Cuando ten?a 18 a?os, aPaulina Tuchschneider, escritora israel? nacida en Polonia en 1987 y que lleg? a Tel Aviv con solo dos a?os, le toc? lo mismo que a todos los ciudadanos de aquel pa?s cuando cumplen esa edad: realizar el servicio militar obligatorio. Aquella experiencia no fue buena. La que hasta entonces era una joven mujer que hab?a ido atravesando con autonom?a los turbulentos a?os de la adolescencia se vi? de la noche a la ma?ana sometida a una disciplina irracional y a las penurias de un ejército aparentemente poderoso, pero con unas condiciones muy precarias para sus reclutas m?s b?sicos. Su personalidad y su intimidad se vieron arrasados por la permanente pertenencia al grupo y por las ?rdenes y el bullying de unos mandos j?venes poco preparados para organizar nada. Para colmo, el estallido de la segunda guerra del L?bano la forz? a encerrarse durante semanas con sus compa?eros en un bunker subterr?neo que era m?s bien una antesala del infierno. "Pon?as el o?do en el suelo y o?as el bombardeo todo el rato", recuerda, aunque tampoco estaba muy claro quién era el enemigo.

Aquella experiencia la ha volcado en un libro muy breve, La soldada (Periférica), que se mueve con una disfrutable soltura entre la comedia y el drama, con picos incluso de tragedia. No hay escenas de lucha ni parecen armas salvo en posiciones rid?culas, porque Tuchschneider traslada el campo de batalla al cuerpo, a su cuerpo, y a su cabeza. Ducharse con una decena de desconocidas que se depilan o muestran sus tampones usados es una odisea, los olores que rezuma la base -a regla y otros fluidos corporales, a una comida que es m?s bien rancho, al desinfectante con el que limpia cocinas y ba?os- y la imposibilidad de ser una misma convierten la experiencia en un verdadero infierno. Sin ser exactamente antimilitarista, porque Tuchschnider defender? en varios momentos de la entrevista la necesidad de que su pa?s tenga un ejército en condiciones, la frase del libro que podr?a resumirlo es esta: "No se puede reclutar a un pueblo entero y pretender que todos sus integrantes sepan c?mo ser soldados".

La autora trabaja como montadora en un programa de periodismo de investigaci?n de la televisi?n israel?. Pronto se rodar? una pel?cula basada en la novela de la que ella ha escrito el gui?n y que dirige su marido.

P. ?Escribir este libro fue una forma de lidiar con el trauma que le cost? su servicio militar?

R. Me pasa una cosa extra?a con este libro: no recuerdo haberlo escrito. Yo escribo todos los d?as, y por la raz?n que sea no tengo el recuerdo de sentarme y trabajar en este. Cuando se acercaba la fecha de publicaci?n, me preguntaba: "?esto realmente lo he escrito yo?" En ese momento nos mudamos de apartamento, y un d?a me puse a revisar mis libretas. Y de repente me encontré con una en la que estaba el primer borrador, escrito a mano, del libro. Entonces pensé: "vale, s? lo escrib? yo". Y creo que tiene que ver con el hecho de que efectivamente fue un trauma, algo muy dif?cil que me toc? vivir, y de alguna manera mi cerebro lo hab?a encerrado en una caja. Al mismo tiempo, el libro es sobre m?, pero no todo lo que cuento me ocurri? a m?. Hay también partes de ficci?n. Ya sabes: “no dejes que la verdad te arruine una buena historia” [risas].

P. Si tuviera que resumir su experiencia en el ejército con una sola palabra, ?cu?l ser?a?

R. Mmm… ‘Interesante’. S?. Dir?a que fue muy interesante.

P. ?También tuvo cosas buenas?

R. S?. Una mezcla de buenas y malas. Algunas de mis mejores amigas salieron de all?, y eso fue fant?stico. Por eso digo que en el libro no todo es real [la protagonista no hace precisamente amigas]. Pero hubo cosas muy dif?ciles, como cuando nos encerraron en el bunker. Eso todav?a lo llevo dentro. No quiero que me encierren en ninguna parte.

P. ?C?mo fue recibido el libro en Israel?

R. A las mujeres les encant?. Muchas me escribieron contando que esto era exactamente lo que les hab?a pasado. Y muchos hombres lo leyeron y dijeron que era insoportable. Que la protagonista era una mujer histérica. Para ellos, leer sobre alguien que est? en shock por compartir la ducha con muchas mujeres era una cosa como de quejicas.

P. El ejército israel? se supone que es uno de los m?s poderosos y mejor dotados del mundo, y sin embargo lo que se ve en su libro es muy diferente.

R. Si piensas en el sistema, crees que todo va a estar bien. Pero cuando llegas all?, el ejército est? compuesto por humanos, lleno de errores y decisiones est?pidas. Si tienes un buen comandante, las cosas van a ir bien, pero si tienes un comandante joven y est?pido las cosas van a ir realmente mal. Luego, si hablamos de lo que pas? el 7 de octubre, ah? nos dimos cuenta de que Israel no tiene el mejor ejército. Es bueno, pero a veces puede ser muy est?pido y poco funcional.

En un momento de tu vida en el que lo que quieres hacer es comprar una bebida y sentarte en la playa, de repente te metes ah?. Te pasas el tiempo limpiando la cocina, duch?ndote con otra gente... Te arrebatan tu privacidad"







P. En el libro, la guerra es un sonido lejano. El problema est? en las duchas saturadas, en los colchones sucios. ?Por qué eligi? el cuerpo y la intimidad como elementos centrales?

R. No creo que sea interesante escribir otro libro sobre una guerra. Creo que era interesante escribir sobre una persona muy joven que acaba de entrar en el sistema y cu?l es su vida diaria all?. En un momento de tu vida en el que lo que quieres hacer es comprar una bebida y sentarte en la playa, de repente te metes ah?. La mayor parte del tiempo ni siquiera hay bombas sobrevolando tu cabeza. Te lo pasas limpiando la cocina, duch?ndote con otra gente... Te arrebatan tu privacidad.

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La escritora israel?, el d?a de la entrevista.
XAVIER AMADO
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P. Es curioso que la escatolog?a es una herramienta narrativa muy importante en este libro. Habla de temas muy ?ntimos y a menudo desagradables. No parece una persona t?mida.

R. No lo soy, solo a veces. Pero me interesa mucho el cuerpo. Me fascina. Y creo que hay algo sobre entrar en una habitaci?n con otras cinco mujeres y estar expuesta a todas esas cosas tan humanas como la regla, el pis, los olores… ?Es tan apabullante! Va a haber una pel?cula del libro, y la pel?cula se va a centrar en las duchas. Quiz? la titulemos La ducha. En las pel?culas con escenas de lucha con hombres, tipo Salvar al soldado Ryan, hay esa cosa tan masculina de la playa, las granadas, todo es tan épico… Como mujeres no nos identificamos tanto con eso, pero entrar a una ducha y estar tan expuesta a la privacidad de otras personas puede ser muy fuerte. Quer?a tener ese campo de batalla de los cuerpos.

P. La experiencia en el ejército, ?es muy diferente para hombres y mujeres?

R. S?. Pero ambos tienen sus problemas. De los hombres se espera que sean luchadores. No todos lo son, y eso es dif?cil. Y las mujeres est?n asignadas a hacer m?s labores como de secretaria, y menos de lucha, y quiz? por eso es una experiencia menos significativa. Pero todo esto ha cambiado, porque el 7 de octubre fue la primera vez que las mujeres entraron realmente en combate. Hubo una gran pregunta en Israel: "?pueden las mujeres luchar en tanques?" Pues lo hicieron. De repente, las mujeres pod?an hacerlo todo.

P. En el libro dice que antes de entrar en el ejército no hab?a conocido a ning?n ?rabe-israel?.

R. Creo que hay algo en la traducci?n espa?ola, sobre este punto, que no es muy ajustado. A lo que yo me refer?a en el libro es a los palestinos. Los ?rabe-israel?es son un 20% de la sociedad y est?n mezclados con los israel?es. Pero palestinos s? que no conoc?a. El israel? medio no tiene ning?n contacto con los palestinos.

'Apartheid' para m? es una palabra muy fuerte. Adem?s, tendr?a que separar Cisjordania y Gaza. Cisjordania es un problema: Israel no se porta bien all?. En Gaza no creo que haya 'apartheid', son bastante independientes"







P. ?Y qué opina de quienes dicen que en Israel existe un 'apartheid'?

R. Apartheid para m? es una palabra muy fuerte. Adem?s, tendr?a que separar Cisjordania y Gaza. Creo que Cisjordania es muy problem?tica para el lado israel?. Israel no se porta bien all?. En Gaza no creo que haya apartheid, son bastante independientes.

P. ?La isreal? es una sociedad militarista?

R. S?. Tiene que serlo. Pero el ejército tiene que cambiar y ser m?s profesional. Desafortunadamente, el 7 de octubre fue la prueba de que el pa?s no puede permitirse el lujo de no tener a alguien que proteja las fronteras.

Israel no ha conseguido lo que quer?a. Quer?a demoler a Hamas, algo leg?timo porque es una organizaci?n terrorista, y quer?a traer de vuelta a los rehenes. Y nada de esto ha pasado. El gobierno es el peor que hemos tenido nunca"







P. ?Cu?l es su posici?n sobre la situaci?n en Gaza?

R. Estoy preocupada, la guerra ha llegado demasiado lejos, est? siendo demasiado larga. Israel no ha conseguido lo que quer?a. Quer?a demoler a Hamas, lo que creo que es leg?timo porque es una organizaci?n terrorista, y quer?a traer de vuelta a los rehenes. Y nada de esto ha pasado. El gobierno es el peor que hemos tenido nunca. El primer ministro Bibi [Benjamin Netanyahu] es corrupto, muy de derechas y no tiene estrategia, porque después de la acci?n militar tienes que tener alg?n tipo de acci?n gubernamental para poner a alguien en lugar de Hamas. Pero nada de eso est? sucediendo. Y mientras tanto hemos abierto otro frente con Ir?n. Hace dos semanas fue una de las noches m?s aterradoras de mi vida, cuando Ir?n lanz? su ataque.

P. ?Hay en el pueblo israel? una oposici?n fuerte a este gobierno?

R. S?. El a?o pasado este gobierno intent? cambiar muchas cosas en el sistema jur?dico y hubo protestas durante todo el a?o. Fue el de m?s protestas en Israel, con cientos de miles de personas en las calles. Ahora est?n tratando de hacer lo mismo. Una parte mayoritaria de la sociedad cree que este gobierno es el infierno. Un gobierno normal habr?a dimitido después del 7 de octubre.

P. ?Qué cuentan sus conocidos que han estado luchando en Gaza?

R. Hay muchas sensaciones mezcladas. Pero lo principal de lo que cuentan es que cada casa, cada escuela, cada guarder?a, tiene un lugar donde esconden misiles o disparan bombas. Entras en una guarder?a y en la habitaci?n trasera hay un lanzacohetes. Usan cualquier lugar para disparar.

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'La soldada'.
PERIF?RICA
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P. Vive en una ciudad cerca de Tel Aviv. En su novela la protagonista se queja de que durante la segunda guerra del L?bano la gente que viv?a en Tel Aviv estaba segura y casi no se enteraba de la guerra. ?C?mo es la situaci?n ahora?

R. Es curioso, porque en Israel podemos tener guerras en el norte y el resto del pa?s funcionar con bastante normalidad. Pero eso ha cambiado con esta guerra. Yo he tenido tres o cuatro alarmas cada d?a. Alarmas que me obligan a correr a un refugio. Eso dur? tres meses, y es algo que te provoca mucha ansiedad. Tienes que planear tu d?a: “van a empezar a bombardear sobre las 20h para salir directamente en las noticias, porque quieren el prime time". As? que era como: "vale, sobre las 20h voy a estar en casa para poder bajar al refugio". Porque no sabes d?nde te puede pillar. En los ?ltimos dos o tres meses se ha calmado un poco, pero ahora est?n dispar?ndonos desde Ir?n, as? que es una especie de nuevo juego.

P. ?Ve alguna soluci?n al conflicto?

R. La ?nica es que cambie nuestro gobierno. Y alguien tiene también que ser valiente en el otro lado. Hacen falta dos l?deres muy fuertes. No creo que nadie quiera negociar con Hamas. Tiene que ser alguien de la autoridad palestina quien tome el mando en Gaza. Es muy dif?cil, porque su principal l?der es muy mayor y no muy fuerte.



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