Un peor resultado que hace tres a?os le puede dar a los Comuns una de las llaves de la gobernabilidad en Catalu?a. Una, si bien ni mucho menos la ?nica, ya que el escenario de pactos post electorales ha quedado totalmente abierto. El fracaso del independentismo en las elecciones de este domingo, que pierde por primera vez en m?s de una década la mayor?a de diputados en la c?mara catalana, es una buena noticia para la formaci?n liderada por Jéssica Albiach.

Ya que ello era condici?n ‘sine qua non’ para dejar una rendija abierta al objetivo con el que los Comuns se presentaron a las elecciones: poder participar de un tripartito guiado ya no por el eje nacional, sino por el de izquierdas.*No obstante, esa rendija es estrecha y m?s a?n cuando el president saliente y candidato de ERC, Pere Aragonès, ya se ha situado en la oposici?n en su discurso para valorar los resultados electorales de este domingo.

"La gente progresista de este pa?s espera que nos sentemos", le ha reclamado Albiach tanto a republicanos como a socialistas en su comparecencia. La l?der morada ha hecho un llamamiento*"a todas las fuerzas de izquierdas" para poder armar un Govern que "responda a*las grandes necesidades del pa?s", como la vivienda o los servicios p?blicos. Algo que, seg?n ha considerado, "solo es posible con un gobierno de izquierdas", no con la "sociovergencia".


Los Comuns iniciaron la campa?a electoral con la m?xima pretensi?n, subieran o bajaran esca?os, de ser decisivos y entrar a Govern de la mano del PSC. Y los seis diputados que han obtenido (dos menos que en 2021) -"no es el resultado que esper?bamos", ha reconocido Albiach-, les dejan a las puertas de cumplir con dicha meta. Salvador Illa deber?, primero, optar por ello y, segundo, lograr convencer a ERC para descarte el bloqueo y que, de manera m?s o menos activa, se sume a dicha ecuaci?n.*

Esa hipotética mayor?a ha marcado el final de la jornada electoral en el 131 de la calle Marina de Barcelona. Los gritos, ya fueran de alegr?a o lamento, se han ido sucediendo en la sede de los Comuns a medida que el escrutinio dibujaba como posible la suma de 68 diputados entre PSC, ERC y los morados. Finalmente, como si de una final de infarto se tratase, las urnas han finalizado su conteo y esa hipotética –que ni mucho menos segura- suma ser? posible.*

Los seis diputados que han obtenido los Comuns les permiten ser decisivos, si bien no se lo aseguran ni mucho menos. Los resultados no han permitido ahuyentar del todo el fantasma de alg?n tipo de pacto ‘sociovergente’ que pesa sobre los de Albiach y contra el que han cargado duramente durante los ?ltimos d?as de campa?a.*Especialmente dada la escasa, cuando no nula, predisposici?n que ha manifestado ERC en su primera reacci?n al naufragio que ha vivido este domingo.

La candidatura de Jéssica Albiach ha perdido 16.000 votos respecto a los anteriores comicios, obteniendo un total de 180.000. Su representaci?n queda replegada a la provincia de Barcelona, cediendo el diputado que ten?an en Tarragona y qued?ndose lejos de su ambici?n de ganar uno por Girona. Los morados han sufrido la hipermovilizaci?n del electorado socialista y la presunta concentraci?n del voto progresista en la figura de Salvador Illa, que ha sumado nueve esca?os m?s de los que obtuvo en los anteriores comicios.

Los Comuns han sufrido la concentraci?n de voto del electorado de izquierdas en el candidato socialista, que habr?a visto disparados sus resultados. El amago de dimisi?n de Pedro S?nchez durante los primeros compases de la campa?a no les benefici?, ya que aliment? la polarizaci?n del debate entre los socialistas y Puigdemont. La escasa participaci?n, del 58%, que s? les ha beneficiado en otras ocasiones a los de Jéssica Albiach, tampoco ha remado a su favor en esta ocasi?n.

Los morados han aplicado la consigna de "resistir es vencer" y han salvado gran parte de los muebles en una campa?a marcada por el binomio ‘O Salvador Illa o Cales Puigdemont’. Binomio que ha devorado con mucha mayor intensidad a ERC y que los Comuns han sufrido algo menos. Que las votaciones no hayan acabado dibujando una aritmética parlamentaria totalmente endiablada permite a los de Albiach respirar algo m?s tranquilos, ya que ante una hipotética repetici?n electoral esa concentraci?n del voto entre PSC y Junts pudiere haber sido mucho m?s intensa.



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