Laporta ha agarrado varias veces el micr?fono para insinuarse: “Sabe que tiene las puertas abiertas”, dijo recientemente. Su vicepresidente, Rafa Yuste, reconoci? que “estamos en contacto con su entorno”. Xavi, por su parte, no rehuye ninguna pregunta: “Normal que haya ilusi?n con un ‘last dance’, como Michael Jordan”. Lewandowski, que acaba de llegar, manifest? que “espero jugar con Messi la pr?xima temporada”.

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En todo este asunto, quienes m?s prudentes se han mostrado han sido, parad?jicamente, quienes tienen la responsabilidad de lograr el encaje econ?mico a la operaci?n, adem?s de dar el visto bueno a nivel deportivo, aunque en este ?ltimo punto el consenso, por lo menos esa es la sensaci?n, es un?nime. Mateu Alemany expres? que “de este tema no tengo nada que decir, el futuro ya se ver?”, mientras que Jordi Cruyff fue m?s all?: “Los sue?os son gratis; los futbolistas, no”.

No parece casual que quienes manejan los n?meros, quienes trabajan para rebajar la masa salarial en 200 millones, quienes est?n obligados a pensar con la cabeza y evitar hacerlo con el coraz?n, impongan en sus declaraciones la m?xima de las cautelas. El deseo y la ilusi?n, sobre todo en este caso, debe permanecer, por muy dif?cil que sea cuando se habla del mejor futbolista de la historia del Barça, en un segundo plano.

Leo Messi fue jugador del primer equipo del FC Barcelona entre 2004 y 2021

| Javier Ferr?ndiz
La realidad es tozuda y la econom?a blaugrana sigue siendo muy delicada. La repatriaci?n de Leo Messi depende de que todo aquello necesario para que hacerla posible acabe pasando: desde la salida de futbolistas importantes, hasta la rebaja salarial de muchos de los que seguir?n la pr?xima temporada, pasando por, por supuesto, la benevolencia de LaLiga.

Si Leo Messi no sigue hoy vistiendo la camiseta del Barça es, precisamente, porque el Barça no pudo permit?rselo en su d?a. Dos a?os m?s tarde, los n?meros siguen limitando la libertad de movimientos de una direcci?n deportiva que, de hecho, a?n no ha podido inscribir, por ejemplo, los nuevos contratos de Gavi y Araujo.

El trabajo que hay por delante es ingente y lleno de obst?culos, por lo que firmar a Leo Messi, que deber?a ser la prioridad absoluta, es un reto may?sculo por muchas facilidades que ponga el argentino. Ante un escenario como este solo queda agarrarse al pragmatismo que emana del ?rea de F?tbol. No solo por el fracaso que supondr?a generar unas expectativas que nadie puede garantizar entre la afici?n, sino también por la decepci?n extrema que generar?a en el propio futbolista, al que echaron del club y que, una vez convencido de volver a casa, no merece vivir un segundo e imperdonable desenga?o.



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