El Gobierno quiere recuperar el tradicional papel de Espa?a como puente de América Latina hacia Europa. Y pretende que esta suerte de "espa?olidad" se vea. Para ello, ha organizado una cumbre multitudinaria en Santiago de Compostela el 15 y 16 de septiembre, en la que va a reunir a los 27 pa?ses de la Uni?n Europea con los 33 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os (CELAC), en la que est?n las grandes econom?as de la zona, como*Brasil, Argentina, Chile, Colombia o Per?.*Sus ministros de Econom?a y Finanzas se ver?n con sus hom?logos europeos, que estar?n en la capital gallega para una de las reuniones m?s importantes del*semestre de la presidencia espa?ola de la UE, la del Eurogrupo y del Consejo de Asuntos Econ?micos y Financieros de la Uni?n Europea (ECOFIN) que decide la posici?n de la UE en pol?tica econ?mica, cuestiones fiscales y reglamentaci?n de los servicios financieros.

Las delegaciones de los pa?ses de la Uni?n Europea preparan la cita con algo de estrés, porque es una cumbre de tan s?lo 48 horas con*seis decenas de l?deres en una ciudad peque?a, aunque acostumbrada a alojar grandes masas de turistas. Una de estas fuentes apunta a que la cita ser? en el Parador de Santiago, conocido como el Hostal dos Reis Cat?licos y el hotel m?s antiguo de Espa?a, en plena Plaza del Obradoiro, junto a la Catedral de Santiago de Compostela. La foto de los sesenta ministros en el emblem?tico lugar garantiza una imagen de fuerza diplom?tica que competir? con la que un mes después*se producir? en la Alhambra de Granada*con los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Pol?tica Europea (los Veintisiete m?s pa?ses “aleda?os” o cercanos, como Reino Unido, Ucrania, Turqu?a, Noruega o Ucrania, entre otros). Todo, previsiblemente, en plena guerra de Ucrania.

Puerta de entrada

En lo pol?tico, Espa?a est? tratando por todos los medios afianzar la imagen que tiene de puerta de entrada hacia Europa. En la pasada cumbre bilateral, el presidente espa?ol, Pedro S?nchez, y el primer ministro portugués, Ant?nio Costa, se aliaron para reforzar el papel peninsular: Espa?a aprovechando sus relaciones con los pa?ses de habla hispana; Portugal, con la Brasil lus?fona.

En lo econ?mico, la presidencia espa?ola debe*afrontar el avance del acuerdo de libre comercio UE-Mercosur, que se ha rescatado después de la*marcha de Jair Bolsonaro de la presidencia de Brasil. Europa no quer?a negociar ese acuerdo con el ultraderechista en el poder, entre otras cosas por su desprecio a las salvaguardas medioambientales. La llegada de Luiz In?cio Lula da Silva al poder ha allanado el camino.

De salir adelante, este ser?a uno de los mayores tratados comerciales por firmar.*Supondr?a para los pa?ses de la Uni?n un ahorro en el pago de aranceles de m?s de 4.000 millones de euros, seg?n las estimaciones oficiales. Esto es cuatro veces m?s que lo derivado del acuerdo equivalente firmado con Jap?n, por poner un ejemplo. "Estamos listos para comprometernos con el nuevo Gobierno una vez haya tomado posesi?n para discutir la forma de avanzar con Mercosur", dijo el vicepresidente de la Comisi?n Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.

Pero hay un escollo a?n m?s importante, seg?n confirman fuentes diplom?ticas:*Francia no est? por la labor de abrirse a un acuerdo*con una zona del planeta que compite en agricultura y ganader?a con sus nacionales. El argumento principal es que la producci?n agropecuaria del continente es, en muchos pa?ses, intensiva, algo a lo que Par?s se opone. Adem?s, los sindicatos agrarios galos tienen una enorme fuerza. Y lo ?ltimo que necesita*el Gobierno de Emmanuel Macron, enzarzado en una batalla por la reforma de las pensiones, son m?s manifestaciones, en este caso de los sindicatos agrarios.

Aproximaci?n "auténtica"

La Uni?n Europea ha reiterado en los ?ltimos meses*su intenci?n de tomarse m?s en serio a América Latina, especialmente en las circunstancias actuales de reorganizaci?n geopol?tica por la guerra.*No sobran los amigos con vis democr?tica, argumenta Bruselas.*El modelo de Gobierno de China (mano dura con pol?ticas de mercado) es popular entre algunos de los pa?ses en v?as de desarrollo, desde ?frica a Asia, pasando por América Latina. El paradigma europeo pierde pie en muchos pa?ses del Sur Global. El Alto Representante para la Pol?tica Exterior europea, Josep Borrell, ha prometido mimar esa “otra relaci?n trasatl?ntica”.

Ese acercamiento va a tomar la forma de una gran cumbre de jefes de Estado y de Gobierno el pr?ximo mes de julio, la cumbre UE-CELAC, que caer? en plena presidencia espa?ola de la UE, pero que se celebrar? en Bruselas en julio. Un di?logo que*llevaba ocho a?os sin producirse.*Las cumbres entre la UE y CELAC sol?an celebrarse cada dos o tres a?os desde que se inauguraron en 1999 las bilaterales en R?o de Janeiro.*Luego vinieron Madrid en 2002, Guadalajara (México) en 2004, Viena en 2006… Todo se interrumpi? repentinamente en 2015. “La responsabilidad es compartida: desde la UE ha habido una cierta complacencia con una relaci?n relativamente c?moda, un socio América Latina que de alguna manera siempre est? ah?; quiz? ha habido un cierto abandono a la relaci?n con Latinoamérica y Caribe”, ha reconocido Javier Ni?o, director para las Américas del Servicio Europeo de Acci?n Exterior. “Pero en estos a?os tampoco hemos visto un impulso muy fuerte desde América Latina y Caribe, en parte por la falta de un interlocutor clave hasta que se funda la CELAC en 2013”.*

De momento, este viernes y s?bado, Espa?a va a participar en la XXVII Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo. Asisten el rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro S?nchez, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.



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