Este domingo se supo que Serguéi Karelin, periodista que ha trabajado con Associated Press y la alemana Deutsche Welle, fue detenido en Murmansk, al norte de Rusia. Se suma al arresto de Konstantin Gabov, el productor de la agencia de noticias Reuters el pasado s?bado. Algunos medios rusos se?alan que ambos estar?an acusados de haber colaborado con el Fondo contra la Corrupci?n (organizaci?n del opositor ruso Aleksei Navalni, tildada de extremista por las autoridades rusas y conocida como FBK en ruso). El pasado viernes fue el turno de Serguéi Mingazov, de la revista econ?mica Forbes, al que se le acusa de desacreditar al ejército ruso por haber compartido textos que culpaban a Rusia de la matanza de Bucha en Ucrania.

El periodista Dimitri Kolezev, etiquetado como agente extranjero por las autoridades rusas, en su canal de Telegram se?ala que esto ser?a “una campa?a evidente para buscar a periodistas que hicieron el material que el FBK us? en sus materiales”. Remarca que ?ltimamente parece que “las fuerzas de seguridad se hicieron m?s activas en todos los frentes”. Por el llamado “caso FBK” ya se detuvo a m?s de 50 personas, entre ellas la periodista Antonina Favorskaya, detenida en prisi?n preventiva.

Clima hostil

Rusia antes de la guerra rusoucraniana que empez? 2022 no era el pa?s m?s amigable con la prensa. A?n y as?, la presi?n ha aumentado exponencialmente, algo evidenciado con la detenci?n en 2023 de 34 periodistas en toda Rusia. Entre ellos est?n el estadounidense Evan Gershkovich del 'Wall Street Journal', y Alsu Kurmasheva, reportera rusa-estadounidense de Radio Liberty-Radio Free Europe, que siguen a d?a de hoy en prisi?n preventiva. Gershkovich recibi? este mismo miércoles una negativa a su apelaci?n judicial tras m?s de un a?o en la c?rcel de Lefortovo, en Mosc?. Las autoridades no han presentado ninguna prueba de forma p?blica para apoyar la detenci?n del periodista.

En 2022 hubo adem?s numerosas fugas y cierrres de medios independientes como Novaya Gazeta, Eco de Mosc?, Mediazona y Dozhd, que se vieron obligados a irse al extranjero para poder operar libremente, principalmente de los pa?ses b?lticos (Estonia, Letonia y Lituania). Algunos de ellos est?n adem?s marcados como agentes extranjeros y/o organizaci?n indeseable, una etiqueta con una obvia connotaci?n negativa que debe ponerse en cualquier contenido que publiquen si no quieren exponerse a multas y otros castigos. La segunda adem?s castiga penalmente a cualquier ciudadano que colabore con dicha entidad.



Salir del pa?s no exime de poder ser perseguido por estos delitos. Es el caso de Dimitri Gudkov, un exdiputado de la Dima rusa, juzgado en asent?a y tildado también de agente extranjero. ?l ha se?alado en su canal de Telegram que incluso en la era soviética las agencias de noticias extranjeras como “Reuters y Associated Press no se tocaron ni siquiera durante los a?os soviéticos. Y ahora se detuvo a dos de sus periodistas supuestamente por conexiones con el FBK”. A?adi? con sarcasmo que “el régimen de Putin super? incluso a la Uni?n Soviética, sin duda un éxito”. A otros periodistas en el exilio como Ilia Krasilshchik o Masha Gessen se les ha abierto casos penales en Rusia por haber “desacreditado” al ejército ruso.



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