Ahora toca morderse las u?as: tendremos a dos grandes que nos ocuparon gran parte de nuestro ba?l de ilusiones jugando en el extranjero, juntos como caballeros de la antigüedad, busc?ndose para divertirse en las horas de f?tbol, acaso para comer juntos en los tiempos de asueto familiar, sin duda para re?rse de los tiempos pasados, cuando en cada uno de ellos irrumpieran razones para la alegr?a o para el llanto.

Estos dos caballeros del f?tbol, uno hecho para templar y otro para correr detr?s del espectro de la pelota, son exazulgranas criados desde su juventud m?s primaria para servir al club que los hizo crecer, cada uno a su medida, hasta lograr respectivamente las mejores cuotas de calidad en un deporte que no los han dejado escapar.

Son, naturalmente, Busquets y Messi. Por razones que la historia pondr? en su sitio, el Barça, su planta de origen, no los ha sabido retener, y seguramente que se vayan le viene bien al futuro de cada uno, e incluso le conviene al f?tbol que se espera ahora del equipo de Xavi.

El Barça de este tiempo ya tiene a un veterano que no se puede desmejorar poniéndole al lado a su competencia sentimental m?s inmediata. Lewandowski precisa de su propia respiraci?n; la proximidad de Messi, que de todos modos no iba a venir, parece claro, hubiera sido una competencia de enorme voltaje.

No se sabe qué hubiera pasado, naturalmente, si hubiera estado con él, en el nuevo campo barcelonista, un gigante de dimensiones sentimentales tan potentes, pero como eso ya no tendr? efecto es entretenido especular, pero no es ?til hacerlo.

?Y Busquets? ?Era Busquets todav?a reo de habitaci?n en el Barça de Pedri? ?O lo era el muy sobresaliente lateral, Jordi Alba, aun materia dispuesta en el Barça que se est? haciendo a fuego r?pido con Balde de lateral?

Parece que la renuncia de Messi a seguir dejando so?ar a Laporta y a los suyos, as? como la r?pida decisi?n de Busquets de atender el llamado de su compa?ero de juegos pasados, han sido maneras de dejar que elfuturo Barça se vaya haciendo como es debido, basado en lo que ha dibujado el entrenador, aunque éste haya insinuado m?s de una vez que esperaba al ?dolo y que, incluso, har?a lo que estimara adecuado Busquets.

La realidad es que cuando este ?ltimo anunci? que se iba, y adem?s se despidi? en el viejo Camp Nou, su compa?ero Xavi no levant? un palmo del suelo en su abrazo, ni siquiera le regal? una l?grima de despedida. Y es que las cosas del f?tbol, como las de la vida, tienen su l?gica interna, su decurso adecuado, de modo que el Barça se queda sin esos genios porque, esto es as?, los que se quedan, o los que vendr?n, ser?n los que hagan el futuro. El futuro es otro, no nos empe?amos en obligar a que el futuro esté habitado siempre por los mismos nombres propios.

Dos cabalgan juntos, en Miami. Estar?n bien all?, se divertir?n como ni?os siendo, adem?s, ya unos cachorros que juntos pesan m?s que dos dinosaurios marcados por un tiempo que ya resulta largo e inmemorial.



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