Primoz Roglic se queda en la cocina del ciclismo. De promocionar a Jumbo, una de las cadenas de supermercados m?s importante de los Pa?ses Bajos, pasar? a ‘vender’ extractores, los que fabrica la marca alemana Bora, de los m?s caros e innovadores, los que aspiran hacia abajo, aunque con el objetivo de convertir a su nueva escuadra, hasta ahora liderada principalmente por el corredor australiano Jai Hindley, ganador del Giro 2022, en una de las m?s punteras del universo ciclista.

Cierra as? una etapa con el Jumbo que comenz? en 2016 como precursor y art?fice del primer equipo de la historia en ganar un mismo a?o las tres grandes y para dar paso, sobre todo, a Jonas Vingegaard. Una relaci?n, que parec?a de amor y entrega hacia el conjunto neerlandés, pero que decidi? poner punto final la noche del 13 de septiembre en un hotel de Oviedo, cuando admiti? por disciplina hacia su equipo respetar el liderato de Sepp Kuss y permitir a su gregario ganar la Vuelta con todav?a dos etapas con suficiente terreno para poner la prueba patas arriba.

Objetivo sin cumplir

Roglic nunca dijo una palabra de m?s, ni después de entregar la ronda espa?ola en bandeja a su ayudante estadounidense, ni antes, en julio, cuando Vingegaard comunic? que iba a correr una Vuelta que Roglic preparaba a conciencia desde que en mayo gan? el Giro. Por la Vuelta hab?a sacrificado su presencia en el Tour (aunque habr?a participado como segunda apuesta del Jumbo tras Vingegaard) con el objetivo de adjudidcarse en 2023 todas las carreras por etapas en las que hab?a participado: Tirreno-Adri?tico, Volta, Giro y Burgos, que también existe.

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— BORA – hansgrohe (@BORAhansgrohe) 6 de octubre de 2023

Con tres triunfos en la ronda espa?ola y uno en la italiana, Roglic quiere ganar el Tour, el que perdi? el pen?ltimo d?a de 2020 ante su compatriota Tadej Pogacar. La idea de dejar el Jumbo se fue tejiendo mientras escuchaba en la Vuelta los cantos de sirena de otras escuadras, que intu?an la victoria de Kuss, y sabedor de que si fallaba el estadounidense antes estaba la candidatura de Vingegaard.



Por si fuera poco, mientras ya hab?a decidido irse del equipo, mientras se hac?a p?blico que la cadena de supermercados neerlandesa quer?a dejar el ciclismo lo m?s r?pido posible con los objetivos publicitarios cubiertos, se conoci? la decisi?n del Soudal. El equipo de Remco Evenepoel quer?a patrocinar al Jumbo, lo que, contrariamente a lo difundido por varias webs, no es la formaci?n de un macro equipo de ensue?o, sino la desaparici?n de uno, con ciclistas y auxiliares a la calle, por un cambio de estrategia de la marca belga de pegamentos industriales para relevar al supermercado de los Pa?ses Bajos.

Nada con Evenepoel

Roglic no quiso saber nada de compartir equipo con Evenepoel, mucho antes de que el fen?meno flamenco dijera que ni hablar del peluqu?n que, si desaparec?a el Soudal actual, él se iba al Ineos, donde tiene firmado un precontrato. Ni por asombro Evenepoel correr?a junto a Vingegaard y sobre todo con Wout van Aert (es el domingo el principal favorito a ganar la segunda edici?n del Mundial de gravel). Los dos astros belgas comparten odio en vez de cari?o.

As? que con 33 a?os lleg? a un acuerdo con el Jumbo para romper el contrato que ten?a firmado hasta 2025 y se puso en el mercado. El Bora, con mejor pulm?n que otros conjuntos de la competencia, lo contrat? por tres temporadas. El equipo alem?n, perfecto en cuanto a potencial de gregarios, necesitaba, aparte de Hindley, a un l?der para el Tour, tras los constantes fallos del ruso Aleksandr Vlasov y después de comprobar que el colombiano Sergio Higuita val?a para carreras de una semana (gan? la Volta 2022) pero no para tres.



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