Las campa?as electorales en el Pa?s Vasco siempre han sido “at?picas”, que es la palabra que ha utilizado el candidato del PNV, Imanol Pradales, para definir estas dos ?ltimas semanas. Lo fue votar con la sombra permanente de ETA durante décadas. Lo fue la irrupci?n de una fuerza como Podemos que, de pronto, dej? descolocados a los nacionalistas de un lado y de otro. No falt? una pandemia mundial y desconocida que oblig? a cambiar la fecha de la cita en 2020. Y ahora, de forma natural, se ha colado la indiferencia donde esto no se acostumbraba. En las calles de Euskadi el pulso electoral ha sido inexistente hasta los ?ltimos cinco d?as. En el ?mbito pol?tico, pr?cticamente también.

La campa?a no ha existido a nivel nacional hasta que Pello Otxandiano dijo lo que dice siempre la izquierda abertzale pero en un medio de comunicaci?n nacional y en plena campa?a. Una respuesta mal preparada ech? al traste su estrategia de meses y el ruido lleg? hasta Madrid.

La convocatoria de las elecciones catalanas hab?a relegado a un segundo lugar el interés por las vascas. Sin polémicas a la vista, sin expectativas de que ning?n partido reventara la campa?a con propuestas inesperadas, y con la idea implantada en los cuarteles generales de todos los partidos de que estaba garantizada la continuidad de la actual coalici?n en el Gobierno vasco, no hab?a mucho por lo que preocuparse.

Debates sobre la gesti?n

As? comenz? una campa?a centrada en “las cosas de comer”, como gusta decir a los pol?ticos para demostrar que no se entretienen con asuntos partidistas o demasiado abstractos. EH Bildu aparc? temporalmente sus aspiraciones independentistas para no asustar a un electorado que parec?a interesarse por él por primera vez. Mucha izquierda s?, pero nada de liarse con otras cosas. Con la sombra de Arnaldo Otegi detr?s de Pello Otxandiano parec?an cumplir con los pata negra de la izquierda abertzale.

Osakidetza, la reconversi?n industrial del siglo XXI, la seguridad y un nuevo modelo para la Ertzaintza, la vivienda, algo, pero tampoco demasiado, sobre impuestos… las cosas del comer han estado sobre la mesa pero la sociedad vasca apenas escuchaba. Imanol Pradales se subi? a una trainera para acompa?ar a la gabarra y probablemente fuera la primera vez que algunos vascos repararon en el nuevo candidato del PNV. El PSE, el PP, Bildu, Podemos, Sumar, e incluso Vox, hablaban de c?mo mejorar algunas cosas en el Pa?s Vasco sin apenas referencias a la identidad vasca o la espa?ola.

Pero lleg? Otxandiano con sus evasivas a c?mo calificar a ETA, el candidato socialista Eneko Andueza lo vio claro y le llam? "cobarde" y desde la mesa del Consejo de ministros se puls? el amplificador. El volumen ya andaba por todo lo alto y Feij?o grit? para hacerse escuchar pidiendo aquello de la firma ante notario. A pesar del PP vasco, donde desde el primer momento han evitado entrar en el debate porque entienden que hablar de ETA solo pod?a beneficiar al PNV a su costa. “Pero vamos a ver, que es lo mismo de siempre, no les hagamos el juego”, dec?an en la formaci?n.

Y as?, de golpe, una campa?a pensada por todos los partidos para hablar de gesti?n y de pol?ticas para el bienestar social, cada partido con el filtro de sus gafas, viraron poco a poco hacia lo ideol?gico.

Apuestas

Lo justo, en cualquier caso. Porque debate va, debate viene -ha habido seis con todos los partidos- el asunto que tanto ha escocido fuera de Euskadi, aqu? parec?a tener menos eco y ha sido utilizado por PSE y PNV, especialmente, pero sin meter acelerones. Todo bien medido. Arremetidas contra Otxandiano pero sin exagerar. La gesti?n y las propuestas sectoriales han seguido muy presentes hasta el final. El PSE es el ?nico que desde el inicio de la campa?a, ha procurado dejar clara la distancia con Bildu. Hay demasiados votos que se disputan ambos partidos.

Sin embargo, el entorno importa, y aunque la campa?a solo ha merecido el interés externo tras las primeras palabras de Otxandiano, solo entonces Pradales aprendi? a ponerse el traje presidencial. Andueza fue el que quiso apostar con Javier de Andrés sobre su futuro. Recuerden que el Pa?s Vasco es la regi?n donde el juego m?s tradici?n tiene, apostar a lo que sea ha sido durante a?os una religi?n. Pero a quien se ve?a en la cara en estos cuatro ?ltimos d?as ese pulso por el ?rdago a la grande y no a la chica era Pradales. Si la corbata, las fotos con los lehendakaris y la contenci?n medida en los ataques a Bildu eran buenas cartas no se sabr? hasta ma?ana. De momento hoy, d?a de reflexi?n y para que a los indecisos no se les olvide que tienen que acercarse ma?ana a las urnas, se dejan fotografiar vestidos de monte con el verde a sus espaldas, de compras en el mercado de frutas y hortalizas o tom?ndose el aperitivo con sus compa?eros y militantes.



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