Los hongos juegan un papel clave en la naturaleza. Son descomponedores, recicladores de nutrientes, limpiadores, mutualistas, pat?genos y bioindicadores del estado de conservaci?n de las comunidades de seres vivos. Un estudio sobre la dispersi?n de los hongos a través de escalas espaciales ha venido a dar m?s luz sobre el papel de estos seres vivos, su importancia ecol?gica y su influencia en la agricultura y la salud humana.

Sin hongos no habr?a vida en la Tierra. De ah? que algunos cient?ficos hayan se?alado la necesidad de incluir también a los hongos entre los objetivos globales de conservaci?n y de ampliar el n?mero de especies en la ‘Lista Roja de Especies Amenazadas’ de la Uni?n Internacional para la Conservaci?n de la Naturaleza (UICN).

Podr?an existir entre 3 a 13 millones de especies de hongos en el planeta, la mayor?a microsc?picos. Se han descrito hasta ahora m?s de 100.000, unas 10.000 en Espa?a. Pueden vivir en una enorme variedad de entornos, desde casi todo tipo de suelos al interior de los tejidos de las hojas y desde las selvas tropicales hasta los fondos oce?nicos.

Aunque com?nmente se los relaciona con la muerte y la descomposici?n, en muchos casos viven en asociaciones beneficiosas con plantas y otros organismos vivos. Al igual que las bacterias, los insectos y los gusanos, reciclan nutrientes en la naturaleza y liberan sustancias vitales para otros organismos.

Cuerpos fructi?feros de Pholiota squarrosa en un tronco de ?rbol. | Bala Chaudhary
Resulta especialmente importante la relaci?n simbi?tica que mantienen con las plantas. Estas proveen carbohidratos para los hongos, mientras que éstos facilitan a aquellas el acceso al agua, al nitr?geno, al f?sforo y a otros minerales esenciales.

Es una asociaci?n que, por lo general, beneficia a ambas partes. Ambos se necesitan para vivir y desarrollarse. La relaci?n es vital: el 90% de las plantas terrestres tienen hongos en sus ra?ces.

Productores de antibi?ticos, hormonas y vitaminas

Adem?s, los hongos producen antibi?ticos, hormonas y vitaminas ?tiles para la planta. De tal forma que propician el crecimiento y la protecci?n de la ra?z contra pat?genos externos, moderan los efectos de toxinas, por ejemplo las provenientes de metales pesados, y mejoran la estructura del suelo.

M?s: los hongos –algunos– sirven como fuente de alimento para muchos animales y para el ser humano. Son ricos en carbohidratos y en minerales. Aunque es verdad que solo una minor?a es comestible, y que hay muchos venenosos.

En el ?mbito econ?mico juegan también un papel de enorme importancia para los humanos, pues son empleados para la fabricaci?n de medicinas, y la elaboraci?n de quesos, panes, vinos y cervezas.

Ejemplares de Amanita muscaria (matamoscas o falsa oronja), hongo venenoso. | pixabay
En el lado negativo, algunos de estos organismos son responsables de pudrir los alimentos, de contaminar el ambiente, de deteriorar materiales como la madera, la ropa, o la pintura, y de provocar enfermedades en plantas y animales, incluido el ser humano. De hecho, se calcula que matan a m?s de un mill?n de personas cada a?o en el mundo.

Pero existen considerables lagunas de conocimiento con respecto a los mecanismos y las consecuencias, tanto ecol?gicas como sociales, de la dispersi?n de hongos desde escalas locales a globales. De ah? el estudio encabezado por la mic?loga del Dartmouth College,*Bala Chaudhary y publicado en la*‘Revisi?n anual de ecolog?a, evoluci?n y sistem?tica’.

Los autores resumieron los conceptos subyacentes a la dispersi?n de los hongos, revisaron investigaciones recientes (4.500 documentos procedentes de cerca de 1.200 fuentes publicadas entre 1951 y 2021) y exploraron c?mo los hongos poseen caracter?sticas ?nicas que ayudan a ampliar la comprensi?n humana de la ecolog?a general de la dispersi?n.

Predecir enfermedades humanas

Consideran que los avances en la dispersi?n de los hongos mejorar?n la comprensi?n de la biogeograf?a y el ensamblaje de comunidades f?ngicas, con implicaciones para el funcionamiento de los ecosistemas, la seguridad alimentaria mundial y la salud humana.

As?, esta informaci?n se podr?a emplear, por ejemplo, para predecir la incidencia de enfermedades humanas o futuras pandemias en los cultivos. "Estudiar c?mo se dispersan los hongos es fundamental para comprender la biodiversidad f?ngica y d?nde se distribuyen las especies en la Tierra", apunta Chaudhary.

Hongo aspergillus (izquierda), microsporum (centro) y penicillium (derecha). | EFE / Ana Alastruey
Los autores identificaron cuatro escalas de movimiento f?ngico. Una de ellas es la que realizan ellos mismos a peque?a escala en el suelo con la ayuda de sus micelios. Pueden ser transportados también por invertebrados. A una escala mayor los hongos pueden ser dispersados por aves y mam?feros. Finalmente, el agua y el viento son los responsables de las dispersiones de los hongos a mayores escalas.

Los investigadores resaltan que el cambio clim?tico también puede modificar la distribuci?n de los hongos en el planeta (previsiblemente ya lo est? haciendo), mientras que el uso humano de la tierra afecta asimismo a la dispersi?n de estos organismos.

"El cambio clim?tico, junto con el uso antropogénico de la tierra, puede afectar la forma en que se mueven los hongos. La importancia relativa de los*vectores*de movimiento cambia a lo largo de la escala espacial, pero hay muy pocos datos que respalden estas relaciones", se?ala Chaudhary.

Los cient?ficos consideran a los hongos verdaderas ‘armas biol?gicas’. Algunos son capaces de degradar el pl?stico y otros, incluso, de absorber la radiaci?n y transformarla*en energ?a*para su crecimiento. Ya se est?n estudiando estas y otras aplicaciones.

Informe de referencia: https://www.annualreviews.org/doi/fu...-012622-021604

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Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es



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