Güler ha tomado una decisi?n trascendental que le acompa?ar? durante toda su carrera como futbolista: elegir el dinero por encima de un proyecto deportivo. El Barça y su actual equipo, el que le ha visto crecer, le ofrec?an una hoja de ruta que le permit?a jugar un a?o m?s en Turqu?a antes de presentarse en el Camp Nou como un héroe capaz de rechazar al club estado espa?ol, que es lo mismo que decir el club estado madrile?o porque Espa?a, hoy, es Madrid y poco m?s. Cosas del chovinismo castellano.

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El tema es que Arda, al que quienes no nos dedicamos a escrutar ligas que escapan a nuestro radar m?s cercano no conoc?amos de nada hace un mes, es bueno, muy bueno. Buen?simo. Con solo echarle un vistazo a sus ‘highlights’ basta para disfrutar de su talento para jugar a f?tbol. Si mantiene la proyecci?n que insin?a, tiene pinta de llegar a ser uno de los grandes.

Al padre del jovenc?simo futbolista turco le visitaron en Estambul para presentar sus dotes Roberto Carlos, Deco, Butrague?o... Ninguno de ellos fue capaz de convencer con argumentos futbol?sticos a su progenitor, al que solo le interesaba saber qué hay de lo m?o. Una subasta como la que mont? Haaland y su padre antes de salir de Dortmund. El f?tbol moderno es esto.

Si las razones que hubiera esgrimido este jugador hubieran tenido que ver con el bal?n, obviamente, no habr?a tenido ninguna duda: me quedo un a?o en mi club, hago feliz a mi afici?n y, también, al club del que aseguro ser fiel seguidor. Superada la temporada, con solo 19 a?os, me enfundo la camiseta de una entidad en la que, a nivel deportivo, manda Xavi. Me ilusiono con la posibilidad de emular, partiendo desde la misma posici?n, a Messi, disfruto del talento de Pedri, asistiendo a Lewandowski, celebrando goles con Gündogan...

Arda Güler, nuevo fichaje del Real Madrid

| Agencias
Pero los Güler han preferido asegurarse una cuenta bancaria copiosa antes de aceptar el reto que hoy supone vestirse de blaugrana. Y ah?, precisamente, est? la clave de todo, la raz?n que permite pensar que este futbolista se perder? en alguna de las bifurcaciones sin retorno que esperan en el camino que acaba de iniciar para convertirse en solo un min?sculo trofeo m?s de Florentino Pérez robado (eso debe pensar) al Barça. La obsesi?n del presidente blanco es tal que, para hacer realidad sus caprichitos, va dejando un rastro de jugadores venidos a menos que pod?an haber sido y que nunca ser?n porque han priorizado el dinero al f?tbol.

Lo que no han explicado a Arda Güler es que deslumbrarse con los billetes con tanto talento es convertirse en un pesetero mucho antes que en futbolista. Es dejar de so?ar en grande.



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