El hilo de la operaci?n policial que desmantel? el mayor laboratorio de coca?na instalado en Europa une los c?rteles de México y los de Colombia con dos narcos de Canarias, un chatarrero del Pa?s Vasco, una casa escondida en la aldea de Cotobade (Pontevedra) y una vivienda de lujo en la urbanizaci?n La Finca, a las afueras de Madrid, donde viven m?s famosos y futbolistas por metro cuadrado.

CASO ABIERTO, canal de investigaci?n y sucesos de Prensa Ibérica, reconstruye en este reportaje la investigaci?n de la Brigada Central de Estupefacientes de la Polic?a Nacional y la Fiscal?a Antidroga de la Audiencia Nacional, diez meses de trabajos y todav?a con asuntos pendientes como saber qué c?rtel o c?rteles estaban detr?s del proyecto que hab?a convertido una casa de una aldea gallega en un laboratorio narco m?s propio de la selva colombiana.

Escobar, los Miami...

Agentes de la Brigada Central vigilaron durante semanas a Hernando S?nchez Rey, el hermano de un viejo conocido suyo, Germ?n, alias El Coletas. "Este es un narco importante, fue enlace de El Loco Barrera, una especie de sucesor de Pablo Escobar, que cumple condena en Estados Unidos", explican fuentes de la lucha antidroga.

El Coletas, actualmente en prisi?n, "trabaj? con c?rteles de Bogot?, con gente importante; en Madrid, estuvo con los Miami, siempre con gente muy fuerte". Su hermano, varias veces investigado, segu?a libre. Y se instal? en la urbanizaci?n La Finca, a las afueras de Madrid, una de las m?s de m?s lujosas de Espa?a. Alli vivieron futbolistas como Cristiano Ronaldo, Fernando Torres y viven famosos como Paloma Cuevas, Alejandro Sanz y David Bustamante, entre otros.

El l?der en Espa?a de la organizaci?n viv?a entre famosos en La Finca. Sin trabajo conocido, gastaba unos 15.000 euros al mes mientras los polic?as le vigilaban

Una casa en la Finca vale entre cuatro y veinte millones de euros. Un apartamento, a partir de 900.000 euros. All?, rodeado de famosos y futbolistas, el hermano de El Coletas llevaba una "vida de lujo", sin trabajo conocido y gastando unos 15.000 euros al mes, seg?n fuentes del caso. Para investigarlo y pasar desapercibidos en esa zona tan exclusiva y con seguridad privada, los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes tuvieron que mimetizarse con el entorno.

Algunos d?as, los polic?as se disfrazaron de repartidores de Amazon u otras empresas de reparto. De noche, se hac?an pasar por vecinos adinerados. Para dar el pego, utilizaron coches de lujo requisados a otros narcos en operaciones policiales.

Conexi?n con Canarias

El hermano de El Coletas, ahora en prisi?n por orden de la Audiencia Nacional, no viaj? nunca a ver el laboratorio de coca?na que hab?an instalado en un bosque de una aldea de Pontevedra, Cerdedo-Cotobade, muy cerca de un r?o. La due?a de la casa, una ciudadana venezolana, afirm? que la hab?a vendido a una empresa un a?o atr?s y no tener que ver con lo que luego ocurri? all?. Lo cierto es que uno de los detenidos en la operaci?n de la Polic?a es la pareja de su hija. Se trata de uno de los narcos canarios. "Posiblemente vieron que era el lugar adecuado para montar el laboratorio. Estaba muy cerca de Portugal y a unos 150 kil?metros del puerto de Leixoes, donde descargar?an la coca?na camuflada", explican fuentes del caso.

Los dos narcos residentes en la isla de Gran Canaria eran viejos conocidos de la Brigada Central de Estupefacientes. Gente discreta, sin alardes, de perfil bajo. Uno de ellos ten?a una empresa de reformas. Aprovechando la relaci?n personal con la hija de la due?a, eligieron el chalet gallego para instalar el laboratorio. La droga llegaba dentro de una m?quina camuflada de forma tan complicada que los miembros de la organizaci?n tardaron tres d?as en abrirla. La m?quina era en realidad una trituradora de piedra que viene rellena de coca?na. Los especialistas de la polic?a emplearon luego 14 horas m?s en abrir otra.

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El chatarrero vasco

La nueva tendencia en el narcotr?fico es traer a Europa la pasta base, no la coca?na, y montar aqu? los laboratorios en la zona donde se va a vender. El intento que se hizo en Galicia es el mayor conocido hasta ahora. En este caso, "los colombianos ponen la log?stica del laboratorio y un grupo mejicano puso la financiaci?n y también la m?quina para esconderla", explican fuentes policiales. La m?quina lleg? a Espa?a a nombre de una empresa vasca de chatarra. Cuando sacaran la droga, la m?quina servir?a para chatarra. Nada se desperdicia.

Dentro del laboratorio, en la aldea gallega, todos los cocineros encargados de convertir la pasta en droga para vender estaban incomunicados. Trabajan all?, viven all?, no salen de la casa, alguno –todos son hombres- se atreve a asomarse a la ventana y fumar un cigarrillo. En ese laboratorio oculto en el bosque solo tiene teléfono m?vil el notario, el encargado de dar fe de que todo va bien. El resto han tenido que dejar sus teléfonos en un piso del centro de Pontevedra, que alquilaron muy cerca de los juzgados.

Los cocineros convierten la pasta base en droga utilizando precursores, cort?ndola y acelerando la producci?n de la coca?na gracias a dispositivos cil?ndricos, en argot conocidos como marcianos, de los que hab?a siete en la nave gallega. Antes de la primavera, el laboratorio est? ya a pleno rendimiento.

El d?a del Padre

Los investigadores siguen a una furgoneta de una conocida empresa de transporte que va a la nave gallega y carga. Es el d?a del Padre, 19 de marzo. El conductor le hab?a quitado el GPS a la furgoneta para que no pudieran seguirlo, as? que los agentes cortan la Nacional VI en el peaje de San Rafael (Segovia), lo que origina un atasco enorme de ciudadanos que vuelven a la capital tras pasar fuera unos d?as. En la furgoneta hab?a, dentro de cajas rellenas con poliespan, cien kilos de coca?na.

Esa misma noche, la polic?a entra en el laboratorio del bosque gallego. Culminan diez meses de trabajo y detienen a los canarios, al empresario vasco, a los cocineros y, en su casa de lujo de Madrid, al hermano de El Coletas. Han evitado que se instalara en Espa?a el mayor laboratorio de coca?na de Europa, con capacidad para producir unos doscientos kilos de coca al d?a.

También evitaron que se vertieran al r?o cercano unos 24 mil litros de productos qu?micos como éter y ?cido sulf?rico que iban a generar una contaminaci?n letal y matar la vegetaci?n y la fauna

Recuperan 1.300 kilos de pasta base de coca?na y 24.000 litros de precursores qu?micos para cocinarla y convertirla en droga. Encuentran adem?s otros cincuenta kilos de coca marcados con el logo de Superm?n, la firma del c?rtel due?o de la droga, una especie de sello de calidad con el que garantizan su procedencia y su calidad para el cliente.



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