A lo largo de los a?os siempre ha habido jugadores que por rendimiento o car?cter han sido noticia de forma constante. Qué decir de Leo Messi, que ha sido un dolor de cabeza para los madridistas y los rivales durante casi dos décadas. O jugadores que han marcado tendencia. Sin ir m?s lejos, Gerard Piqué es un ejemplo de jugador muy querido por su afici?n y odiado por los grandes rivales, como Madrid o Espanyol.

Esta forma de pensar hacia Piqué iba m?s por las declaraciones y los dardos que tiraba que por faltas de respeto dentro del campo. Algo que s? hicieron los jugadores del Real Madrid de Mourinho. Me vienen a la cabeza Arbeloa o Xabi Alonso, que intentaron ponerse a la altura del entrenador y en aquella época ve?as actitudes que distan mucho del respeto hacia el rival.

El caso m?s cercano al de Vinicius es el de Neymar. Un jugador de talento innegable, con capacidad de empeque?ecer a los rivales, que muchas veces se ve?a como algo fuera de la normalidad. Por esto fue objeto de duras entradas y la sensaci?n que era el jugador al que deb?an cazar. Todo esto se repite y exagerado con Vinicius, sobre todo en los ?ltimos meses.*

En este sentido, tengo opiniones contrapuestas. Por un lado, pienso que es un jugador ?nico, junto a Mbappé el jugador con m?s desequilibrio del f?tbol mundial, partiendo a pierna cambiada desde la izquierda, y con capacidad para encarar, marcharse por velocidad, con técnica en carrera y a?adiendo la definici?n que antes no era brillante. Me sorprende mucho también su capacidad por repetir esfuerzos en alta intensidad. Su n?mero de sprints es brutal para el nivel actual del mundo del f?tbol. Vinicius juega como un ?ngel y marcar? una época en el Madrid.

La otra cara de la moneda es el Vinicius demonio. Un jugador marcado por todas las actitudes en los campos de f?tbol. En la final de Copa super? todas las expectativas. Esplendoroso en los primeros minutos, se fue demonizando con el paso de los minutos. Lo hizo él solo.

Amonestado por las protestas. Mostr? su mejor y peor cara. Se tir? para provocar penalti, entr? al trapo con todos los jugadores de Osasuna. No sé hasta qué punto el Madrid tiene un problema real. Si yo tuviera una situaci?n as?, lo tratar?a de puertas adentro. Hablar con él, de lo que est? pasando y que en esta l?nea, saldr? perjudicado y su rendimiento se ver? afectado. Gran parte de la prensa de Madrid lo defiende alegando provocaciones, pero la sensaci?n es que él mismo se provoca y entra en todas las batallas sin necesidad. En Europa tiene otra actitud. Los ?rbitros aqu? le permiten todas las protestas del mundo. Quiz? va siendo hora de que sea expulsado y reaccione. Lo de ahora no se puede aguantar.



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