El Sevilla ha certificado este domingo su salvaci?n matem?tica al batir con comodidad al Granada (3-0), que est? virtualmente descendido, en un encuentro en el que Marcos Acu?a inaugur? a los once minutos un marcador que clausuraron En-Nesyri y Lukebakio en el segundo tiempo con dos goles de bella factura.


La primera aproximaci?n del Sevilla, apenas superado el minuto 10, acab? en el gol con el que inaugur? el marcador Acu?a, quien cabece? picado en el segundo poste un centro primoroso del otro carrilero, Jes?s Navas, quien hab?a combinado con Ocampos en el costado derecho del ?rea visitante.

Lamela, el sustituto del lesionado Isaac, gozaba de mucha libertad para moverse por todo el frente de ataque y resultaba indetectable para la defensa del Granada, que tuvo su primera oportunidad mediante Arezo, cuyo disparo raso tras un robo en la presi?n adelantado ataj? Nyland.

Los sevillistas parec?an relajados en el tramo central del primer tiempo, quiz? por haberse visto tan pronto en ventaja, e iban dando pasos atr?s ante un Granada cada vez m?s envalentonado que rozaba el empate con un disparo lejano, tras driblar a tres rivales, de Jozwiak que se envenen? con el roce en un defensor.
Un contragolpe de libro al comienzo del segundo periodo bendijo la medida tomada por Quique Flores, que agazap? a su gente en su mitad de campo a la espera de un robo como el que perpetr? Soumaré para desplegarse con sus atacantes y ponerse de gol en tres toques, Lamela a En-Nesyri, pared con Ocampos y el marroqu? marcaba el 2-0.

Con la doble desventaja claudic? el Granada, que no volvi? a acercarse por la porter?a de Nyland y se afan? exclusivamente en tratar evitar encajar un tercer gol, el que no lograron En-Nesyri ni Ocampos pese a rematar de cabeza en posici?n franca pero s? marc?, de muy bella factura, Dodi Lukebakio.

Acababa de suplir el atacante belga a un fatigado Lamela, cuando inici? con un contraataque que parec?a haberse malogrado por un mal control de En-Nesyri, pero insisti? Lukebakio hasta recuperar el bal?n en la esquina del ?rea, donde hizo bailar a Rubio con sus recortes y se hizo sitio para largar un zurdazo a la escuadra m?s lejana.



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