No creo que sea necesario establecer comparaciones con Josep Guardiola i Sala. No lo haré. Pep es el mayor genio de los banquillos de los ?ltimos 20 a?os y ya, por supuesto, uno de los mejores de la historia. Si miramos los resultados, nadie hizo lo que hizo él. Si acudimos a los intangibles, no tiene rival. Su lectura del juego, su intervencionismo, su capacidad para adaptar nuevos roles y hacer crecer a sus futbolistas son de otra galaxia. Su éxito en Estambul lleg? tarde. Pero as? es la Champions, una ruleta rusa donde los detalles te dan la vida o te la quitan, c?mo Ederson se la quit? a Lukaku.

Pero m?s all? de Pep, s? creo que se pueden comparar escenarios. Guardiola, siendo el mejor y en un club sin obst?culos para invertir, ha tardado siete a?os en llevar la “orejona” al Ettihad. Tuvo que perder varios cruces, estar en tres semifinales y jugar dos finales. Con casi todo encarrilado, le concedieron lo m?s apreciado por los entrenadores: tiempo y paciencia. “La diferencia est? en que cuando no ganaba me aguantaron”, espet? Pep tras doblegar al Inter. En el Barça nada es f?cil. Si adem?s el club procede de uno de los peores dramas deportivos y econ?micos de su existencia, todav?a peor.

Tal vez sea tarde, pero el club deber?a reequilibrar el mensaje y tejer un contexto en el que lo importante fuera jugar mejor cada a?o, acercarse a un equipo fiable y hacer crecer a los futbolistas en funci?n de una idea. Al final, ganar y volver a ganar es consecuencia de todo eso. Pero la base del proyecto radica en asumir tu momento. Si el Barça apela al tiempo en lugar de exigirse t?tulos y acepta que el d?a del NO de Messi, su rival puede firmar por 100 millones, habr? futuro. Si no, la angustia y la frustraci?n dominar?n el relato. Y eso te pone m?s cerca del abismo que otra cosa..*



أكثر...