millones de euros.

Est? por ver a quién le toca la loter?a entre los equipos de LaLiga y Primera Federaci?n cuyos hogares est?n entre las 15 sedes preseleccionadas. Suspiran fuerte La Romareda, El Molin?n, Estadio Gran Canaria o Riazor, ya que con los fondos que ha inyectado CVC a través de LaLiga no pueden abordar una inversi?n como la que exige poner al d?a sus estadios. Del resto de potenciales sedes, lo cierto es que el saneamiento del f?tbol profesional ha hecho que Fifa vea en la candidatura ibérica un seguro de bajo riesgo de desuso de lo construido o renovado para el campeonato.

Si bien el campeonato no ser? hasta 2030, los campos seleccionados ya se conocer?n como tarde a finales de 2024, y ser?a bueno no demorarlo mucho m?s, o incluso avanzar ese tipo de decisiones, para que los clubes no pierdan oportunidades. En un contexto de fuerte aumento de la oferta de entretenimiento, especialmente la digital, que mejore la experiencia de quien va a un estadio de f?tbol va a ser crucial para que se sostenga como el producto por excelencia.

En este caso, la Administraci?n har?a bien en recordar que estas infraestructuras tienen poco o nulo uso si no hay un club profesional que lo opere, y que la continuidad de estos en la élite pasa por contar con una infraestructura capaz de facturar m?s all? del d?a de partido. Si en su momento la obsesi?n era una instalaci?n polivalente que exig?a una pista de atletismo de por medio -s?lo Montjuïc y La Cartuja la mantienen-, hoy el foco debe ser en que los interiores favorezcan los espacios de hospitality y eventos, acerquen al fan a la acci?n. Miren la transformaci?n del Mallorca Son Moix.

Este a?o todos los clubes, con la excepci?n del Barça por el traslado obligado de estadio, han mejorado sus registros de abonados. Y la sensaci?n general es que hay m?s apetito por ir a los campos tras la pandemia. Una tendencia que s?lo se consolidar? si la oferta da un salto de verdad. En juego hay 900 millones de euros en ingresos por matchday, y un potencial de crecimiento de m?s del 30%. Con Mundial y CVC, ?se acabaron las excusas?

Adidas, una menor exposici?n al patrocinio en Espa?a

Los gigantes del equipamiento y la moda deportiva emprendieron hace tiempo una estrategia mucho m?s selectiva, prescindiendo de peque?os y medianos acuerdos para centrarse en grandes alianzas, ya fueran de alto impacto a nivel nacional -la Federaci?n- o con un claro foco global, como el Real Madrid. Ha sido la decisi?n de Nike, pero también de Adidas, cuyas cuentas en Espa?a ya reflejan ese cambio de pol?tica. Entre 2021 y 2022, sus compromisos por contratos de patrocinio en el pa?s se han recortado un 15,8%, hasta 539,3 millones de euros.

Esa limpieza se ha dado en muchos casos trasladando el riesgo y la operaci?n a distribuidores, como es el caso de Futbol Emotion, que ha encontrado su espacio en el f?tbol profesional intermediando entre equipos y grandes marcas. Pero también han reducido su exposici?n en disciplinas de escaso impacto medi?tico y generaci?n de ventas de merchandising, e incluso en los cl?sicos acuerdos con deportistas mediante entrega de producto. Aqu?, el mayor potencial de conversi?n con campa?as digitales y creadores de contenido ha pasado factura, y el deporte deber?a tomar nota de que hace tiempo perdi? la exclusividad de la prescripci?n.



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