La extraordinaria y bals?micavictoria del Barça en la Supercopatiene valor doble: lo logr? contra su m?ximo rival y con un gran juego. Esta vez, el equipo dio un gran espect?culo, afianzando adem?s un once 'tipo' que si no hay lesiones se convertir? probablemente en el referente de lo que queda de temporada: los que no estén en el once de pasado domingo ya pueden ir pensando que, salvo milagro, pasan a ser suplentes.

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Pero la final no solo reafirm? un once indiscutible: sirvi? también para certificar la apuesta de Xavi por un peculiar 4-4-2, que ha cristalizado en el mejor momento. Hasta la fecha, Xavi hab?a planteado muchos de sus grandes partidos a tumba abierta, oscilando entre los cl?sicos 3-4-3 y 4-3-3, pero ante el Madrid tom? una decisi?n trascendente: proteger la defensa y poblar el medio campo.

Efectivamente, el uso del 4-4-2 no fue una renuncia del estilo: el Barça domin? el juego ampliamente y lleg? a hacer espectaculares rondos de m?s de un minuto sin que el Madrid oliera el bal?n. No fue un 4-4-2 cl?sico, sino un sistema el?stico en el que Pedri se incorporaba a la l?nea de ataque o Balde al medio campo, pero fue en esencia el dibujo cl?sico de 4 defensas, 4 mediocampistas y 2 delanteros. El mérito de Xavi es que supo aplicar el dibujo m?s est?ndard del f?tbol pero sin perjudicar el juego cl?sico del Barça, que fue siempre reconocible. Eso s?, qued? claro que hay una evoluci?n entre el Xavi que defend?a el 4-3-3 casi como un dogma en su presentaci?n y el Xavi de la Supercopa, que parece haberse dado cuenta que tiene que ser un punto m?s prudente y menos arriesgado.

El Barça demostr? el domingo que puede dominar el juego sin perder el control ni tampoco la solidez defensiva. La gran noticia es que el equipo de Xavi parece haber llegado a aquel punto clave en el que se encuentra el equilibrio. Pero, curiosamente, se ha logrado a lomos de un 4-4-2 aparentemente de lo m?s vulgar. Quiz?s porque este Barça, m?s que el equipo de vértigo con el que so?aban Xavi y Laporta, es m?s un conjunto s?lido, compensado y eficiente. Seg?n con qué entrenador y con qué directiva, ni la consecuci?n de un t?tulo habr?a tapado la histeria colectiva por el uso de un 4-4-2 en una final. También en esto hay una nueva era en el Barça: los duros debates de anta?o de repente se han vuelto apacibles.

Por eso, sin que haya muertos en las calles, ya podemos preguntarnos si entre la pureza del 4-4-3 y la vulgaridad del 4-4-2 de toda la vida, quiz?s Xavi haya encontrado una tercera v?a en los eternos debates sobre el estilo del Barça: ?Un 4-4-2 'estilo Barça'? Veremos si cuaja.



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