Francia sangr? y sud?, pero su partido no termin? en l?grimas. El combinado 'bleu' logr? una sufrida victoria ante Grecia, que llegaba al Stade de France como principal contendiente en la lucha por el liderato. Acostumbrados a un camino de rosas hasta la fecha (con el asterisco de Irlanda), los pupilos de Deschamps, frustrados por la s?lida defensa helénica y un sensacional Vlachodimos, tuvieron que resolver el partido con una pena m?xima materializada por Mbappé.

Sab?a Francia que ante los helénicos no bastar?a con jugar a medio gas como el d?a de Gibraltar, por lo que se vaci? en busca del tanto inaugural. Mbappé comand? la ofensiva 'bleu', llegando a reclamar penalti hasta en tres ocasiones. Las tres fueron negadas por Mateu Lahoz, siendo la zancadilla de Baldock la m?s discutible.

Pese a su innegable protagonismo en ataque, la mejor ocasi?n de la primera parte no naci? de las botas del capit?n francés. Al filo del descanso, Jules Koundé se plant? en el ?rea en situaci?n de mano a mano. Su intento iba muy bien colocado, pero fue frustrado por una mano sensacional de Vlachodimos.

Tras el paso por vestuarios, Francia termin? encontrando el penalti que tanto hab?a buscado. Este lleg? tras una salvaje entrada de Mavropanos, que propin? una patada en el rostro a Griezmann, dejando al 'Principito' sangrando y con un aparatoso vendaje en el rostro. El encargado de convertir la pena m?xima fue Mbappé, pero se encontr? con otra sensacional intervenci?n de Vlachodimos.

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De poco sirvi? la estirada del guardameta del Benfica, pues se adelant? ligeramente y el penalti tuvo que ser repetido. A la segunda ya no perdonar?a Mbappé, que cambi? la direcci?n del lanzamiento para materializar el primer tanto del partido.

Mavropanos termin? poniendo la guinda a su fat?dica noche poco después. El central del Stuttgart, ya amonestado por el penalti sobre Griezmann, termin? viendo la roja directa tras derribar a Kolo Muani cuando ya se plantaba solo ante el portero. A punto estuvo Griezmann de sacar oro de ese lanzamiento de falta, pero su intento se perdi? por encima del travesa?o.

Con la intenci?n de aprovechar la superioridad numérica y cerrar el partido lo antes posible, Deschamps introdujo m?s p?lvora desde el banquillo. Uno de los elegidos fue Dembélé, que sali? con ganas de devorar el campo. El extremo azulgrana se convirti? en un quebradero de cabeza para Tsimikas y Hatzidiakos y, tras varias internadas peligrosas, se qued? a escasos cent?metros de apuntarse un tanto en su casillero particular.



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