Pep Guardiola es un trabajador nato, de los que se levanta, se acuesta y sue?a con el f?tbol. Un tipo insaciable, adem?s, extremadamente met?dico, seguramente obsesivo, y que, por supuesto, no deja nada a la improvisaci?n. Lo controla absolutamente todo, desde la comida hasta el descanso de los jugadores pasando por la parte que m?s disfruta y domina, los conceptos t?cticos. Sin duda, merec?a m?s que nadie esta Champions. Su Champions. Ni la de Rodrigo, ni la de Haaland. ?l fue quien hizo posible la goleada a su bestia negra, el Real Madrid, en un partido de vuelta terrible para los de Ancelotti. Se quit? la espina que tanto da?o le hac?a y se le abri? el camino hasta el t?tulo que tanto ansiaba, aunque le costara confesarlo.

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?l es quien ha sabido llevar al otro equipo de Manchester, al patito feo, a la gloria europea que tanto tiempo y millones ha costado. Y lo ha hecho aplicando la inteligencia que le caracteriza. Pep ya no es el del toque ni el del estilo innegociable. Ahora es el de la efectividad, el entrenador que ha aprendido de las derrotas, el que ha entendido que no existe un s?lo estilo de f?tbol.

Pep sabe y reconoce que Ancelotti es un gran entrenador. Incluso que Simeone, su reverso en cuanto a la forma de afrontar un partido de f?tbol, también lo es. Por fin ha asumido que es Guardiola quien tiene que adaptarse a los jugadores y no al revés. Su alumno aventajado Xavi ha vivido el mismo proceso, pero mucho m?s deprisa.



Cuando entrenaba en Qatar, la posesi?n, el ataque incesante, los extremos abiertos y dem?s conceptos cl?sicos eran indispensables. Ganar de otra forma era casi un insulto. El c?mo prevalec?a sobre el resultado, pero al final ha ganado la Liga siendo el rey del 1-0. Y bien que lo han celebrado todos los culés.

Pep innov? cuando lleg? al Barça, evolucion? el estilo Cruyff hasta mejorarlo con creces con la versi?n suprema de Messi, Xavi e Iniesta y construy? el mejor Barça de la historia. Doce a?os después ha vuelto a conquistar una Champions gracias, en gran parte, a un cambio de estilo. Ganar la final de Estambul no era una ilusi?n, era una obligaci?n. Hab?a que lograrlo de cualquier forma. Enhorabuena Pep. Disfr?tala.



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