“Cuenta usted con los apoyos de Vox”. Santiago Abascal se subi? a la tribuna confirmando el s? de los 33 parlamentarios de la ultraderecha a la investidura de Alberto N??ez Feij?o. Son los primeros apoyos que el l?der del PP amarr? en su d?a, consiguiendo adem?s que renunciaran a estar en un hipotético gobierno (que, en realidad, no iba a prosperar) a cambio de entrar en el de la Regi?n de Murcia y cerrar un ciclo de pactos auton?micos y locales por toda Espa?a.

“Tiene nuestro s? por ahora. Nos centramos en los puntos en com?n y dejamos para m?s adelante las diferencias hasta despejar la grav?sima amenaza de la autocracia de S?nchez”, le dijo Abascal a Feij?o. “Esta sesi?n de investidura debe servir para la ratificaci?n de acuerdos auton?micos y locales. Demos esperanza a los espa?oles que quieren ver con claridad una alternativa de Gobierno. Exactamente en eso consiste nuestro voto a su investidura. Esa es nuestra propuesta a partir de hoy mismo”, continu? dejando claro que el partido de ultraderecha no contempla dejar de ser el socio preferente del PP.

Abascal enumer? las prioridades que para su formaci?n tendr?a que tener un nuevo Gobierno de Feij?o: “Bajemos los impuestos, eliminemos los adoctrinamientos en las escuelas, enfrentemos a la agenda 2030 o al menos combatamos los aspectos m?s lesivos del sanchismo. Tiene que dejar claro si est? dispuesto a revertir todos los disparates de estos a?os”, advirti?.

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Seg?n avanz? el discurso, llegaron los reproches. “Tenemos diferencias verdaderamente grandes y esperamos que no exista la tentaci?n de un nuevo encaje territorial para Catalu?a o una Espa?a multinivel que cercene la soberan?a nacional”, dijo Abascal en un claro aviso a Feij?o. Todo ello después del l?o interno que causaron esas palabras del l?der conservador en su propia formaci?n. Y después continu?.

Primero, dirigiéndose a Borja Sémper tras su intervenci?n la semana pasada en el pleno de las lenguas: “No se trata de hacerse el simp?tico. Ayer mismo nos llamaba extremistas. Nosotros creemos que no se trata de hacerse el moderado. Se lo puedo decir en euskera, pero creo que me entiende perfectamente”, le dijo a su excolega de filas en el Pa?s Vasco.

También carg? contra Esteban Gonz?lez Pons, uno de los dirigentes con los que m?s confrontan en Vox: “Creemos que el camino no es normalizar a Junts”, dijo Abascal, en clara referencia a las palabras del vicesecretario del PP este verano con las que Pons trat? de abrir el camino a una negociaci?n con los independentistas. Aquello no se entendi? en el propio PP. “No es momento de equidistancia ni de coquetear con nacionalismos”, resumi?, mirando a la bancada conservadora.

Hubo roces de otro tipo. También Feij?o, en su réplica, le ech? en cara la posici?n con las lenguas o defendi? el papel que deber?a tener el Senado en clara defensa a las autonom?as. “En eso no estamos de acuerdo”, dijo el gallego. Pero la tensi?n mayor lleg? de la mano de Abascal cuando insisti? en que el camino debe ser el de seguir pactando: “Puede hacer eso o abrir la puerta de su despacho a los que le van a susurrar que regrese al plan de intentar acabar con Vox”.



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