Nadie daba un duro por el Madrid que comenz? el a?o a la deriva perdiendo en Liga ante el Villarreal y la final de la Supercopa de Espa?a de Riad ante el Barcelona. Adem?s de ceder la cabeza de la Liga y quedarse sin un t?tulo, preocupaban las malas sensaciones futbol?sticas de un equipo a la deriva, deslavazado, cansado, sin alma ni amor propio. Las miradas se desviaban hacia el banquillo, hacia un Ancelotti que daba continuidad a sus ideas con jugadores desgastados e incluso desmotivados. Lo peor, es que el italiano segu?a con las gafas de miop?a, hasta que descubri? que también las hay de hipermetrop?a para ver de lejos.

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La derrota ante el Barcelona hizo saltar todas las alarmas. Perder ante su m?ximo rival entraba en las previsiones, pero nunca de la forma en la que lo hizo. Las alertas sonaban en Chamart?n donde empezaron a o?rse nombres de posibles sustitutos temiendo vivir un ‘deja-vu’. Las similitudes de trayectorias del Madrid de la 14-15 al de la actual eran alarmantes, con el italiano al frente de los blancos en sus segundas temporadas. La presi?n externa ante los s?ntomas mostrados por ciertos jugadores alert? al técnico, que ayudado por las lesiones de algunos intocables (Tchouameni, Alaba y Carvajal, adem?s de Lucas V?zquez) le obligaron a cambiar el gui?n de sus decisiones.

SUPLENTES CON AIRES DE TITULARES

Sin Tchouameni (ni Casemiro) se vio obligado a apostar por Camavinga, al que nunca se le ocurri? dar continuidad en el once titular. En su cuarto partido en el once inicial, la primera vez en las dos temporadas que cumple de blanco, el francés demostr? que tiene madera para construir y destruir f?tbol en el centro del campo. Con un Modric exhausto y un Kroos sobreexplotado se vio obligado a poner a Ceballos, al que hac?a ojitos sin confiar en que su f?tbol pudiera ser bello y eficaz. El andaluz ha entendido su papel en un equipo como el Madrid, que se equivocar? demasiado si no lo renueva. Es espa?ol, tiene talento, f?tbol, car?cter y hambre, mucha hambre.

En cuanto a Asensio, era l?gico que dudara. El balear jugaba al f?tbol como una bailarina, sin darse cuenta de que es un deporte de contacto. Parece haber entendido que la base es utilizar el cuerpo y, después, imponer el talento y Marco va sobrado pese a sus carencias con el pie derecho. Un cambio futbol?stico que abre los ojos al club ante la conveniencia de plantearse seriamente renovarlo. Y, por ?ltimo, Nacho, el jugador m?s infravalorado por el italiano. Un defensa universal, comprometido al que ha relegado al fondo del armario con la llegada de Rudiger. El ?nico ‘one man club’ de la plantilla est? demostrando que de carrilero diestro es una garant?a y que puede rendir mejor en esa posici?n que Carvajal, si el de Leganés no recupera el tono, y que el reconvertido Lucas V?zquez, otro suplente imprescindible.*



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