Volv?a de Gotemburgo, ya en el segundo avi?n de Frankfurt a Barcelona y habiendo dormido menos de tres horas, y encend? el ordenador para escribir. Un texto que hablaba sobre c?mo las jugadoras de la selecci?n hab?an logrado tanto en tan pocos d?as. Y se me escap? una sonrisa. De felicidad. De liberaci?n. Porque pensé, por primera vez, que hab?an ganado la partida.*

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"?Periodista?", me dijo una voz desconocida. Era el chico que se sentaba a mi lado, un saludo desde aqu?, si me lees. Le expliqué que s?, que estaba cansada, que hab?an sido unos d?as duros y muy intensos para todos. De trabajar mucho, dormir poco y comer mal. Pero que sent?a orgullo por c?mo hab?a ido la semana, no por m?, por ellas. Me dijo que no estaba muy puesto con el tema, pero que hab?a escuchado que alg?n periodista en alguna tertulia "les hab?a metido mucha ca?a". Y asent?. "Pero no le falta raz?n. La han liado mucho, ?no?".*

Me qued? clavada esa frase. Era lo ?ltimo que quer?a escuchar en ese momento. ?Otra vez? Estaba convencida, de verdad, de que hab?a quedado todo muy claro con la rueda de prensa de Alexia Putellas e Irene Paredes, ambas impecables. Pero no importaba. Porque ya podr?an haber dicho todo lo que ellos necesitasen escuchar, que el que no quiere entender -y no hablo del chico del avi?n, que ya hab?a dicho que no estaba muy puesto con el tema aunque se tom? la libertad de juzgar sin conocer, sino del periodista que estuvo escuchando en la radio- no va a moverse de ah?.*

La han liado mucho. Much?simo. Pero es as? es como se cambian las cosas y, por ende, c?mo se logra que la sociedad evolucione. Si no la hubiesen liado ellas, nadie lo hubiese hecho. Y todo seguir?a igual. Con altos cargos en la Federaci?n a los que nunca les import? el f?tbol femenino y que participaron, permitieron, escondieron o aplaudieron un abuso que todo el mundo vio. *

Tan poco les importaba el f?tbol femenino que subestimaron su poder. Y eso acab? con ellos -con algunos, no todos, porque todav?a tienen que haber m?s cambios-. Porque ellas, las jugadoras, mantuvieron el pulso hasta el final. Sab?an que ten?an las de ganar. Porque si ellas se iban, se quedaban sin nada.*

La cumbre de Oliva fue un antes y un después. En el f?tbol y en la sociedad. Muchos ten?an ganas de verlas perder. Pero ganaron. En casa de la n?mero uno. Sin dormir ni entrenar. Con estrés y ansiedad. Y lo volvieron hacer en C?rdoba, contra Suiza, con récord en la grada y el apoyo de muchos otros pa?ses. Con Alexia e Irene levantando, esta vez ellas s?, capitanas, la Copa del Mundo. Todo se va poniendo en su sitio. La han liado mucho, ?no?



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