Entre el 6 y el 9 de junio, la Uni?n Europea (UE) se juega su futuro. Esa semana, m?s de 400 millones de ciudadanos de los 27 pa?ses que integran el club comunitario est?n llamados a participar en unas elecciones cruciales. Sin embargo, su rumbo también depender? de lo que pase cinco meses después en Estados Unidos. La mayor potencia mundial celebra comicios presidenciales y, aunque ahora ser?a menos sorprendente que en 2016, una nueva victoria de Donald Trump podr?a volver a hacer tambalear el equilibrio diplom?tico a ambos bandos del Atl?ntico.

En un mundo sacudido por las turbulencias geopol?ticas en Ucrania y en Gaza, por la tensi?n comercial y por la perenne amenaza del cambio clim?tico, un golpe de tim?n en la Casa Blanca puede debilitar la posici?n y los intereses europeos. "Lo que pase en Espa?a y en cualquier otro pa?s de la UEen los pr?ximos cinco, e incluso diez a?os, va a estar determinado por el efecto combinado de estas dos elecciones, de sus resultados y de sus conclusiones", ha advertido recientemente Jaume Duch, portavoz y director general de comunicaci?n del Parlamento Europeo.

La Comisi?n Europea ha remarcado que se est? preparando para "todos los posibles resultados". La revalidaci?n del mandato de Joe Bidengarantizar?a la tradicional sinton?a pol?tica, militar y econ?mica entre Washington y Bruselas, si bien una presidencia del dem?crata no garantiza que esa alianza esté exenta de fricciones. Un triunfo trumpista, por otro lado, supondr?a un pu?etazo al tablero de juego con consecuencias imprevistas.

?Seguridad en riesgo?

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, EEUU garantiza la seguridad europea a través de la OTAN. Durante su primer mandato, Trump flirte? con abandonar la Alianza Atl?ntica, pero sus asesores se encargaron de asegurar en privado a los aliados que eso no suceder?a, seg?n ha explicado un embajador europeo a The Washington Post. El presidente cuestion? la existencia misma de la organizaci?n militar y afe? a la mayor?a de sus integrantes que no cumpliesen con el compromiso de destinar el 2% de su producto interior bruto (PIB) a la defensa colectiva.

El 24 de febrero de 2022, el presidente ruso, Vlad?mir Putin, puso en marcha la invasi?n de Ucrania,una agresi?n militar que ha devuelto a Europa a los tiempos de guerra. La amenaza expansionista del Kremlin ha llevado a los pa?ses de la UE a invertir m?s dinero en fortalecer la OTAN, club al que recientemente se han unido pa?ses como Finlandia, en 2023, o Suecia, este mismo a?o. El alto representante para la pol?tica exterior y de seguridad de la UE, Josep Borrell, ha propuesto crear un fondo de defensa com?n ante un conflicto bélico que ya "no es una fantas?a". La OTAN prevé que hasta 18 de sus 32 pa?ses miembros alcancen esa inversi?n del 2% de su riqueza en gasto militar.

La carrera armament?stica europea responde, en parte, a la voluntad de reducir su dependencia de Washington. Esa estrategia cobrar?a a?n m?s sentido con un segundo mandato de Trump. A principios de febrero, el candidato republicano a la presidencia sugiri? en un discurso de campa?a que animar?a a Rusia a "hacer lo que le dé la gana" con los miembros de la OTANque incumplan la promesa de gasto militar del 2%. Aunque después se desdijo, las palabras del magnate reforzaron la desconfianza y el temor de los aliados atlantistas.

Adem?s, Trump sigue amenazando con un hipotético desmembramiento de la OTAN. Su equipo ha exigido "reevaluar fundamentalmente el prop?sito y la misi?n" de la alianza, mientras que organizaciones conservadoras afines a la corriente trumpista han propuesto reducir el n?mero de tropas estadounidenses en Europa o castigar a los pa?ses que aporten menos a la alianza retir?ndoles las garant?as de seguridad o imponiéndoles aranceles comerciales.

Trump "nunca ha perdido el deseo de salir" de la OTAN, ha denunciado su antiguo asesor de seguridad nacional, John Bolton, convertido ahora en uno de sus cr?ticos. Aun as?, el Congreso estadounidense ha presentado una ley que impedir?a que cualquier presidente apruebe esa retirada sin la aprobaci?n parlamentaria.

Tensiones comerciales

En 2022, el comercio bilateral entre EEUU y la UE super? los 1,5 billones de euros, unos registros hist?ricos. Sin embargo, esa relaci?n econ?mica podr?a verse deteriorada por una eventual victoria de Trump. Durante su mandato, el magnate trastoc? el tradicional compromiso republicano con el neoliberalismo y puso el foco en revertir la deslocalizaci?n y restaurar la capacidad industrial estadounidense, adoptando todo tipo de restricciones sobre sus socios europeos.

Presionado por el auge de China, Biden ha mantenido esa pol?tica de "América primero", si bien con un tono mucho menos beligerante. Aunque Washington y Bruselas han acercado posiciones, también siguen arrastrando contratiempos de la era trumpista. Es el caso de las negociaciones para el tratado de libre comercio conocido como TTIP (siglas de la Asociaci?n Transatl?ntica para el Comercio y la Inversi?n), estancadas tras su suspensi?n trumpista en 2016, o del conflicto por los aranceles al acero y el aluminio europeo, sobre los que se alcanz? una tregua, pero no un acuerdo definitivo que zanje la disputa.

El resultado de las elecciones en EEUU condicionar? muchos aspectos de su relaci?n con la UE, pero todo apunta a que el pragmatismo seguir? marcando sus lazos econ?micos. "No hay diferencias pol?ticas entre los republicanos o los dem?cratas cuando se trata de comercio y tecnolog?a", ha explicado Phil Hogan, excomisario de Comercio de la UE, al medio 'Politico'. "La ?nica diferencia son las t?cticas".



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