Cada vez que hay una crecida de unr?o o arroyo los afectados, algunos pol?ticos (?oportunistas? ?malinformados?) y otras voces repiten el mantra de que la inundaci?n no hubiera ocurrido si el r?o estuviera limpio. Limpio, ?de qué? ?de basura? ?de la mal llamada “maleza”? Los hay que llegan a pedir eliminar todo el arbolado.

El mito de que hay que «limpiar» los r?os se refleja en la enorme cantidad de arroyos que discurren por nuestros campos sobre cauces cuyas orillas est?n completamente desprovistas de vegetaci?n. También en los enormes presupuestos invertidos en retirar los sedimentos del fondo de los r?os (dragar) y en eliminar los bosques de ribera, especialmente los arbustos.

Estas pr?cticas afectan negativamente a la biodiversidad, a la naturaleza y a la seguridad de poblaciones y propiedades

Es importante reivindicar el papel fundamental que cumple la vegetaci?n de ribera e insistir en que las leyes naturales son manifestaci?n de una inteligencia que ha hecho posible nuestra propia existencia. Pretender ser m?s listos que la naturaleza nos ha llevado a esta enorme crisis ambiental de escala planetaria a la que se enfrenta la humanidad por primera vez en su historia.

Image ID:
101227981
Cauce fluvial desbrozado en Madrid
Ecologistas en Acci?n
/clip/892cf296-5f6b-44de-bfe4-e016685089fa_source-aspect-ratio_default_0.jpg
775
436

Corredores ecol?gicos

Los bosques de ribera son corredores ecol?gicos que facilitan la movilidad de especies animales y de semillas, las cuales son arrastradas por el agua, por el viento o trasladadas por la fauna en sus tractos digestivos. La vegetaci?n sombrea el agua, manteniéndola m?s fresca y oxigenada, lo cual es ideal para la fauna.

En ausencia de la vegetaci?n el agua est? m?s caliente, lo que facilita la proliferaci?n de algas y la disminuci?n del ox?geno disuelto.

Las pérdidas por evaporaci?n son mayores, con la consiguiente merma en la recarga de acu?feros y en la disponibilidad de agua para consumo y riego. Los bosques de ribera son un ecosistema integrado por especies adaptadas para interactuar con la din?mica de r?os y arroyos, generando un equilibrio del que las crecidas forman parte. Cuando éstas se producen, las ra?ces de la vegetaci?n sujetan la tierra de las orillas y del lecho, y frenan la velocidad del agua, disminuyendo por tanto la erosi?n y el arrastre de objetos. Si la velocidad y fuerza del agua son mayores, su capacidad para erosionar la tierra sobre la que se anclan los pilares de los puentes es también mayor, de modo que el riesgo de colapso de estas infraestructuras aumenta.

Image ID:
101228056
Ejemplo de un desbroce masivo de un arroyo
Ecologistas en Acci?n
/clip/6e33fa68-efba-4d26-a0ab-4b60680a56d4_source-aspect-ratio_default_0.jpg
840
479

El argumento de quienes plantean eliminar 'malezas' es que, as?, troncos y ramas arrastradas no formar?n barreras que, al ser desbordadas, incrementen la fuerza del agua.

También se piensa que al tener el agua m?s capacidad de erosi?n una vez desprovisto el cauce de vegetaci?n, éste se ampliar? y disminuir? el riesgo de desbordamiento. Pero esa ampliaci?n es a costa de arrastrar la tierra de las orillas aguas abajo. Esta tierra se va depositando en el lecho de r?os y embalses. La consecuencia es que aumenta la altura del lecho, disminuyendo la profundidad y, en consecuencia, la capacidad de encauzamiento del agua en el caso de los r?os y de almacenamiento en el de los embalses.

Image ID:
101228101
Los r?os y torrentes necesitan la vegetaci?n para funcionar adecuadamente
Agencias
/clip/5154c9ba-c69b-454a-b46d-5a033c4d9370_source-aspect-ratio_default_0.jpg
2400
1350

Tiene sentido que las labores de vigilancia y mantenimiento de r?os y arroyos incluyan la retirada de restos de vegetaci?n seca situados junto al cauce o dentro de él, con el objetivo de evitar las temidas barreras que retienen el agua. Esos restos son valiosa materia org?nica que, al descomponerse, fertiliza el suelo y lo hace m?s permeable y capaz de almacenar carbono. Por ello, en lugar de quemarse o llevarse a vertedero deber?an esparcirse en terrenos pr?ximos.

Pero, salvo que se trate de especies invasoras, nunca tendr? justificaci?n la eliminaci?n de la vegetaci?n viva, tanto por su valor en s? misma como porque su efecto es contraproducente para la seguridad de las personas y para la protecci?n de edificios, cultivos e infraestructuras.

(*) Miguel ?. Ortega es presidente de la entidad 'Reforesta'

..................

Contacto de la secci?n de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es



أكثر...