"Me caes bien", dice Mar?a Isabel (nombre ficticio) tras un rato de conversaci?n. El suyo es un relato dif?cil y emotivo: el de una bailarina acrob?tica de Palma que sufri? un ictus hemorr?gico que la dej? postrada en cama y con escasa movilidad. Conectar con ella es f?cil si no le tienes l?stima. Mar?a Isabel es inteligente y pizpireta. Y tiene un radar para calar a quienes la infantilizan por su par?lisis cerebral. "Tengo la cabeza perfectamente bien pese al derrame que padec?", subraya. "Me provoca una gran impotencia que crean que tengo retraso intelectual o demencia senil", confiesa.

"Me provoca impotencia que crean que tengo retraso intelectual o demencial senil"

Las secuelas del ictus que padeci? hace tres a?os y medio son patentes en la articulaci?n del lenguaje, pero su discurso es clarividente. "Me gusta estar bien informada porque quiero saber todos mis derechos y m?s en mi situaci?n", indica.

No puede caminar. Est? sola en su piso de Palma. Su marido era su porteador cuando actuaban, falleci? hace m?s de 18 a?os. "Intenté tener un hijo durante once, pero no pudo ser. No tengo ni marido ni hijos", subraya.

"Yo lo ?nico que quiero es andar", dice entre l?grimas. "Aparte de bailar, también he hecho conciertos por internet porque cantaba, y también pintaba. Era muy buena con la pintura. Tengo una web. E incluso hac?a r?pel en cuevas. Era m?s valiente que muchos escaladores", espeta.

"Era bailarina de ballet acrob?tico, pintaba, cantaba y también hac?a r?pel en cuevas"

Pide un cuaderno y unos l?pices que hay en la cocina. "Dibujar y el mal car?cter me mantienen viva». Mantiene cierta movilidad, pero no la sensibilidad. «Puedo mover las piernas, pero no siento el suelo, por eso no puedo caminar", revela. "Y lo que antes dibujaba en dos d?as ahora tardo dos meses. Me cuesta mucho, pero para cojones los m?os", expresa. "Soy cabezona, porque si fuera sumisa ya me habr?a muerto". Los médicos le dijeron que nunca podr?a mover la mano ni hablar y que se quedar?a en silla de ruedas toda la vida. "Lo llevas claro, pensé. Y consegu? mover los brazos y las piernas", cuenta.

Mar?a Isabel (58 a?os) achaca su ictus a una predisposici?n genética. "Yo me cuidaba mucho y era muy deportista, pero cuando te toca, no puedes escapar», dice. Est?n siendo a?os de lucha, aunque seguramente a ella esta palabra no le gustar?a. «Te das cuenta de quiénes son los amigos y quiénes son los familiares. Te das cuenta de muchas cosas porque no te puedes defender: todos se aprovechan», lamenta.

En estos momentos, ha empezado a emplear el m?vil. "Tardo mucho en cogerlo, siempre pido que si han de llamarme que lo hagan dos veces y no desistan a la primera".

Mar?a Isabel cuenta con el servicio p?blico de asistencia a domicilio. Uno de sus mayores impedimentos ahora mismo es salir de casa y abandonar el edificio en silla de ruedas para pasear. Una empresa imposible ante la decena de escalones que hay que superar para alcanzar la acera y la ausencia de rampa y plataformas salvaescaleras. Su lucha es que la comunidad apruebe instalar un elevador. "Tampoco puedo abrir la puerta del ascensor, por lo que deber?a bajar acompa?ada", comenta.

Asegura que sus familiares no le ayudan, "ni ganas as? como son". "S? tengo dos amigos. Uno que era mi pareja que me ayuda a hacer gimnasia y dar pasos cada d?a y una amiga que me ayuda con los papeles".

Aquel fat?dico 22 de julio de 2019

En un momento de la entrevista, Mar?a Isabel quiere recordar lo que sucedi? aquel fat?dico 22 de julio de 2019. Necesita verbalizarlo. "Yo estaba preparando cinco oposiciones de pintura. Noté un dolor encima de la ceja. Todo se oscureci?. Llamé a Emergencias porque no era normal el dolor de cabeza. Abr? la puerta del portal. Vino una vecina y me dijo que la ambulancia ya estaba en camino. Le dije que ten?a ganas de desmayarme. Me dijo que me sentara. Vomitaba. Cuando llegaron, no sé c?mo llegué a la puerta. Saqué medio cuerpo y me ca? y me desmayé la primera vez. Me pusieron un tubo para sacar la hemorragia. Ellos dec?an que yo gritaba pero no me acuerdo de eso. Me operaron y cuando desperté recuerdo que ya empezaba a hacer rehabilitaci?n en el Hospital de Son Espases", narra.

La pintura es una de las pasiones de esta bailarina que hac?a giras con su grupo de baile por Italia o Portugal. Ahora dibuja con l?pices y difumina los trazos. Muestra una figura humana sobre un cuaderno, una imagen que se replica por detr?s. Es c?mo ve con uno de sus ojos. Invita a visitar la ?ltima habitaci?n de la casa. Un cuarto lleno de sus pinturas. Mar?a Isabel también era polifacética en sus cuadros. Del muestrario, electriza el de un barco surcando una tormenta: tiene la fuerza de un Turner. El interior de Mar?a Isabel bulle cual tempestad pintada por el rom?ntico inglés. "He nacido artista", dice. "Yo era disléxica, por eso no estudié finalmente Astronom?a. Dicen que los disléxicos son muy creativos. Yo lo soy".

Hace tres meses que espera la resoluci?n de la invalidez permanente. "Me dicen para ir a una residencia, pero yo no quiero, esta es mi casa. Yo tengo la cabeza bien. Quiero estar aqu?", confiesa aferr?ndose con la mano al edred?n de la cama.

La luz entra por el ventanal del sal?n, que hace las veces de habitaci?n y sala de estar, con sus plantas y una cinta andadora para hacer ejercicios. Esta es la casa de una mujer con mucha vida a las espaldas y algunos fracasos que no han acabado con su vitalismo. "Antes de que os vay?is os voy a dar un consejo, aprovechad la vida, vividla mucho y bien, porque esto -se?ala con su dedo sus piernas y la cama- le puede pasar a cualquiera. Vivid con intensidad".



أكثر...