Sin identidad ni testimonio para explicar lo sucedido en una traves?a fat?dica. El Atl?ntico les arrebat? la vida y cualquier evidencia geneal?gica a los nueve migrantes africanos que llegaron fallecidos hasta la costa de Brasil tras desviarse de su ruta hacia Canarias. Un cayuco ra?do y desgastado es el ?nico testigo de la tragedia que descubri? un grupo de pescadores en la Barra do Quatipuru, cerca de la playa de Ajuruteua, en Bragança, al noreste del pa?s. "?Son mu?ecos? ?No, son personas! ?Es gente! ?Hay mucho muertos, por lo menos 20! ?Qué tristeza!", gritaban desconcertados y estupefactos desde la barca en la que faenaban al ver el interior del bote blanco y azul que surcaba a la deriva, seg?n se puede escuchar en los v?deos del hallazgo que los propios pescadores colgaron en sus redes sociales. Flotando en el fondo inundado de la barquilla y rodeados de ropa empapada encontraron ocho cuerpos sin vida; el noveno fue localizado en el agua a pocos metros de la embarcaci?n. No tardaron en dar la voz de alarma a las autoridades locales, que inicialmente apuntaron que se trataba de refugiados haitianos. ?Quién pod?a imaginar que hab?an recorrido m?s de 4.200 kil?metros sin ning?n tipo de motor o vela que ayudara a la navegaci?n y sin que el océano los engullera?

El hallazgo se produjo en un bancal de arena con poca profundidad, al que solo se puede acceder con marea alta. La ubicaci?n no facilit? el rescate, en el que particip? la Polic?a Federal, la Marina y los bomberos, quienes no pudieron alcanzar el cayuco hasta el domingo pasado, un d?a después de su aparici?n. El traslado dur? 15 horas y mientras hubo luz solar un avi?n vigil? desde el aire el complicado dispositivo, que concluy? por la noche. Primero una lancha remolc? el cayuco a muy poca velocidad a través de la Bah?a de Maia? para llegar al puerto de Vila do Castelo y después lo subieron a la plancha de un cami?n, que lo llev? hasta Bragança. A su paso, en los m?rgenes del caudal y de la carretera, se agolpaba la poblaci?n de la zona, que se preguntaba curiosa por c?mo habr?a llegado hasta all? aquel s?mbolo macabro de un viaje que hab?a terminado en tragedia.

Cruz Roja recopila datos de barquillas desaparecidas desde diciembre para ayudar con la identificaci?n







La respuesta est? en las corrientes marinas. Gracias a la documentaci?n encontrada en el interior de la barquilla se ha podido saber que algunos de los ocupantes proced?an de Mal? y otros de Mauritania, desde donde se cree que zarp? el cayuco después del 17 de enero –una fecha fijada por alg?n indicio encontrado a bordo–. "Debieron coger la corriente canaria, que se dirige hacia el oeste, y después la norecuatorial sur, que los arrastr? hasta Brasil", se?ala el catedr?tico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en el Instituto de Oceanograf?a y Cambio Global (IOCAG), Alonso Hern?ndez, quien detalla que tuvieron que tardar entre tres y siete meses en atravesar el Atl?ntico ayudados por las corrientes y los vientos alisios.

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Dispositivo policial para el traslado del cayuco por las calles de Bragança.
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Para los cayucos que zarpan desde Mauritana o de pa?ses m?s al sur como Senegal o Gambia, la isla de El Hierro es su ?ltima oportunidad de sobrevivir a la ruta canaria. Si la pasan de largo o pierden el rumbo, no hay nada que hacer. Sin gasolina para proseguir el viaje, ser?a pr?cticamente un milagro salvar la vida. Expuestos al sol. A merced del oleaje. Sin poder dormir. Perdidos en la inmensidad del océano. Atenazados por el miedo. Sin agua y sin comida.

La ruta de Col?n

Al desembarcar los cuerpos en Bragança, las autoridades brasile?as los trasladaron al Instituto de Medicina Legal de Belén, la capital del Estado de Par?, a unos 200 kil?metros, donde investigan las causas de la muerte y trabajan para, al menos, tratar de devolver el nombre a las v?ctimas. A?n no se han publicado los resultados oficiales de las autopsias, pero la polic?a brasile?a adelant? que lo m?s probable es que perecieran por falta de agua y comida. La deshidrataci?n produce un deterioro f?sico y mental que lleva sufrir delirios y convulsiones. Algunos migrantes mueren ahogados por saltar al agua pensando que est?n cerca de la costa y pueden llegar nadando; otros terminan pereciendo en el bote por la inanici?n.

Los migrantes habr?an salido en enero desde las costas de Mauritania con destino a Canarias







Esas nueve personas no zarparon solas desde la costa mauritana. La Polic?a Federal considera la posibilidad de que en la barquilla viajaran 25 migrantes, por la cantidad de impermeables encontrados a bordo. Si bien la experiencia dice que a los cayucos que llegan a Canarias se suben muchas m?s personas y superar el centenar de ocupantes es muy habitual. Los expertos analizan las muestras de ADN as? como las huellas dactilares y dentales, para después compartir la informaci?n con Interpol, para verificar si las v?ctimas est?n en la lista internacional de desaparecidos de la polic?a. Elena Gir?n, del servicio de Restablecimiento del Contacto Familiar y Servicio Social Internacional del ?rea de Migraciones de Cruz Roja, apunta que la organizaci?n se ha puesto al servicio de las autoridades brasile?as para colaborar en la identificaci?n de las v?ctimas. "Estamos recopilando datos sobre los cayucos no llegados desde diciembre a través de las solicitudes de b?squeda de familiares", explica Gir?n, quien adelanta que el proceso de investigaci?n puede demorarse meses. A lo largo de 2023, el proyecto Missing Migrants de Cruz Roja ayud? a localizar a los familiares de 37 migrantes fallecidos en la ruta canaria.

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La poblaci?n local se agolpa para ver c?mo se desarrolla la investigaci?n.
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La oenegé Caminando Fronteras tiene constancia de que, en el primer trimestre del a?o, se han perdido 22 cayucos que zarparon desde Mauritania para llegar a Canarias, con m?s de 1.500 personas a bordo. Lo m?s habitual es que el océano se los trague, pero esta no es la primera vez que aparece este tipo de embarcaciones precarias en la costa de Brasil o en el Caribe, llevados por la misma corriente que Crist?bal Col?n utiliz? para llegar a América. En 2021, arrib? a la costa de la provincia brasile?a de Cear? –500 kil?metros m?s al sur de donde se ha localizado este ?ltimo cayuco– una barquilla con tres cuerpos cuyo origen también era Mauritania, seg?n la Polic?a Federal. Ese mismo a?o, otros dos cayucos aparecieron en el Caribe: uno en Tobago, con 14 cad?veres a bordo y otro en Islas Turcas y Caicos, con una veintena de cuerpos. En un mundo marcado por las divisiones y las fronteras, la inmensidad del Atl?ntico sigue engullendo las historias y los sue?os de tantas personas que un d?a partieron de sus hogares en busca de un futuro m?s all? del horizonte y solo encontraron la muerte.



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