A los pocos meses de aterrizar en el FC Barcelona el 17 de marzo de 2021, la l?gica ilusi?n de haber ganado las elecciones y la enorme responsabilidad de dirigir el club, dio paso a la cruda realidad para los directivos azulgranas. Entre otras, la obligaci?n de hacer frente a los intereses bancarios del millonario aval de los 124,7 millones de euros que exig?a la Ley del Deporte. Una espada de Damocles encima de sus cabezas, un dineral que ten?a que pagarse s? o s?… y que se convirti? en todo un problema para muchos de ellos.

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El presidente Laporta, que siempre apoya y ayuda a los suyos, afirm? en una de las juntas directivas que estaba estudiando la posibilidad de que el coste de los intereses de ese aval, unos 2,7 millones de euros al a?o, lo acabara asumiendo el FC Barcelona. L?gicamente, para introducir una modificaci?n estatutaria de ese tipo, era obligatorio pedir la autorizaci?n de los socios compromisarios en la Asamblea General para introducir un nuevo art?culo en los Estatutos del club.

Durante el tiempo que Laporta sostuvo esa promesa, y a la vez que lo estaba cocinando con los juristas del club, lleg? un regalo llovido del cielo: el Gobierno espa?ol modific? la Ley del Deporte y estableci? que desaparec?a la obligaci?n de avalar que estaba en vigor y que ser?an los socios de los clubs que no son Sociedad An?nima los que fijar?an el porcentaje que deber?an avalar los directivos. El problema en el FC Barcelona es que esta consulta no se le ha hecho todav?a a sus socios compromisarios y el tema de avalar, mucho, poco o nada, ha quedado en el limbo. Tarde o temprano deber?n hacerlo.



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