El presidente brasile?o, Lula da Silva, a?n desde la Cumbre de los G7 en Hiroshima, marc? el lunes por la ma?ana cu?l ser?a la l?nea de su gobierno en el ‘caso Vinicius Jr.’. Sus palabras fueron di?fanas: lo convirti? en una cuesti?n de estado para Brasil.

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El veterano dirigente, de 77 a?os, una de las voces m?s autorizadas de la izquierda en todo el planeta, cerr? filas con el madridista, pidi? que LaLiga y la FIFA tomaran cartas en el asunto y denunci? que “el fascismo” estaba dominando “los estadios en Europa”.

A partir de aqu?, hasta cuatro ministros del ejecutivo brasile?o, entre ellos el de Justicia y el de Asuntos Exteriores, se han movilizado para que Vinicius Jr. tenga todo el respaldo institucional de su pa?s. La estrategia es muy clara: poner at trabajar toda la maquinaria diplom?tica para presionar al gobierno de Pedro S?nchez, con quien mantiene muy buenas relaciones, y, en el ?mbito deportivo, directamente con LaLiga que preside Javier Tebas,

En este contexto, el ministerio de Igualdad Racial, que dirige Anielle Franco (hermana de la exconcejal de R?o de Janeiro, Marielle Franco, asesinada en marzo de 2018 por paramilitares), anunci? que “iremos hasta las ?ltimas consecuencias” y explic? que entrar? en contacto con LaLiga para saber qué medidas se van a tomar para frenar los actos de racismo.

La embajadora de Espa?a en Brasilia, Mar Fern?ndez-Palacios, ser? convocada por el ministerios de Asuntos Exteriores para que dé explicaciones de lo que est? ocurriendo con Vinicius con los reiterados casos de racismo que est? sufriendo en varios estadios.

Todos estos movimientos del ejecutivo de Lula se realizan con el apoyo de la opini?n p?blica brasile?a. El clima en el gigante sudamericano es de indignaci?n: en los medios de comunicaci?n locales y en las redes sociales, donde los principales influencers del pa?s han llevado la voz cantante. El leitmotiv es siempre el mismo: Espa?a es un pa?s racista, sin matices.



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